Brasil se trata de una tierra muy hostil cada vez que un equipo de fútbol se presenta a jugar en ese país. En ocasiones, sucede con los hinchas. También con los jugadores, pero en el centro de la escena siempre está presente la violencia policial. Al reciente caso de las cuatro futbolistas de River presas en San Pablo por realizar gestos racistas, se suman antecedentes como el plantel de Boca demorado en Minas Gerais por incidentes en el vestuario. También las experiencias vividas este año por Talleres y Rosario Central. Por último, el recordado encontronazo de los futbolistas de la selección argentina, tratando de detener a los efectivos que le pegaban sin piedad a los fanáticos argentinos en el Maracaná. En estos contextos, la policía defiende su accionar, pero desde la prensa brasileña los critican y los tratan de “mal entrenados” para los encuentros deportivos y sobre todo con la gente de los equipos visitantes.

Boca en Minas Gerais

Una de los escándalos más recordados sucedió el 20 de julio del 2021, tras el duelo entre Atlético Mineiro y Boca, en un partido en el que el VAR se había robado el protagonismo. El Xeneize perdió por penales ante los brasileños y se despidió en octavos de final de la Copa Libertadores de 2021. Durante los 90 minutos, habían igualado 0 a 0 y a los argentinos les habían anulado un gol muy discutido.

Una vez que se consumó la eliminación comenzó el bochorno en la zona mixta de los vestuarios. Allí, hubo incidentes entre jugadores y dirigente de Boca contra la policía, con golpes, gases lacrimógenos y corridas. En los videos que se viralizaron se ve cómo los futbolistas enfrentan a las fuerzas de seguridad y en el estadio Mineirao.

Allí volaron vallas y dispensers de agua. También aparecen en escena Sebastián Villa y Jorge Bermúdez, muy enojados por la situación que se estaba desarrollando. Segundos después empezaron las corridas y el violento accionar de la policía: los futbolistas se retiraron del lugar y rápidamente aparecieron tres uniformados que lanzaron gas pimienta.

El resultado de esto fue de siete integrantes de la delegación del equipo argentino que fueron detenidos por la Policía Militar de Minas Gerais y debieron declarar durante la madrugada. Se trató de uno de los integrantes del Consejo de Fútbol, Raúl Cascini, y los jugadores Carlos Zambrano, Diego González, Marcos Rojo, Sebastián Villa, Cristian Pavón y Norberto Briasco, luego suspendidos por la Conmebol.

La selección en el Maracaná

El 21 de noviembre del 2023 la Argentina le ganó 1-0 a Brasil en el Maracaná por las eliminatorias sudamericanas rumbo al Mundial 2026. Sin embargo, el duelo de la sexta fecha que estuvo precedido por episodios de violencia y represión policial hacia los hinchas visitantes que forzaron que se postergue durante media hora.

Los incidentes comenzaron mientras sonaban los himnos nacionales de ambos países, cuando algunos simpatizantes brasileños comenzaron a silbar mientras cantaban los argentinos. Esto provocó la reacción de la parcialidad visitante, y cuando comenzaron a incrementar las tensiones se involucró el personal policial de Río de Janeiro, que atacó a los albicelestes con palos para dispersarlos. Poco después se divulgaron imágenes de hinchas siendo llevados en camilla, con mucha sangre brotando de su cabeza.

Poco antes de que arranque el duelo, los jugadores argentinos se acercaron a la tribuna detrás del arco para intentar frenar la acción policial y calmar los ánimos para que se dispute el encuentro, e incluso Emiliano Martínez intervino para frenar a uno de los efectivos. Sin embargo, cuando se percataron de que la situación no mejoraba, el capitán Lionel Messi guió al resto de sus compañeros a regresar al vestuario y no salir hasta que se resuelva el conflicto, algo que ocurrió veinte minutos más tarde.

Talleres en San Pablo

El 3 de mayo de este año, en el duelo en el que Talleres perdió 2-0 en su visita a San Pablo, por el Grupo B de la Copa Libertadores, hubo una agresión de la policía brasileña contra Lautaro Morales, arquero suplente de la T. Luego del partido, quedaron demorados él y Guido Herrera por los incidentes.

Todo comenzó en el terreno de juego con dos polémicas. La primera fue cuando Herrera le había atajado un penal a Lucas Moura, pero el VAR intervino y señaló correctamente que el arquero se adelantó. Pese a las quejas de los jugadores de Talleres, la ejecución se repitió y San Pablo se adelantó 1-0 en el marcador.

La segunda llegó sobre el final del primer tiempo. Luciano le entró con plancha a Ramón Sosa adentro del área, pero el árbitro Jhon Ospina sostuvo que no hubo falta. Apenas finalizado los primeros 45 minutos, varios futbolistas del cuadro cordobés fueron a protestarle al juez del encuentro. Entre ellos, Lautaro Morales, arquero suplente de la T. En ese momento, intervino la seguridad para proteger al referí colombiano, pero uno de los efectivos policiales le pegó con su escudo a Morales.

Guido Herrera, que estaba involucrado en la situación, no dudó en defender a su colega, con la bronca lógica de una agresión y un completo abuso de autoridad. Luego del encontronazo, todos volvieron a sus vestuarios y el segundo tiempo se disputó de manera normal. Al final del encuentro, Herrera expresó: “Son cosas que no tienen por qué suceder. Yo estaba hablando con el árbitro sobre el penal que se repitió y pasó lo de la reacción. Él después me confirmó que hubiese hecho lo mismo en mi lugar, que es defender a un compañero”. Luego, los dos arqueros fueron demorados por los incidentes ocurridos y tuvieron que declarar ante un juez por lo sucedido en el estadio Morumbí.

Rosario Central en Fortaleza

El 22 de agosto volvió a presentarse otra situación violenta. En la eliminación de Rosario Central ante Fortaleza en los octavos de final de la Copa Sudamericana que culminó con un 4-2 en el global a favor de los brasileños, la escena se dio en la intimidad de los vestuarios del estadio. Los jugadores del conjunto rosarino se cruzaron con los agentes de seguridad en una “lucha” que culminó con el portazo del arquero Jorge Broun.

Según contó Ge Globo, la cuenta brasileña de Instagram que dio a conocer el video, la puerta que golpeó el arquero de Central resultó “dañada”. Pero, pese a que el rosarino de 38 años se llevó todos los flashes durante y después del encuentro, tanto Ignacio Malcorra como Emanuel Coronel también estuvieron involucrados en el conflicto, aunque con menor trascendencia.

Las chicas de River en San Pablo

Las jugadoras del conjunto millonario disputaron en estos días la Ladies Cup 2024 y este último viernes finalizaron su participación con un duelo ante Gremio que terminó de muy mala manera. El partido iba igualado 1 a 1 cuando se desencadenaron hechos bochornosos, una pelea generalizada y la expulsión de seis futbolistas argentinas que determinaron la suspensión del encuentro. Entre las razones se incluyeron gestos de racismo que las jugadoras de River le habrían hecho a sus rivales.

River se puso adelante en el marcador con un tanto de Julieta Romero, pero a los 35 minutos el equipo local igualó a través de Maria Dias. Una de las futbolistas brasileñas celebró mostrándoles a sus rivales el escudo de Gremio, gesto que encendió el descalabro posterior. Hubo empujones y corridas fuera de los límites del campo de juego, en la pista de atletismo, donde las futbolistas de River incluso atacaron a un alcanzapelotas. En medio de eso, los gestos racistas que habría realizado una argentina.

Por este hecho, Candela Díaz, Camila Duarte, Juana Cángaro y Milagros Díaz, las cuatro futbolistas de River continúan detenidas en una prisión de San Pablo y aún no saben cuándo serán liberadas, por lo que existe la posibilidad de que pasen la Navidad tras las rejas, luego de haber estado en la Comisaría 6ª de esa ciudad.

Con respecto al accionar de la policía brasileña como sucedió en casi todos estos casos, el coronel Vágner Ferreira, comandante del Batallón Especial de Policía en los Estadios (BEPE) explicó luego de los incidentes en el Maracaná con los hinchas argentinos que “toda acción tiene su reacción”. Además, agregó: “Algunos hinchas tienen un historial de confrontación con las fuerzas de seguridad. Creo que esa fue la causa. Fue necesario usar cada vez más fuerza. En principio hicimos advertencias verbales. Luego tuvimos que usar los bastones. No usamos balas de goma ni gas lacrimógeno, fuimos muy técnicos”, contó.

En cuanto a otros casos que tuvieron que ver enfrentamientos entre hinchas y policías, desde la seguridad explicaron con un ejemplo: “Los pelotones son accionados por un seguridad del estadio cuando los hinchas quieren forzar placas de contención para invadir otras áreas del estadio. Al pedirle que retornen a su perímetro muchas veces reaccionan con gestos racistas, patadas, trompadas e intento de robo de cascos y otros equipamientos a oficiales”, agrega el informe.

Sin embargo, la prensa brasileña también dejó su explicación: “La Policía Militar está muy mal entrenada para trabajar en eventos de fútbol”, destacó Breiller Pires, comentarista de ESPN Brasil y Editor Jefe de la versión brasileña del portal The Player’s Tribune. “El hincha visitante, sin excepciones, es maltratado en Brasil. En partidos convocantes, la policía inmediatamente adopta ese trato agresivo y violento, siempre contra el visitante”, analizó.