Los talibanes prohíben las ventanas en los edificios y casas para que las mujeres no sean vistas

En Afganistán, los talibanes han prohibido la colocación de ventanas de los edificios o casas para impedir que se vea a las mujeres desde afuera.

Hibatullah Akhundzada, líder talibán, decretó que las viviendas no tuvieran ventanas en los ambientes donde pudiera haber una mujer sentada o de pie.

La orden se aplica tanto a las construcciones nuevas como a las ya existentes, según el decreto de cuatro cláusulas publicado por el vocero del gobierno, Zabihullah Mujahid, en la red social Twitter/X a última hora del sábado.

En el texto, se establece que los nuevos edificios no deben tener ventanas desde las que se pueda ver “el patio, la cocina, el pozo de agua del vecino y otros lugares habitualmente utilizados por las mujeres”, según informa AFP.

Y se agrega: “Ver a las mujeres trabajando en las cocinas, en los patios o recogiendo agua de los pozos puede dar lugar a actos obscenos”.

Heather Barr

Además, se estipula que, en las propiedades con ventanas que no respeten la nueva ley, se instará a los propietarios a construir un muro o bloquear la vista “para evitar causar molestias a los vecinos”.

Heather Barr, subdirectora delegada del departamento de derechos de la mujer de la ONG Human Rights Watch, declaró a The Independent: “La gente se ha referido, metafóricamente, a cómo los talibanes están eliminando a las mujeres; sin embargo, no es metafórico en absoluto, y cada día se nota más”.

Agregó: “Ya les han prohibido hablar en público y ahora les impiden incluso mirar por la ventana, básicamente”.

Finalizó: “Están impidiendo que las mujeres sean vistas y están impidiendo que las mujeres vean el mundo. Es una deshumanización total de la mujer y está pasando, claramente. No tenemos ni idea de cómo acabará esto”.

Los talibanes, un grupo islamita extremista que gobernó Afganistán en el pasado, les han prohibido a las mujeres trabajar, educarse y asistir a lugares públicos. Asimismo, desde que tomaron el poder tras la retirada de las fuerzas estadounidenses y británicas en 2021, les han prohibido participar en cualquier deporte.

Hoy en día, las mujeres de Afganistán tienen prohibido ir a la peluquería, al gimnasio e incluso hablar o rezar en público.

Un mes después de tomar Kabul, el Ministerio de Educación talibán prohibió la asistencia de niñas y mujeres a las escuelas. Por otro lado, los dirigentes talibanes anunciaron que las niñas solo pueden estudiar hasta el sexto año, y que la medida se aplicaría a los institutos y universidades en diciembre de 2022.

Mientras los talibanes emiten el decreto de prohibición de las ventanas, han declarado también que cerrarán todas las ONG nacionales y extranjeras en Afganistán que empleen a mujeres.

Dos años antes, les habían ordenado a las ONG que suspendieran a las empleadas mujeres, ya que alegaban que no utilizaban correctamente el velo islámico.

En una carta publicada en X el domingo por la noche, el Ministerio de Economía advirtió que, en caso de incumplimiento de la última medida, las organizaciones ya no podrían operar en Afganistán.

Desde Naciones Unidas afirmaron que el rol de la mujer en la sociedad afgana se ha reducido drásticamente en los dos últimos años y reiteró su pedido a los talibanes para que den marcha atrás con las medidas.

“Esto afecta profundamente a la forma en que podemos proporcionar asistencia humanitaria a toda la población de Afganistán”, declaró Florencia Soto Nino-Martínez, vocera adjunta de la ONU.

Y agregó: “Y, obviamente, estamos muy preocupados por el hecho de que estamos hablando de un país en el que se le niegan los derechos de la mitad de la población, un país que vive en la pobreza y en el que muchas personas, no solo las mujeres, se enfrentan a una crisis humanitaria”.

El Ministerio declaró que era responsable del registro, coordinación, dirección y supervisión de todas las actividades realizadas por organizaciones nacionales y extranjeras.

De esta manera, el gobierno vuelve a impedir que las mujeres trabajen en instituciones no controladas por los talibanes.

Es el último intento de los talibanes de controlar o intervenir en la actividad de las ONG.

A principios de este mes, el Consejo de Seguridad de la ONU se enteró de que a una proporción cada vez mayor de trabajadoras humanitarias afganas se les impedía realizar su labor, a pesar de que dicho trabajo es esencial.

Según Tom Fletcher, funcionario de alto rango de la ONU, también ha aumentado el número de organizaciones humanitarias que informan que su personal femenino o masculino ha sido detenido por la policía de la moral talibán.

Sin embargo, los talibanes niegan que estén impidiendo que las ONG puedan llevar a cabo su trabajo o interfiriendo en sus actividades.

Artículo elaborado con informes adicionales de AP

Traducción de María Luz Avila