El premio Nobel Otto Warburg no “descubrió que el cáncer es causado por una dieta antifisiológica”

El bioquímico y premio Nobel alemán Otto Heinrich Warburg no descubrió que el cáncer es causado por alimentos ácidos y falta de actividad física, contrario a lo que afirman entradas compartidas cientos de veces en redes sociales desde noviembre de 2024. Según una científica especializada, el investigador no refirió que la “acidez” de los alimentos o una poca actividad física causen cáncer. Además, expertos y estudios señalan que, aunque la mala alimentación y la inactividad física son factores de riesgo para esa enfermedad, los alimentos alcalinos no causan que el cuerpo sea menos ácido.

“La causa del cáncer fue descubierta por Otto Heinrich Warburg en 1923. La protección contra esta enfermedad mortal es muy sencilla”, afirman publicaciones en Facebook y X, en las que se afirma que el premio Nobel de 1931 descubrió que el cáncer es causado por una “dieta antifisiológica”, definida en las entradas como una alimentación que acidifica el organismo, así como por la falta de actividad física.

El extenso texto asegura que comer alimentos alcalinos, reduce la acidez del organismo y previene así el cáncer, mientras que supuestamente la quimioterapia acidifica aún más el organismo, empeorando la enfermedad.

El trabajo de Otto Warburg ha sido objeto de desinformación en el pasado. La AFP desmintió en 2021 afirmaciones erróneas atribuidas al premio Nobel, según las cuales el uso de mascarillas causaría cáncer.

Otto Heinrich Warburg fue un fisiólogo y bioquímico alemán nacido en 1883. Su trabajo sobre la respiración celular fue innovador dentro del estudio de las células cancerosas. Recibió el Premio Nobel en 1931 por “su descubrimiento de la naturaleza y el modo de acción de la enzima respiratoria”.

Angela Otto, profesora adjunta de la Facultad de Bioingeniería de Múnich, quien ha estudiado durante mucho tiempo el trabajo de Warburg, dijo a la AFP en enero de 2023 que no hay constancia de que el científico vinculara el consumo de ningún tipo de alimento en particular o de actividad física con el cáncer.

“No he encontrado pruebas de que Otto Warburg haya utilizado el término ‘estilo de vida antifisiológico’ o algo similar en sus trabajos científicos”, escribió Angela Otto a la AFP.

“En sus últimos años (después de 1956), mencionó los carcinógenos ambientales como posibles causas (‘secundarias’) de cáncer, que conducen a daños respiratorios y luego a la glucólisis anaeróbica (un proceso metabólico celular sin presencia de oxígeno) como la causa ‘principal’ del cáncer”, dijo Otto, y agregó que “la acidez no es un requisito previo para el crecimiento del tumor”.

La especialista agregó que Warburg “no aludió a la ‘acidez’ de los alimentos ni mencionó la falta de actividad física como causas del cáncer”.

Contrario a lo que afirman las entradas virales de que las células cancerosas no pueden sobrevivir en presencia de oxígeno, Angela Otto afirma que lo necesitan:

“En los últimos diez años, se ha demostrado que el metabolismo de las células cancerosas es muy flexible y adaptable, más de lo que Otto Warburg podría haber predicho hace 60 años. Además, las células cancerosas ‘sobreviven’ en presencia de oxígeno —¡lo necesitan!— y morirían si no hubiera oxígeno”, explicó.

Alimentos que “acidifican el organismo” no provocan cáncer

Las publicaciones también afirman que “una dieta antifisiológica (principalmente alimentos ácidos) y la inactividad física” crean “un ambiente ácido con un suministro deficiente de oxígeno”, el cual, afirman, provoca cáncer. Las entradas también concluyen que las personas deberían evitar los “alimentos que acidifican el cuerpo”.

Los científicos miden la acidez de una sustancia con una medida llamada “pH”, que va de 0 (extremadamente ácido) a 14 (extremadamente alcalino), donde un pH de 7 indica una solución neutra, es decir, ni ácida ni alcalina.

“El interés original en una dieta alcalina para el cáncer puede deberse a que algunos tumores pueden estar rodeados por un ambiente ácido (...) Sin embargo, el entorno ácido (...) es creado por el tumor, no a causa de él. Se desconoce si es de alguna ayuda para el tumor o simplemente un producto de desecho”, dijo Maria Petzel, nutricionista clínica del MD Anderson Cancer Center de la Universidad de Texas, en un artículo publicado en 2018 en el sitio web de esa institución.

“No existen buenos estudios que asocien la variación del pH del cuerpo con la buena o mala salud, ni la dieta puede influir en el pH de diferentes sistemas corporales. Las investigaciones demuestran que no existe una dieta o un alimento que puedan curar el cáncer. Sin embargo, una nutrición adecuada puede ayudarle a sentirse mejor y a tolerar mejor el tratamiento”, agregó.

Miloš Babić, biólogo molecular, neurobiólogo y director de investigación de la empresa Celldom, explicó a la AFP en febrero de 2023 que el cuerpo humano es “siempre ligeramente alcalino, con un pH entre 7,35 y 7,45, que es regulado con mucho cuidado por los pulmones y los riñones”.

“Si esto se altera, surgen problemas graves de inmediato; no hay que esperar a que se desarrolle el cáncer. Si hubiera un alimento que acidificara el organismo, pocas horas después de comerlo estaríamos en el hospital y probablemente no saldríamos con vida. Literalmente, nada que se pueda llamar comida o bebida puede acidificar el organismo”, detalló Babić.

El valor del pH de la sangre ronda el 7,4, que es un estado neutro. “Cualquier desviación significativa de ese valor es peligrosa. Un valor muy alcalino mataría células”, dijo Angela Otto a la AFP en abril de 2021.

El nutricionista Dominik Stanković también señaló a la AFP en diciembre de 2024 que no hay pruebas de que ningún tipo de dieta pueda cambiar el nivel natural de acidez del cuerpo y que los elementos ácidos o alcalinos excesivos liberados durante la digestión son filtrados rápidamente por los pulmones y los riñones.

“Este filtrado constante crea 'líquidos de desecho' que se eliminan del cuerpo a través, por ejemplo, de la orina, la saliva y el sudor. El pH de estos líquidos puede variar según lo que ingerimos, pero el pH de estas secreciones no se corresponde con el pH de nuestra sangre”, explicó Stanković.

En un metaanálisis publicado en 2016 en el British Medical Journal, que revisó 252 investigaciones sobre la eficacia de una dieta alcalina contra el cáncer, concluyó:

“A pesar de la promoción de la dieta alcalina y del agua alcalina por parte de los medios de comunicación y los vendedores, prácticamente no hay ninguna investigación real que respalde o refute estas ideas. (...) La promoción de la dieta alcalina y el agua alcalina al público para la prevención o el tratamiento del cáncer no está justificada”.

Los beneficios de la quimioterapia se comprueban en estudios clínicos

Las publicaciones virales también afirman que “la quimioterapia no cura, sino que agrava la acidez del cuerpo” y, por tanto, el cáncer.

El oncólogo Davor Kust, director de la Policlínica Anova y fundador de la red oncológica onkologija.net en Croacia, dijo a la AFP el 23 de diciembre de 2024 que la medicina se ha alejado de este tipo de teorías.

“El tratamiento oncológico actual se basa en investigaciones serias, no damos medicamentos sólo porque a alguien se ocurrió una idea. Todas las terapias oncológicas han pasado por estudios clínicos muy estrictos y regulados, que proporcionan datos bastante objetivos y reales, en los que se puede confiar”, afirmó Kust.

En un artículo en cróata sobre la quimioterapia, publicado en enero de 2024, Kust señala que la quimioterapia se puede usar para curar el cáncer, reducir el riesgo de que la enfermedad vuelva, ralentizar su crecimiento o reducir algunos síntomas. “Me temo que no es posible intentar curar a las personas modificando su dieta. Eso puede ayudar, pero no curar”, dijo Kust a la AFP.

La inactividad física es un factor de riesgo, no la principal causa del cáncer

“Lo único cierto en toda esta historia es que la actividad física y una buena dieta realmente reducen la probabilidad de cáncer (aunque no a cero, especialmente en la sociedad moderna, donde incluso las personas más sanas están expuestas al esmog y al humo del cigarrillo)”, dijo Babić.

El especialista explicó que las personas físicamente activas que comen bien, con abundantes alimentos de origen vegetal y verduras, entre otras cosas, tienen una mejor circulación, un sistema inmunológico más saludable, menos tejido graso y una mejor renovación de las células viejas que tienden a acumular la mayor cantidad de mutaciones.

“Todo esto en conjunto reduce la probabilidad de cáncer, así como de muchas otras enfermedades. Es bueno y beneficioso estar activo”, dice Babić.

El Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos (NCI, por sus siglas en inglés) señala en un informe sobre la relación entre la actividad física y esta enfermedad que las personas más activas tienen de 12 a 21% menos riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer en comparación con las menos activas.

El NCI también señala que el comportamiento sedentario puede estar asociado con un mayor riesgo de algunos tipos de cáncer.

Según el Informe de expertos de 2018 sobre la actividad física y el riesgo de cáncer publicado por el Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer, existe evidencia sólida de que la actividad física reduce el riesgo de cáncer de colon, mama y endometrio.

AFP Factual ya ha verificado otros contenidos con desinformación sobre el cáncer (1, 2, 3).

Referencias

• Perfil de Angela Otto

• Perfil de Maria Petzel

• Artículo del MD Anderson Cancer Center de la Universidad de Texas

• Perfil de Miloš Babić

• Perfil Dominik Stanković

• Metaanálisis publicado en 2016 en el British Medical Journal

• Perfil de Davor Kust

• Artículo de Davor Kust sobre la quimioterapia

• Artículo en Yale Medicine sobre la quimioterapia

• Entrada del NCI sobre la actividad física y el cáncer

• Informe del Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer