Donald Trump vs. Kamala Harris: cómo miden en las encuestas y la predicción del “Nostradamus” de las elecciones en EE.UU.
La carrera por la presidencia de este año en Estados Unidos sufrió un cimbronazo con la renuncia de Joe Biden a la candidatura demócrata a fines de julio, cuando faltaban menos de cuatro meses para los comicios, un hito que abrió la era de un nuevo duelo –Kamala Harris vs. Donald Trump- y que tuvo un fuerte impacto en las encuestas.
Después de su débil actuación en el debate presidencial que lo enfrentó a Trump el 27 de junio, el presidente Joe Biden vio ampliar la ventaja de su rival en la mayoría de los sondeos. Según el promedio de encuestas de la consultora RealClearPolitics, el exmandatario republicano alcanzó una diferencia de más de tres puntos en lo que en algún momento había sido una carrera con un empate técnico.
Sin embargo, la renuncia de Biden a la candidatura el 21 de julio y el posterior alineamiento de todo el Partido Demócrata detrás de la vicepresidenta, Kamala Harris, para que encabece la fórmula presidencial le brindó a la campaña del oficialismo un renovado impulso.
De hecho, en la semana en que Harris fue confirmada como candidata y en la que anunció que el gobernador Tim Walz será su compañero de fórmula, la vicepresidenta superó a Trump por primera vez, por medio punto, según el promedio de encuestas. Desde entonces, la diferencia se amplió hasta casi dos puntos a favor de la vicepresidenta.
Este jueves, el historiador Allan Lichtman, apodado como el “Nostradamus de las elecciones de Estados Unidos”, publicó su pronóstico para este año en un video en The New York Times.
“Kamala Harris va a ser la próxima presidenta de Estados Unidos”, fue la conclusión del académico, que basa sus predicciones en un modelo de 13 “llaves”, vinculadas a preguntas sobre el partido oficialista -desde economía a política exterior- y apenas dos ligadas a la personalidad de los candidatos.
Lichtman acertó casi todos los resultados en los últimos 40 años, incluidos los triunfos de Trump en 2016 (a diferencia de la mayoría de las consultoras) y de Biden en 2020.
En caso de ganar, Harris se convertiría en la primera mujer y en la primera persona no blanca y de origen asiático en llegar al puesto máximo del Ejecutivo estadounidense.
Después de la nominación formal de ambos candidatos en las convenciones de los dos partidos -en julio y agosto-, la próxima fecha clave será el debate presidencial que los verán enfrentados por primera vez el próximo 10 de septiembre.
El debate, que tendrá lugar en Filadelfia y será retransmitido por la cadena ABC a partir de las 21 (22 en la Argentina), durará una hora y media y seguirá las mismas reglas que el encuentro entre Trump y Biden.
Después de duras negociaciones entre ambos equipos de campaña, durante el debate finalmente los micrófonos estarán silenciados cuando no sea el turno de los candidatos, a pesar de que Harris se oponía a esta regla. Además, los candidatos solo podrán tener consigo una lapicera, papel y una botella de agua, pero no anotaciones previas. Ambos dispondrán de dos minutos cada uno para responder a las preguntas de los periodistas y un minuto adicional para las réplicas y aclaraciones.
Biden había lanzado su campaña de reelección en abril de 2023, presentando a su rival como una amenaza para la democracia en Estados Unidos. El candidato demócrata, quien el presidente de mayor edad en ocupar el cargo, enfrentó fuertes cuestionamientos por su estado de salud físico y mental, que terminaron derivando en el cambio de fórmula.
Por su parte, Trump, que sigue negando el resultado de las últimas elecciones, lanzó su candidatura para recuperar la Casa Blanca con el objetivo de convertirse en el segundo presidente en ganar dos mandatos no consecutivos. Pero el panorama se le complicó cuando en mayo de este año fue declarado culpable en un caso de sobornos en Nueva York y además enfrenta otros cargos relacionados con su manejo de documentos clasificados y sus esfuerzos por revertir las elecciones de 2020.
La elección general de Estados Unidos está prevista para el 5 de noviembre. Sin embargo, el ganador no se define directamente por el voto popular, sino por el colegio electoral. Cada estado tiene un número determinado de electores basado en su población, y la mayoría de los estados otorgan todos sus votos electorales al candidato que gana la mayoría del voto popular en ese estado. Este sistema ha sido objeto de debate y críticas, especialmente en elecciones recientes en las que el ganador del voto popular no siempre coincide con el ganador del colegio electoral. En este sentido, todos los ojos están puestos sobre los famosos “swing states”, o estados pendulares, que son los que no tienen una tendencia consolidada hacia uno u otro partido. Arizona, Nevada, Michigan, Wisconsin, Pensilvania y Georgia son los principales estados decisivos este año.