Los juicios de Hunter pueden complicarle y mucho a Joe Biden la reelección frente a Donald Trump

Hunter. Aunque para muchas personas ese nombre no resulte muy familiar, lo cierto es que puede jugar un papel decisivo en las elecciones presidenciales de Estados Unidos que van a tener lugar el próximo 5 de noviembre. No hay más que conocer su apellido, Biden, para saber que es uno de los hijos del actual presidente y que sus problemas con la justicia pueden comprometer las opciones de su padre para revalidar mandato.

Joe Biden y su hijo Hunter en una imagen de 2022. (Photo by NICHOLAS KAMM/AFP via Getty Images)
Joe Biden y su hijo Hunter en una imagen de 2022. (Photo by NICHOLAS KAMM/AFP via Getty Images)

Ni las primarias republicanas ni las demócratas han tenido historia. Tanto Donald Trump como Joe Biden se han impuesto de forma contundente a sus rivales y los electores van a tener que elegir entre los mismos candidatos de los comicios de 2020. Las diferencias entre ellos son mínimas, tal y como muestran las encuestas, por lo que cualquier factor puede inclinar la balanza a un lado o al otro.

Y en lo que respecta a las elecciones de 2024, parece claro que los tribunales van a jugar un papel protagonista. En el caso del magnate, el jurado ha declarado culpable a Trump de todos los cargos, un total de 34, en el caso de Stormy Daniels. El veredicto señala que el candidato republicano falsificó registros contables para encubrir el pago de un soborno a la actriz de cine porno con fines electorales.

Lógicamente, que un candidato a presidente sea condenado podría ser una carta muy poderosa en las manos de un rival, pero lo cierto es que Biden bastante tiene con preocuparse con cómo va a afectar a sus opciones los procesos que tiene abiertos Hunter.

Protesta contra Trump en Nueva York tras ser declarado culpable. (Photo by Selcuk Acar/Anadolu via Getty Images)
Protesta contra Trump en Nueva York tras ser declarado culpable. (Photo by Selcuk Acar/Anadolu via Getty Images)

Este 3 de junio se ha iniciado un juicio penal por posesión ilegal de armas. Los hechos se remontan a 2018, un período en el que ha admitido que era adicto al crack. Tras la muerte de su hermano Beau en 2015 por un cáncer, cayó en una espiral de drogas y alcohol y adquirió un arma durante 11 días, rellenando en el formulario de compra de armas que no consumía drogas.

El proceso ha tenido lugar tras el fracaso de un acuerdo de culpabilidad que habría evitado el juicio en mitad de la campaña electoral. Si finalmente es declarado culpable, se enfrenta a una pena máxima de 25 años de prisión, aunque a los delincuentes primerizos no se les suele aplicar el máximo y ni siquiera está claro que fuera a la cárcel.

Hunter, además, tiene otro juicio pendiente en California en el que se le acusa de no pagar 1,4 millones de dólares en impuestos.

Por tanto, habrá que ver cómo afectan las decisiones de los tribunales en la campaña. Normalmente, estos escándalos no suelen tener una especial incidencia para Donald Trump. En este sentido, su estrategia de despreciar a las instituciones le suele funcionar muy bien con su electorado. Han sido varias las veces en las que el magnate ha asegurado vivir "una persecución política".

Para Biden sí que puede tener más impacto. No cabe duda que el líder republicano va a atacar duramente a su rival por los procesos judiciales de su hijo, que se unen a otros problemas que está viviendo en su mandato. Es el caso de la persistente inflación, su criticada actuación en Gaza o las dudas sobre su estado de salud y la idoneidad de que vuelva a ser candidato debido a sus recurrentes fallos de memoria y lapsus.

La teoría nos dice que el efecto de los juicios de un lado y del otro debería hacer tender al equilibrio, pero lo cierto es que por lo antes mencionado es Biden quien más tiene que perder. Más allá de los problemas de su hijo, puede recibir ataques por los fallos de su gestión, mientras que Trump solo deberá defenderse de sus propios procesos y seguramente siga insistiendo en el mensaje de que es una conspiración contra su persona.

Ahora mismo estamos en un empate casi total. El promedio de encuestas muestra que la distancia entre Trump, que lidera, y Biden, que persigue, es de poco más de un punto. 41,1% por 39,8%. Unas diferencias insignificantes que hacen que cada voto cuente y que cada estado pueda ser decisivo para elegir al próximo presidente. Veremos cómo influye Hunter en la campaña.

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