Oleksandr Usyk volvió a derrotar a Tyson Fury y mostró que no todas las segundas partes fracasan
Fue una prueba fehaciente de que no todas las segundas partes fracasan; el testimonio fiel de que, en el boxeo de ahora, la inteligencia complementa a la fuerza y de que no siempre el negocio manda. Con las cenizas humeantes del gran duelo que protagonizaron el pasado 18 de mayo, el ucraniano Oleksandr Usyk volvió a ganarle por puntos, en fallo unánime, al británico Tyson Fury y conservó la condición de campeón mundial pesado unificado de la Asociación Mundial de Boxeo, el Consejo Mundial de Boxeo y la Organización Mundial de Boxeo, en Arabia Saudita. Las tres tarjetas, de 116 a 112, terminaron por sepultar los deseos un posible combate entre ambos en el 2025.
Lo producido sobre el ring montado en el imponente Kingdom Arena estuvo acorde con el glamour y la opulencia de los 190 millones de dólares de bolsa que ofreció el jeque saudita Turki Alalshikh. Si bien no fue un combate lleno de virtuosismo técnico, la dinámica y el constante intercambio de golpes entre Usyk y Fury hicieron que celebridades del espectáculo y el deporte, entre ellas, Paris Hilton, Jason Statham y Cristiano Ronaldo, se pararan de sus asientos en el ring side para manifestar sus sensaciones a lo largo de los 12 rounds.
Más allá de los 127 kilos del Gitano Fury, fue Usyk quien marcó el ritmo de las acciones en los primeros rounds, en los que dejó que este duelo no se parecería en nada al que sostuvieron siete meses atrás en el mismo escenario de Riad. Con base en su buena preparación física y la potencia de sus golpes, el ucraniano fue llevando al británico hacia un terreno de pelea ideal para su estilo boxístico. Así, en el inicio del tercer asalto, con un potente cross de izquierda produjo el primer desequilibrio del match, que animó a los más de 30.000 asistentes.
La reacción de Fury no se hizo esperar y a partir del cuarto round el inglés logró que Usyk entrara a la trampa de sus mañas y se expusiera a recibir fuertes volados sobre su rostro y varios golpes al cuerpo. Sin embargo, más allá de lo permisivo que fue el árbitro Robert Ramírez para con algunas acciones antirreglamentarias del británico, el ucraniano apeló a su movilidad y su inteligencia para filtrar manos certeras y marcar un desnivel, conectando varios impactos al rostro.
La presentación de Oleksandr Usyk antes de la pelea
La présentation de Oleksandr Usyk ! 🇺🇦🏆
Le flow, l’aura…#Usyk2Fury
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Las heridas de la batalla cosechadas en los rounds anteriores poco le importaron al Rey Gitano, que, a pesar de la merma física y mental, apeló a su corazón y su estoicismo para poner incertidumbre en el último round. Pero nada le fue suficiente para cambiar el rumbo del resultado. Cuando se dio el fallo, las tarjetas de los jueces Ignacio Robles, Patrick Morley y Gerardo Martínez confirmaron lo expuesto sobre el ring.
Con esta victoria, Usyk estiró su registro y su invicto a 23 triunfos, 14 por KO, y conservó las coronas mundiales del peso pesado del CMB, la AMB y la OMB. En tanto Fury, a los 36 años, padeció la segunda derrota de su trayectoria, que cuenta con 34 éxitos, 24 KO y 1 empate. El inglés no logró convertirte en el sexto boxeador en la historia, a la par de Evander Holyfield, Muhammad Ali, Lennox Lewis, Michael Moorer y Vitali Klitschko en tener más de tres reinados como campeón mundial. Algo que en nada opaca su prestigio, pero que pone en duda su vigencia en el primer nivel internacional.
A los 37 años, Usyk se ratificó como unos de mejores boxeadores libra por libra del momento y acabó con los deseos de Alalshikh y de los popes de la industria de completar la trilogía el próximo año. “Gané y está bien. Soy un boxeador y no un juez, así que no me preocupo por eso. Más allá de la pelea, estoy feliz porque mis hijos ganaron una competencia de judo”, expresó el monarca que, aun en tiempos de ocaso, está dispuesto a seguir generando ganancias millonarias frente a quien sea.