¿Por qué Israel envió tropas a Líbano?
Israel dice que pretende paralizar las fuerzas de Hizbulá en una zona del sur del Líbano que el grupo armado controla y donde ha construido túneles que se adentran en Israel.
Israel e Hizbulá han librado guerras con anterioridad, la última en 2006, un conflicto de un mes de duración que terminó con una resolución de alto al fuego de las Naciones Unidas en la que se instaba a ambas partes a retirarse de una zona de amortiguación de 32 kilómetros en el sur del Líbano a lo largo de la frontera norte de Israel.
Pero Hizbulá nunca se retiró de la región, y los soldados israelíes cruzaron la zona a última hora del lunes en lo que el ejército israelí calificó de operación “limitada”.
Aquí por qué Israel dijo que había enviado fuerzas terrestres al Líbano:
¿Cuál es el objetivo de Israel?
La invasión, que el ejército israelí confirmó a primera hora del martes, tiene como objetivo paralizar las fuerzas e infraestructuras de Hizbulá en una zona del sur de Líbano que el grupo armado controla, y donde se sabe que construye túneles subterráneos que se adentran en Israel.
La incursión se produce tras dos semanas de intensos ataques aéreos israelíes y ataques contra el grupo armado libanés respaldado por Irán, con explosiones de buscapersonas y radios de dos vías o walkie talkies. Las autoridades israelíes dijeron que los ataques pretendían en parte eliminar a los líderes del grupo; un ataque aéreo el viernes mató al líder de Hizbulá, Hassan Nasrallah. Pero las autoridades también habían sugerido que los ataques podrían eliminar la necesidad de una invasión terrestre.
Hizbulá ha lanzado ataques aéreos casi diarios contra posiciones israelíes desde el pasado octubre. El grupo dice que sus ataques son en solidaridad con Hamás, que atacó Israel el 7 de octubre, lo que llevó al ejército israelí a entrar en guerra en Gaza.
¿Por qué ataca Israel el sur del Líbano?
El sur del Líbano es una zona accidentada, llena de valles escarpados en los que los defensores pueden tender fácilmente emboscadas a un ejército invasor, un factor que puede haber condicionado la planificación militar israelí. Lo escabroso del terreno ha ayudado históricamente a las facciones de la región a defenderse e Hizbulá ha utilizado la geografía en su beneficio en guerras anteriores con Israel.
Los líderes militares israelíes llevaron a cabo durante meses ejercicios de preparación para los soldados que podrían ser enviados a luchar en la región, ejercicios que anunciaron durante todo el verano y hasta el otoño.
No está claro hasta qué profundidad se adentrarán las fuerzas israelíes en el sur del Líbano durante esta operación terrestre. El martes, el ejército israelí pidió a los residentes de más de dos decenas de ciudades y pueblos que evacuaran y se trasladaran al norte del río Awali, que está a más de 24 kilómetros de la frontera israelí en su punto más cercano.
¿Qué es la Resolución 1701 de la ONU?
La Resolución 1701 de las Naciones Unidas, que puso fin a la guerra de 2006, pedía a los soldados israelíes que se retiraran del sur del Líbano a una zona de los Altos del Golán por debajo de lo que se conoce como la Línea Azul, y a Hizbulá que se retirara al norte del río Litani, que discurre al sur del Awali. La zona comprendida entre el Litani y la frontera, donde se habían producido gran parte de los combates, se convertiría en una zona de amortiguación.
La resolución pedía que la zona fuera controlada por el ejército libanés y las Fuerzas de paz de las Naciones Unidas. Una fuerza de paz de la ONU ha permanecido en la zona, pero la resolución nunca se aplicó en su totalidad.
Hizbulá ha argumentado que su presencia en la zona de seguridad está justificada porque Israel sigue ocupando territorio libanés. Aunque la ONU consideró que Israel se había retirado totalmente de Líbano en 2000, permaneció en una zona conocida como Granjas de Shebaa, que la ONU considera parte ocupada de Siria. Líbano e Hizbulá afirman que la tierra es libanesa.
La resolución preveía la desmilitarización de Hizbulá, pero el grupo solo ha ganado poder político y militar. En 2008, Israel intentó entablar conversaciones de paz con el gobierno libanés, pero fue rechazado, en gran parte porque Hizbulá había ganado poder político en un acuerdo con el gobierno libanés.
Israel sostiene que Hizbulá ha aumentado su arsenal de misiles dirigidos a la frontera norte de Israel y ha construido más túneles subterráneos que permitirían al grupo infiltrarse y atacar Israel, como hizo en 2006. En 2018, una operación militar israelí descubrió túneles construidos por Hizbulá, lo que llevó a Israel a pedir una acción internacional. Las fuerzas de la ONU en Líbano confirmaron la presencia de túneles.
Según los expertos, Hizbulá posee quizás el mayor arsenal de todos los grupos armados del mundo, excluidos los gobiernos. Un informe publicado en marzo por el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, organización de investigación con sede en Washington, estimaba el arsenal de Hizbulá entre 120.000 y 200.000 cohetes y misiles, incluidos misiles balísticos guiados, misiles balísticos no guiados de corto y medio alcance y cohetes no guiados de corto y largo alcance.
La situación actual
El mes pasado, mientras Israel intensificaba sus ataques aéreos contra Hizbulá, el ministro de Asuntos Exteriores israelí, Israel Katz, envió una carta a las Naciones Unidas en la que argumentaba que el ejército israelí pretendía frustrar los planes del grupo armado de infiltrarse en Israel y pedía la aplicación de la Resolución 1701.
Las autoridades israelíes temen desde hace tiempo que Hizbulá lleve a cabo el tipo de ataque que Hamás protagonizó el 7 de octubre del año pasado, la incursión que mató a unas 1200 personas y desencadenó la guerra en Gaza.
Hizbulá ha sufrido serios golpes, además de la pérdida de su líder, en la intensificación de los ataques israelíes que precedieron a la actual invasión, incluidos los intensos ataques aéreos cerca de Beirut y en esta ciudad durante el fin de semana. Pero Hizbulá ha seguido lanzando cohetes contra el norte de Israel —y ocasionalmente contra el centro del país—, lo que demuestra su capacidad de resistencia.
Patrick Kingsley, Matthew Mpoke Bigg e Isabel Kershner colaboraron con reportería.
Ephrat Livni es reportera para el boletín DealBook del Times, afincada en Washington. Más de Ephrat Livni
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