Invasión en el AMBA: un mosquito con presencia desde Bolivia hasta Tierra del Fuego que resiste al frío

La especie Aedes Albifasciatus, o mosquito de inundación, es una de las que persiste a pesar de las bajas temperaturas
La especie Aedes Albifasciatus, o mosquito de inundación, es una de las que persiste a pesar de las bajas temperaturas - Créditos: @Pexels

Después de un largo período de humedad y días templados, el frío comienza a ganar terreno anticipándose a la llegada del invierno. Las bajas temperaturas se sintieron esta semana en todo el país y el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA) registró las temperaturas más bajas de lo que va del año. Sin embargo, estas condiciones no alcanzaron para que los mosquitos desaparecieran y dejen de causar molestias como está ocurriendo desde hace varios meses. La propagación del dengue ya está quedando atrás, aunque hay otras variantes de mosquitos que pueden soportar las bajas temperaturas y están en condiciones de permanecer algunas semanas más.

Son los mosquitos culex quinquefasciatus y aedes albifasciatus que se adaptan a las bajas temperaturas como las registradas esta semana en la ciudad y el conurbano, con temperaturas que fueron desde los 7° hasta los 18°. Los de la segunda especie pueden desplegarse por todo el país, incluso llegar hasta Tierra del Fuego, y su amplitud de adaptación les permite también poblar las comunidades de Bolivia, Paraguay y Brasil.

El Aedes Aegypti está en retirada debido a que es la especie con menor adaptación a las bajas temperaturas
El Aedes Aegypti está en retirada debido a que es la especie con menor adaptación a las bajas temperaturas

Son los llamados mosquitos de inundación que aparecieron en varias invasiones desde principio de año y con la característica de colocar sus huevos en el barro. Los huevos sobreviven a las bajas temperaturas y cuando hay lluvias abundantes, como la que hubo hace unos diez días, se cubren de agua y empiezan a nacer las larvas para completar el ciclo. Que lleguen hasta el sur del país nos da una pauta de que pueden resistir las bajas temperaturas”, explicó Laura Harburguer, investigadora del Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa perteneciente al Ministerio de Defensa. “A medida que transcurran los días continuados de bajas temperaturas la actividad de estos mosquitos irá cesando y desaparecerán”, amplió.

Estas dos especies, más el Aedes aegypti, son las generan las comunidades de mosquitos presentes en los ambientes urbanos en la región centro del país. El Aedes aegypti, de origen tropical y subtropical adaptado a los ambientes más templados, es el primer mosquito que desaparece porque no tiene la capacidad de tolerar el frío. Con temperaturas estables de entre 14 y 15 grados durante cinco o más días, el mosquito transmisor del dengue comienza a morir por lo que el brote dejó de ser una preocupación.

En la ciudad, según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), los días más fríos en la ciudad de Buenos Aires ya quedaron atrás, aunque seguirán las mínimas de entre 7° y 8° con máximas no superiores a los 18°. Desde la semana que viene se pueden esperar más registros típicos de mayo, con temperaturas de entre 11° y 19°.

Los especialistas recomiendan limpiar todos los recipientes para eliminar, en los próximos meses, todos los huevos que podrían haber quedado del aedes aegypti
Los especialistas recomiendan limpiar todos los recipientes para eliminar, en los próximos meses, todos los huevos que podrían haber quedado del aedes aegypti

“El de mayor presencia puede ser el aedes albifasciatus, el más tolerante al frío. En el centro del país, como pasó en Córdoba, las temperaturas fueron más bajas que en Buenos Aires, entonces la disminución de los mosquitos fue más abrupta. De hecho, hemos tenido temperaturas mínimas de un grado. Estos mosquitos desaparecen con temperaturas más bajas”, aportó el biólogo Adrián Diaz, director del Laboratorio de Arbovirus del Instituto de Virología de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Córdoba e investigador independiente del Conicet.

Díaz contó, también, que los mosquitos pueden cambiar su comportamiento alimenticio a causa de las bajas temperaturas. “Cuando hace frío pueden picar durante el día y no esperar a la noche, como lo hacen habitualmente”, agregó.

Foto y película

Para Alejandro Inti Bonomo, director de la carrera de Gestión Ambiental en la UADE, la presencia de los mosquitos se explica por un efecto “de foto y película” en el que se debe analizar la situación actual con lo que viene ocurriendo desde hace unos meses. “Como factor catalizador decimos que por el cambio climático hay muchos mosquitos, pero ahora hace frío. ¿Cómo se explica? Cuando uno ve la foto se ve que hace frío y mosquitos; pero cuando en la película vemos que desde el verano estamos con mayor población de mosquitos por lluvias y temperaturas abultadas, lo que permitió la acumulación de huevos. Eso es cambio climático”, ejemplificó.

Con respecto de la resistencia al frío de los adultos que aún permanecen en los ambientes, las características que van adquiriendo los ejemplares de culex quinquefasciatus y aedes albifasciatus se van fijando en las poblaciones y eso les permite una mayor adaptación a los entornos. “Esto pasa a lo largo de sucesivas generaciones. Por diferentes razones particulares en esta especie, era un beneficio tener resistencia al frío. Entonces, aquellos individuos que toleran el frío se reproducen entre sí y, por lo tanto, su descendencia tolera también mejor el frío. Esta característica se fija en la población de esta especie a lo largo de sucesivas generaciones y se van adaptando”, detalló Harburguer.

Los especialistas consultados coinciden en que el Aedes aegypti bajó su actividad de manera significativa y que los próximos meses serán importantes para la prevención del próximo verano cuando suba la temperatura y se generen condiciones más aptas para la propagación del dengue.

“Vemos que ya casi no hay Aedes aegypti, pero lo que sí sobrevive al invierno son los huevos. Entonces, esta es la temporada ideal para revisar los posibles criaderos que hayan quedado y eliminar el agua. Sobre todo, cepillar esos criaderos porque los huevos quedan adheridos a las paredes. Si bien ahora el adulto desapareció, hay que estar atento para la próxima temporada”, aconsejó Harburguer.

Bonomo, sobre este punto, aportó: “Se podría decir que los próximos meses serían la precuela del verano porque habrá huevos del Aedes aegypti que ya están puestos, que pueden durar tranquilamente un invierno. Por eso la importancia de descacharrar y hacer las tareas de prevención para empezar el verano con la menor cantidad de mosquitos”.