Edmundo González Urrutia es una gran opción para la oposición venezolana, pero lo tiene difícil contra Maduro

Faltan solo tres meses para las elecciones de Venezuela, que se celebrarán el 28 de julio, y la oposición ya tiene al candidato con el que va a intentar acabar con más de dos décadas de chavismo: Edmundo González Urrutia. Un diplomático de carrera, con una amplia experiencia y, a priori, con pocas posibilidades de vencer a Nicolás Maduro.

La oposición venezolana ha elegido a Edmundo González Urrutia como candidato, (Photo by Marcos del Mazo/LightRocket via Getty Images)
La oposición venezolana ha elegido a Edmundo González Urrutia como candidato, (Photo by Marcos del Mazo/LightRocket via Getty Images)

Ciertamente, el currículum del recién elegido candidato de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) no deja lugar a dudas de su valía. Es experto en Estudios Internacionales de la Universidad Central de Venezuela y también tiene un máster en Relaciones Internacionales de la American University de Washington, Estados Unidos.

González Urrutia fue embajador venezolano en Argelia (1991-1993) y en Argentina (1998-2002), durante los primeros años de Hugo Chávez. Precisamente, él tuvo que preparar la visita del entonces presidente a Buenos Aires. Tiene una larga trayectoria y es muy respetado en el ámbito político y diplomático.

No cabe duda que se trata de un perfil excelente para la oposición y una figura que despertaría un amplio consenso a nivel internacional en el caso de victoria, pero sus opciones de poder desbancar al actual régimen son escasas por varios motivos.

En primer lugar, por las escasas garantías con las que cuentan estos comicios. Ya en las elecciones de 2018, importantes instituciones internacionales, como la Unión Europea, Naciones Unidas o la Organización de Estados Americanos (OEA), rechazaron la convocatoria por falta de transparencia y de mecanismos confiables de validación electoral.

En este sentido, Amnistía Internacional ya ha señalado la alarmante escalada de persecución contra voces críticas y disidentes de cara a los comicios de 2024. Es decir, González Urrutia no solo lucha por convencer a los electores, sino que también se enfrenta a todos los resortes de un régimen que va a hacer todo lo posible para mantenerse. Unas elecciones limpias y en igualdad de oportunidades parecen una quimera ahora mismo.

Sin embargo, enfrentarse a todo un sistema electoral corrupto no es el único escollo que el candidato deberá superar. También deberá afrontar el desconocimiento que la sociedad venezolana tiene de él. Se trata de un gestor que ha desarrollado toda su carrera profesional a la sombra. Ese aprecio que suscita en los círculos diplomáticos y políticos se torna en ignorancia cuando se lleva su nombre al foco público.

A diferencia de otros líderes opositores, como Leopoldo López o Juan Guaidó, que llevaron su enfrentamiento con el chavismo a las calles, González Urrutia tiene un perfil más comedido y ahora, sin apenas tiempo, la oposición tiene que darle a conocer. Ofrece experiencia y gestión, pero el carisma no es uno de sus puntos fuertes y le puede costar conectar con la sociedad.

María Corina Machado era la primera opción de la oposición. (Photo by JUAN BARRETO/AFP via Getty Images)
María Corina Machado era la primera opción de la oposición. (Photo by JUAN BARRETO/AFP via Getty Images)

Y es que no se puede olvidar que el candidato puede ser una opción buena y solvente, pero no era, ni mucho menos, la primera carta en la mano de la oposición. El nombre que iba a aparecer en la papeleta era el de María Corina Machado, una opositora con muchos años a sus espaldas mostrando su férreo rechazo al chavismo. Pero su inhabilitación, y también la de Corina Yoris, que era el plan B, le han impulsado, aunque lógicamente, carga sobre sus espaldas el hecho de que no iba a ser el candidato.

Al respecto, hay que hacer la puntualización de que este diplomático ni siquiera quería presentarse. Han sido más las circunstancias y las necesidades de la oposición que su propia voluntad las que han hecho que su nombre termine en las boletas electorales.

¿Hay posibilidad de cambio?

En definitiva, González Urrutia debe luchar contra un régimen que no quiere que gane, una oposición para la que no era la mejor opción y una sociedad que no le conoce. Hándicaps que quizás sean demasiado fuertes como para poder pensar en una victoria que, además, acabe con más de una década de Maduro y más de dos de chavismo.

Pero el apoyo de Machado puede ser determinante. Según una encuesta de la firma Clearpath Strategies replicada por la consultora Politiks, un 41 % de los consultados votaría por González Urrutia si Machado “diera el endoso”. Le sigue Maduro con 21 % de intención de votos. Es decir, tendría una sólida ventaja, lo que puede dar esperanza en el resultado.

Están por ver las condiciones en las que finalmente se celebran las elecciones y si la oposición consigue competir en igualdad de condiciones. De ser así, podríamos ver un cambio político en Venezuela mucho tiempo después, pero ciertamente el camino va a estar lleno de dificultades.

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