Candela Díaz, Camila Duarte, Juana Cángaro y Milagros Díaz, las cuatro futbolistas de River detenidas en una prisión de San Pablo después de gestos racistas y una gresca posterior, aún no saben cuándo serán liberadas, por lo que existe la posibilidad de que pasen la Navidad tras las rejas, luego de haber estado en la Comisaría 6ª de esa ciudad.

Este lunes, la abogada paulista Thais Sankari presentará un hábeas corpus para intentar garantizar la liberación inmediata de las jugadoras. Esta herramienta legal busca proteger la libertad de las detenidas, argumentando que su privación es desproporcionada. Sin embargo, aunque el hábeas corpus es un recurso ágil, los tiempos judiciales brasileños podrían retrasar una resolución, ya que se prevé la convocatoria a una audiencia previa antes de tomar una decisión.

En ese sentido juega muy en contra el contexto, ya que el 24 y el 25 de diciembre son fechas complejas y con casi nula actividad en el plano jurídico brasileño. Mientras, desde el Club Atlético River Plate, aseguran estar trabajando activamente para acelerar el proceso y lograr que las jugadoras puedan regresar al país antes de las fiestas. Sin embargo, el panorama es incierto, y las detenidas atraviesan momentos de angustia mientras esperan el fallo judicial.

Se estima que dentro de las 24 horas de presentado el recurso legal, el juez debe pedir que se presenten ambas partes a una audiencia y recién cuando eso termina, se toma una decisión. Si la máxima autoridad considera que la detención es legal puede rechazar el hábeas corpus y seguir adelante con la causa. Si no, liberará a las jugadoras. El gran problema aquí son las fechas, debido a que las 24 horas se cumplirán este martes, que es 24 de diciembre (Nochebuena), y no hay actividad judicial en Brasil, como así tampoco el 25 (Navidad).

Un bochorno

La excursión del equipo femenino de River a Brasil terminó en un verdadero escándalo. Las chicas del conjunto millonario disputaron la Ladies Cup 2024, en la que cosecharon empates frente a Atlético Paranaense y Sport Recife. Pero este viernes, en el epílogo de su participación, ante Gremio, todo terminó de muy mala manera.

El partido estaba igualado 1 a 1 cuando se desencadenaron hechos bochornosos, una pelea generalizada y la expulsión de seis futbolistas argentinas que determinaron la suspensión del encuentro. Entre las razones se contaron gestos de racismo que las jugadoras de River hicieron hacia sus rivales.

Los incidentes entre las jugadoras de River y Gremio

River se puso adelante en el marcador con un tanto de Julieta Romero, pero a los 35 minutos el equipo local igualó a través de Maria Dias. Una de las futbolistas brasileñas celebró mostrándoles a sus rivales el escudo de Gremio, gesto que encendió el descalabro posterior.

Hubo empujones y corridas fuera de los límites del campo de juego, en la pista de atletismo, donde las futbolistas de River incluso corrieron a un alcanzapelotas. En medio de eso, los gestos racistas que realizó Candela Díaz, simulando a un mono, hacia una alcanzapelotas fue capturado en video, lo que desencadenó una serie de hechos que culminaron con la detención de cuatro integrantes del plantel: Díaz, Camila Duarte, Jana Cángaro y Milagros Díaz.

El gesto de Candela Díaz, imitando a un mono

La situación legal de Candela Díaz es particularmente compleja, debido a la evidencia registrada del acto discriminatorio, mientras que sus compañeras enfrentan acusaciones por conductas discriminatorias derivadas del mismo contexto. En Brasil, los delitos de racismo son considerados graves y castigados con penas severas.

El incidente tuvo un impacto inmediato en el plano deportivo. El partido entre River y Gremio, que terminó empatado 1-1 en tiempo regular, fue adjudicado al equipo brasileño con un resultado de 3-0 tras la suspensión por los disturbios. Además, River fue sancionado con una prohibición de dos años para participar en la Ladies Cup, lo que representa un golpe significativo a la imagen institucional del club.

El enfrentamiento se terminó luego de que el árbitro Marcio Mattos dos Santos expulsara a seis deportistas de River -las cuatro detenidas, la arquera Lara Esponda y la volante Julieta Romero, autora del primer gol del partido-, razón por la cual el conjunto millonario no pudo disponer del número mínimo de deportistas para seguir jugando. Con esto, el equipo de Rio Grande do Sul avanzó a la final, este domingo, en la que derrotó a Bahía 2-1 por penales, después de que el partido terminara 1-1.

“Situaciones como esta no pueden seguir sucediendo. ¿Hasta cuándo vamos a seguir fingiendo que no hay racismo, que no hay machismo?”, dijo Thaissan Passos, entrenadora del Gurias Grêmio -como se conoce al equipo femenino del Gremio- en una entrevista con SporTV después del episodio. Y agregó: “Espero que en el próximo momento hablemos de fútbol, de táctica, de resultados. Y no de lo que pasó hoy. Es una pena y esto termina empañando la competencia y la grandeza que es el desarrollo del fútbol femenino y el momento en que están en la vida”

En un comunicado oficial que solo se publicó en la cuenta de fútbol femenino (40.000 seguidores) y no fue replicado por el que abarca a todo el club (6 millones), River repudió los hechos y afirmó que aplicará sanciones internas a las jugadoras involucradas. Asimismo, el club asumió el compromiso de implementar medidas preventivas para evitar futuros actos discriminatorios y mitigar el daño a su reputación.

“La organización refuerza su posición antirracista y reafirma que nunca tolerará casos de esta naturaleza”, destacó el comunicado del Comité Organizador de la Brasil Ladies Cup.

Asimismo, en un comunicado oficial, Gremio también expresó su indignación por la situación. El equipo de Rio Grande do Sul también reveló que “los atletas también fueron víctimas de palabras y gestos racistas por parte de sus oponentes”.