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Herederos del miedo: el niño de 10 años que se escondió de la Policía “porque mataron a George Floyd”

Eliah, el niño de 10 años que se escondió de la policía porque "mataron a George Floyd".
Eliah, el niño de 10 años que se escondió de la Policía porque "mataron a George Floyd".

La escena habla por sí sola. Eliah, un niño de 10 años de edad, juega al baloncesto en la parte delantera de su casa. En un momento dado, deja de botar la pelota, parece que ha visto algo. Un coche de Policía aparece por el lado izquierdo de la carretera y el pequeño se esconde. Cuando ve que el vehículo pasa de largo, sigue jugando tranquilo.

Stacie Pierre-Louise es el padre del pequeño y presenció la escena desde el interior de la vivienda, ubicada en Connecticut. Hace unos días publicó el vídeo en Instagram, una decisión que no ha sido fácil y que ha ido acompañada de una reflexión que ejemplifica el temor que la población negra le tiene a la autoridad en una institucionalización del miedo que no entiende de clases sociales, sino de razas.

“Me ahorraré el dramatismo, pero crecer negro o mulato significa, en la mayoría de las ocasiones, temer a la Policía vs. admirarlos”, afirmó en el post que publicó en Instagram. “Vivo en un barrio rico de Trumbull con un sistema escolar muy bueno. Este chico tiene la oportunidad de hacer/ser lo que quiera a diferencia de muchos chicos que se parecen a él porque los recursos no están disponibles. ¿Por qué siente que tiene que esconderse cuando no está haciendo nada malo?”, cuestionó.

En su comentario, Pierre-Louise confesó que le formuló esa misma pregunta a su hijo cuando entró en la casa después de jugar. A lo que el pequeño contestó: “porque mataron a George Floyd”.

Comenzó entonces la difícil tarea de afrontar la realidad, ese momento en que un padre tiene que decidir cómo abordar un tema tan sensible como el racismo sistémico y el abuso policial, y dar una bocanada de aire para encontrar la argumentación más serena sobre por qué ser negro en Estados Unidos lleva implícito el convertirse en una potencial víctima. No siempre se acierta en la exposición.

“Aturdido, le respondí; bien chico. No sabía, y todavía no sé, qué decirle para mejorarlo. Un gerente de mi trabajo me dijo que le dijera que hacer lo que hizo es ridículo y que le enseñara a no temerle a la Policía. En el fondo no sé si es verdad, tal vez lo mejor sea mantenerse al margen.

No aprendió este comportamiento en casa. Le mostramos películas para que no vea las noticias y no hablamos mal de la Policía”, señaló antes de finalizar con una pregunta que provocó muchas respuestas: “¿Qué le dirías?”.

El vídeo se hizo viral, hasta tal punto que LeBron James también lo compartió con un mensaje categórico: “Me parte el corazón”. Y a quién no. El problema de todo un país resumido en unas imágenes de pocos segundos, el miedo de toda una raza materializado en la reacción de un pequeño que sin estar expuesto a esta realidad ya ha aprendido lo que significa ser negro.

Según UNICEF, los padres no pueden quedarse callados cuando se les plantea hablar de este asunto a sus hijos. “Algunos padres se preocupan por exponer a sus hijos a cuestiones como el racismo y la discriminación a una edad temprana. Otros rehúyen hablar de algo que ellos mismos no entienden o no se sienten cómodos discutiendo”, explicó la organización en un comunicado. “Los bebés notan diferencias físicas, incluyendo el color de la piel, desde los 6 meses. Hay estudios que demuestran que a la edad de 5 años, los niños pueden mostrar signos de prejuicios raciales. Ignorar o evitar el tema no es proteger a los niños, es dejarlos expuestos a los prejuicios que existen dondequiera que vivamos”.

Según recomienda UNICEF, a los menores de cinco años es necesario celebrar y reconocer las diferencias raciales, ser abiertos y usar criterios justos. A los niños que tienen entre seis y 11 años, les viene bien potenciar su curiosidad con respecto al racismo, discutir sobre las noticias juntos y hablar de manera abierta; y a los que tienen más de 12 años, según la organización, se les cuestiona sobre sus conocimientos y se les invita a ser proactivos.

Varios días después de su publicación, Pierre-Louise concedió una entrevista a CBS en la que reconoció que el vídeo ha generado un aluvión de mensajes y empatía hacia su hijo y él. Las imágenes han tocado la fibra sensible de una población negra que se siente identificada con ese sentimiento.

“Espero que este video pueda ser usado como una herramienta que ayude a continuar uniéndonos en esta lucha e inspirar un cambio para mejor. Mi prioridad como padre y hombre de familia es proteger a mi hijo y a mis hijos de las atrocidades e injusticias del mundo y proporcionarles las herramientas para que sean miembros íntegros, productivos y valientes”, señaló. “Desafortunadamente, en estos tiempos y por razones que todos vemos a diario, es difícil. Pero como muchos padres están haciendo, sólo puedo continuar educando y preparando a mi hijo con la verdad y armarlo con las herramientas para continuar creando el cambio. Espero que cuando se convierta en un hombre, pueda hacer lo mismo por su familia”, sentenció.

El episodio de Eliah y de su padre, no es más que otro capítulo más del día a día que vive la enorme minoría negra de un país fracturado, en el que hay gente que prefiere no llamar a la Policía por si acaso. Llegar al punto en el que se confunde lo que debería ser el paradigma de la seguridad - propiamente dicha - y de la protección, con una amenaza real, genera una tristeza que desalienta a buena parte de la población. Más aún si viene de un niño que, como millones de estadounidenses, se ha convertido en otro heredero del miedo.

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