El misterio de Nyos, el lago que fue un factor clave en la muerte de 1.700 personas y nadie puede explicar

Es uno de los desastres naturales más letales y extraños que se recuerda y que provocaron una tragedia sin precedentes en apenas unos minutos.

Imagen aérea del lago de Nyos, en Camerún, escenario de uno de los mayores desastres naturales que se recuerdan  (Photo by THIERRY ORBAN/Sygma via Getty Images)
Imagen aérea del lago de Nyos, en Camerún, escenario de uno de los mayores desastres naturales que se recuerdan (Photo by THIERRY ORBAN/Sygma via Getty Images)

Han pasado cerca de 40 años desde que el lago de Nyos se hizo famoso por una tragedia sin precedentes que nadie hubiera tan siquiera imaginado, tétrica y del todo funesta. Uno de los parajes naturales más bellos que existen, localizado en las profundidades de Camerún, cerca de la frontera con Nigeria (África), se llenó de cadáveres de la noche a la mañana. Y no, por desgracia no se trata de una frase hecha, todo sucedió en cuestión de minutos.

Corría el 21 de agosto de 1986 y las cifras oficiales hablan de 1.746 victimas mortales, a las que hay que sumar el deceso de 3.500 animales de granja, entre cabezas de ganado, cabras, gallinas y demás especies imprescindibles para la supervivencia de los pobladores. Los que vivieron para contarlo... Nadie sabe lo que sucedió realmente. Un misterio que, a pesar de las investigaciones que se realizaron por aquel entonces y en años posteriores por parte de un consorcio internacional de científicos de renombre, nadie ha logrado desvelar sin fisuras.

Dicen quienes sobrevivieron para relatar la tragedia del lago de Nyos que sobre las nueve de la noche se escuchó un gran estruendo proveniente de la gran masa de agua. El ruido ensordecedor vino acompañado de un viento inusual que arrastraba una extraña nube blanquecina, tan densa que casi se podía tocar con las manos, pero no. La extraña niebla se propagó rápidamente por las poblaciones de Cha, Nyos y Subum, aledañas al lago. Entonces el silencio más ensordecedor y sombrío se adueñó de la zona. A la mañana siguiente, el lugar se convirtió en un auténtico cementerio, con un lago que ya no era del color de la tierra, sino rojizo y opaco. Familias enteras perdieron la vida aquella noche. Lo más parecido al fin del mundo.

Los periodistas que llegaron al lago de Nyos una vez la noticia se extendió como la pólvora describieron el escenario que se desplegó ante sus ojos como “las consecuencias de una gran bomba de neutrones”. “Quería hablar, mi respiración no salía. Oí a mi hija roncar de una manera terrible, muy anormal. Cuando crucé a la cama de mi hija, estaba muerta, estaban todos muertos. Decidí irme de ahí. Mientras caminaba a lo largo de Nyos no vi rastro de ningún ser vivo”, relató a ‘The Washington Post’ una de las pocas personas que lograron escapar del desastre natural. Hubo supervivientes, pocos, que fueron trasladados al hospital más cercano, el de Yaundé, la capital de Camerún. Su diagnóstico fue el de envenenamiento por una mezcla letal que incluía hidrógeno, CO2 y azufre.

Decenas de vacas muertas tras la tragedia del lago Nyos (Photo by Peter Turnley/Corbis/VCG via Getty Images)
Decenas de vacas muertas tras la tragedia del lago Nyos (Photo by Peter Turnley/Corbis/VCG via Getty Images)

La mayoría de las víctimas de la tragedia fueron encontradas en sus camas, durmiendo plácidamente. Murieron asfixiadas. Un panorama desolador que obligó al presidente del país a pedir ayuda internacional y declarar el lugar como zona catastrófica. Según contó a la BBC el investigador británico Peter Baxter, trasladado a Nyos para esclarecer lo sucedido, “la única vida que pudimos constatar eran las ranas, incluso dentro del agua, que son muy resistentes a las alteraciones. Había peces y vegetación muertos en la superficie del lago y en los márgenes. Todavía había cuerpo de personas y animales muertos esparcidos por las colinas”.

De acuerdo con las pesquisas de los geólogos, el terrible suceso se produjo después de la liberación de 1,6 millones de toneladas de dióxido de carbono que se propagó en una nube de gas hasta 25 kilómetros a la redonda del lago. Sin embargo, no existe consenso sobre el motivo que provocó esa liberación mortal. Aunque el lago de Nyos se emplaza en el cráter de un volcán, los estudios que se llevaron a cabo no son concluyentes. Algunos científicos hablan de un derrumbe, otros aluden a una erupción volcánica o, incluso, un terremoto. Sin embargo, en casi cuatro décadas, nadie ha podido desvelar a ciencia cierta qué ocurrió aquella noche fatídica. Lo único cierto es que el lago de Nyos, apodado ahora como “el lago asesino de Camerún” se llevó por delante 1.746 vidas, que no son cifras aisladas, sino personas, en apenas unos minutos. Unos minutos que fueron eternos y difíciles de olvidar.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR | EN VIDEO

La misteriosa nube que acabó con la vida de 1,700 personas en Camerún