SAN CARLOS DE BARILOCHE.- Las intensas lluvias de los últimos días se transformaron en las primeras nevadas del año en esta ciudad. Si bien muchos de los picos más altos que rodean a Bariloche ya lucen blancos desde hace unos días, esta mañana la nieve cayó sobre los barrios y el centro.

Desde temprano, los copos comenzaron a caer sobre el follaje otoñal y cubrieron techos y vehículos. De todas formas, la mayor acumulación se dio en los cerros que rodean esta ciudad. En la base del Catedral, donde funciona el centro de esquí, se generaron manchones de nieve, mientras que en las cotas más altas de la montaña –por encima de los 1200 metros sobre el nivel del mar– se acumularon algunos centímetros.

De acuerdo con el pronóstico, las lluvias y nevadas continuarán al menos hasta el lunes próximo, con temperaturas mínimas de entre -2°C y 2°C, y máximas de entre 5°C y 8°C. Aunque mayo ha sido históricamente el mes más lluvioso en esta región cordillerana, este año las precipitaciones se adelantaron unas semanas.

“Una de las primeras bendiciones del invierno llega con esta nevada. Comienza a moverse una maquinaria de cara a la temporada de invierno y, cuanta más nieve haya, más agua vamos a tener también en el verano. Se recibe con felicidad. Además, la repercusión de esta primera nevada hace que los ojos de los turistas extranjeros y nacionales estén puestos en este destino”, afirmó Sergio Herrero, secretario de Turismo local.

Recomendaciones

Por la presencia de nieve en los principales ingresos y egresos de la ciudad, equipos viales debieron trabajar desde la mañana, especialmente para despejar las rutas 40 –que une Bariloche con El Bolsón hacia el sur– y la 23 –que conduce a Viedma– para garantizar la circulación.

Desde el Parque Nacional Nahuel Huapi lanzaron algunas recomendaciones para el fin de semana. “Como consecuencia de las diferentes contingencias climáticas se suelen producir diversas situaciones de riesgo en los ambientes naturales, como caídas de árboles y piedras. Se recomienda circular con extrema precaución y tomar todos los recaudos pertinentes”, advirtieron.

Además, sumaron desde el área protegida que transitar por algunos caminos, como el que conduce al monte Tronador, Cascada Los Alerces, valle del Challhuaco y lago Steffen, requiere portación obligatoria de cadenas para nieve.

Recordaron a los turistas que se debe “transitar con suma precaución por presencia de nieve en la calzada, a menos de 40 km/h en todos los caminos del área protegida, respetando los horarios de ingreso y egreso”.

Desde Catedral Alta Patagonia, la concesionaria del centro de esquí, destacaron que es normal que comiencen las primeras nevadas, aunque las temperaturas actuales hacen que la nieve se derrita bastante rápido aún. De todos modos, estas primeras precipitaciones darán paso a las “importantes”, las que permiten la apertura del centro invernal. Este año, en el Cerro Catedral esperan poder inaugurar la temporada durante el fin de semana largo de junio, que va del 20 al 23.

A diferencia del año pasado, esta vez las temperaturas previas acompañaron la llegada de la nieve. A finales de marzo de 2023, los cerros se cubrieron abruptamente de blanco luego de un fin de semana con temperaturas de 26°C. Y a fines de abril de 2022, una histórica nevada sin antecedentes permitió esquiar a locales y visitantes: durante 48 horas, se habilitó una pista en el sector de Lynch del cerro Catedral y unos 600 esquiadores y snowboardistas pudieron disfrutar de las primeras bajadas.

Advertencia

Aunque las primeras nevadas son bienvenidas en un destino que se prepara para la temporada de invierno, lo cierto es que la tendencia a la sequía ha llegado para quedarse. Distintos biólogos vienen advirtiendo sobre el proceso de desecación que enfrenta la Patagonia.

El verano pasado, cuando se desataron dos grandes incendios forestales en los parques Nahuel Huapi y Los Alerces, Thomas Kitzberger, investigador del Conicet, indicaba a LA NACIÓN: “En general, este tipo de eventos se produce en situaciones del fenómeno climático La Niña, pero este año también se dan durante una fase de El Niño. Además, creemos que está influenciado por otro patrón climático que se llama Oscilación Antártica. A diferencia de la Oscilación de El Niño que es ecuatorial, está movilizada por un patrón en la Antártida y está vinculada con altas presiones atmosféricas sobre las latitudes medias de los continentes en el hemisferio sur: cuando el índice es positivo, hay altas presiones y hay grandes sequías”.

El experto, que trabaja en el Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Medioambiente (Inibioma), agregaba que lo grave es que, a diferencia de El Niño, que fluctúa año a año, la Oscilación Antártica mantiene una tendencia positiva en los últimos 40 años.