Cómo Ecuador ha pasado de ser un remanso de paz al país más violento de la región

Casi 20 asesinatos diarios. Cerca de 300 al mes. 3.513 entre enero y junio de 2023. Las cifras hablan por sí solas del grave problema de seguridad que tiene Ecuador, un país de menos de 20 millones de habitantes que hasta hace apenas unos años era un ejemplo de paz en la región. Ahora se ha convertido en el más violento con los homicidios multiplicándose año a año.

Las autoridades ecuatorianas tenían como objetivo entre 2011 y 2017 pasar de una tasa de 15 homicidios por cada 100.000 personas a una de cinco. Una década después, la situación es muy diferente. En 2022 se batió el récord al alcanzar 25 y las previsiones para este 2023 son aún peores: 40 homicidios por cada 100.000 habitantes, lo que le va a otorgar el título de país más violento de la región.

CONTENIDO GRÁFICO: Una mujer muestra su desconsuelo tras un asesinato en Ecuador. (Photo by STRINGER/AFP via Getty Images)
CONTENIDO GRÁFICO: Una mujer muestra su desconsuelo tras un asesinato en Ecuador. (Photo by STRINGER/AFP via Getty Images)

Además de con las muertes violentas, los ecuatorianos han tenido que aprender a vivir con extorsiones, secuestros y atentados con explosivos. Un fenómeno generalizado en todo el país, pero que tiene su principal foco en la ciudad de Guayaquil, donde se han producido casi la mitad de estos asesinatos (1.390 entre enero y junio).

Pero, ¿qué factores explican que en un periodo tan corto de tiempo se haya multiplicado de esta manera la violencia? Aunque son varias las razones, hay una que sobresale: el crecimiento del crimen organizado vinculado con el narcotráfico.

El factor del crimen organizado y las drogas

Según muestran los datos de la Policía, en marzo de 2022, el 80% de los asesinatos en Ecuador fueron provocados por enfrentamientos de grupos criminales, que buscan obtener el “control de la distribución y exportación de drogas, principalmente de cocaína”, tal y como señala Crisis Group.

Ecuador se sitúa entre Colombia y Perú, los dos mayores productores de cocaína del mundo. Aunque tradicionalmente ha sido lugar de tránsito de este producto hacia Europa o Estados Unidos, en los últimos tiempos ha adquirido mayor protagonismo, especialmente debido al endurecimiento de las leyes en Colombia.

Otro factor importante que es muy valorado por los narcos es la dolarización de la economía ecuatoriana, que facilita el lavado de dinero.

De esta forma, según datos de la ONU, Ecuador se ha convertido en el primer país latinoamericano exportador de droga hacia Europa.

Son varias las bandas de narcotraficantes que actúan en el país, convirtiéndolo en un escenario de violencia diaria contra la población civil. Algunas de las más conocidas son Los Choneros, Los Lobos, y Tiguerones.

Fernando Villavicencio prometió luchar contra los grupos criminales, antes de ser asesinado. (Photo by MARTIN BERNETTI/AFP via Getty Images)
Fernando Villavicencio prometió luchar contra los grupos criminales, antes de ser asesinado. (Photo by MARTIN BERNETTI/AFP via Getty Images)

Precisamente, Fernando Villavicencio, el candidato a las elecciones presidenciales asesinado el pasado 9 de agosto, había recibido amenazas de muerte tras cargar con dureza contra las mafias que se han hecho fuertes en el país.

Las cárceles, foco de violencia

Al mismo tiempo, las cárceles se han convertido en foco de violencia armada. Casi un 30% de los presos están entre rejas por posesión o venta de drogas y el número de reclusos ha pasado de 11.000 a 40.0000 en poco más de una década.

Desde el año 2020, unas 500 personas han muerto violentamente en las prisiones del país. El pasado 25 de julio murieron 31 personas en un motín en la principal cárcel de Guayaquil.

El fracaso del Estado y la corrupción

Esta situación de violencia extrema en la sociedad también se explica por la extrema debilidad del Estado. La falta de inversión en seguridad ha hecho que los grupos criminales prosperen y que las autoridades se vean impotentes para frenarlos.

De hecho, estos grupos se alimentan de la corrupción estatal, actuando en connivencia con agentes judiciales, jueces y otros elementos que son los que deberían sostener el Estado de derecho. Decenas de agentes y jueces han sido acusados de colaborar con el crimen.

La ausencia del Estado y la falta de protección para la sociedad ponen a los ecuatorianos en una posición de extrema vulnerabilidad. La combinación de ambos factores explica a la perfección la gravísima crisis que viven los ecuatorianos. Y la experiencia de otros países del entorno muestra que salir de esta situación es extremadamente complicado. Ecuador se ahoga en la violencia.

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