El sorteo empareja a España con Brasil y Colombia en el grupo de la anfitriona y campeona
París, 20 mar (EFE).- Un vistoso España-Brasil podrá verse en la primera fase del torneo olímpico de fútbol femenino, en el que Colombia quedó en el grupo de la anfitriona Francia y la campeona Canadá, mientras que el grupo de la muerte reunió a Estados Unidos, Alemania y Australia, tres pesos pesados.
Las brasileñas de Arthur Elías buscarán en la octava participación su primer oro, tras haber conquistado la plata en Atenas 2004 y Pekín 2008.
Las ganadoras de la Copa América femenina en 2022 comenzarán contra la ganadora del duelo del próximo 9 de abril entre Nigeria y Sudáfrica, el 25 julio en Burdeos.
Su siguiente rival será el 28 de julio en París Japón, dirigidas por Futoshi Ikeda, plata en Londres 2012, que disputarán sus sextos Juegos, tras haber superado a Corea del Norte en el partido por el tercer puesto del torneo clasificatorio de Asia.
Brasil cerrará la primera fase frente a la campeona del mundo, España, reciente ganadora también de la Liga de las Naciones europea, que con Montse Tomé en el banquillo vivirán su primera experiencia olímpica.
Se clasifican las dos primeras de cada grupo y las dos mejores terceras para cuartos de final.
Colombia buscará superar la fase de grupos por primera vez en su historia en su tercera participación en un torneo olímpico.
Las de Ángelo Marsiglia comenzarán el 25 de julio en Lyon frente a la anfitriona Francia, cuarta en Londres 2012 y que participa por tercera vez.
Su siguiente rival será tres días más tarde Nueva Zelanda, cuartofinalista en 2012, en un duelo que también se disputará en Lyon, y cerrará la participación colombiana en Niza el 31 de julio contra Canadá, defensora del título en su quinta participación.
Pero el grupo de la muerte que salió del sorteo fue el B, donde Estados Unidos, junto a España la gran favorita, comenzará la conquista de su quinto oro olímpico junto a Alemania, Australia y la ganadora del duelo entre Marruecos y Zambia.
Las germanas ya saben lo que es colgarse al cuello un oro, algo que hicieron en Río 2016, mientras que las australianas acabaron a las puertas del podio en los pasados Juegos.
(c) Agencia EFE