Trump tiene una gran papa caliente para elegir a su número 2 y que no le pase como con Mike Pence

Barack Obama y Joe Biden. Donald Trump y Mike Pence. Joe Biden y Kamala Harris. Todos los candidatos presidenciales estadounidenses necesitan un compañero de fórmula, esa persona que va a ejercer la vicepresidencia. Normalmente, es necesario que tenga dos cualidades fundamentales: ser alguien de confianza y atraer una buena cantidad de votos.

En estas elecciones de 2024 se presentan dos candidatos que ya han sido presidentes. Pero mientras que Biden sí que va a continuar con Harris en caso de resultar ganador, no ocurre lo mismo con el líder republicano. La papeleta Trump-Pence ya es historia y el magnate se encuentra inmerso en un casting para encontrar a su nuevo compañero de fórmula.

Trump debe elegir quién va a ser su compañero de fórmula. (Photo by Jared C. Tilton/Getty Images)
Trump debe elegir quién va a ser su compañero de fórmula. (Photo by Jared C. Tilton/Getty Images)

Precisamente, la falta de confianza entre ambos es la que ha hecho que sus nombres no vuelvan a coincidir en la boleta. Todo se remonta al 6 de enero de 2021. Trump había sido derrotado en las urnas por Biden, pero el presidente no había aceptado el resultado electoral, con acusaciones de fraude.

En esa fecha, varios de sus seguidores irrumpieron violentamente en el Capitolio, poniendo en peligro el orden democrático salido de las urnas. Mientras que el vicepresidente se mantuvo del lado constitucional, Trump alentó a los manifestantes.

“El pueblo estadounidense merece saber que ese fatídico día, el presidente Trump también me exigió que eligiera entre él y nuestra Constitución. Ahora los votantes se enfrentarán a la misma elección. Elegí la Constitución y siempre lo haré" señaló posteriormente Pence en una comparecencia de 2023.

Lo que hizo uno y otro ese 6 de enero convirtió en imposible que pudieran volver a ir juntos a unas elecciones. Y por eso Trump ahora va a intentar elegir cuidadosamente quién le acompaña en esta nueva carrera presidencial.

Pence y Trump en 2016. (AP Photo/Alex Brandon)
Pence y Trump en 2016. (AP Photo/Alex Brandon)

El perfil debe complementar la figura del candidato republicano. Trump es un showman, sin pelos en la lengua, con poca experiencia política y con un discurso incendiario, por lo que necesita, según los analistas, un compañero con amplia experiencia, capacitado para liderar negociaciones y alcanzar acuerdos internacionales cuando sea necesario.

Una figura respetada y de consenso que consiga aunar voluntades para que la legislatura pueda avanzar. Y además, por supuesto, que pueda lograr un buen puñado de votos para el magnate en las elecciones, especialmente en aquellos estados que están en disputa. No es descartable que, en esta ocasión, se decante por una mujer.

Aunque estos son los principales factores que debe ofrecer el posible vicepresidente, hay un factor fundamental que va a ser muy apreciado por Trump. Tras su mala experiencia con Pence, el magnate va a buscar alguien que le muestre fidelidad absoluta y que esté dispuesto a seguirle en cualquier batalla en la que se enfrasque. Por decirlo claramente, el republicano no va a cometer nuevamente el error de elegir a alguien que no actúe exactamente como él quiere.

Y este puede ser un factor determinante porque posiblemente priorice la lealtad antes que tener un perfil contrastado y potente a su lado. Con estas condiciones, es muy difícil que Trump escoja a su antigua rival, Nikki Haley, como vicepresidenta. Aunque su nombre está en las quinielas, lo cierto es que se trata de una candidata con ideas férreas que posiblemente no esté dispuesta a seguir todas las directrices del presidente.

Tim Scott está en las quinielas para acompañar a Trump.  REUTERS/Sam Wolfe/File Photo
Tim Scott está en las quinielas para acompañar a Trump. REUTERS/Sam Wolfe/File Photo

Hay dos nombres que destacan por encima de los demás: Tim Scott y Elise Stefanik. El primero es afroamericano, por lo que podría darle muchos votos a Trump entre los hombres negros y jóvenes, de acuerdo a las encuestas. La segunda tiene una amplia experiencia legislativa. Ambos son más conciliadores que el magnate.

Lógicamente, hay otras posibilidades, como Kari Lake o Ron DeSantis, aunque sería lógico pensar que hay más opciones que todavía no han salido a la palestra. Cabe recordar que Trump tiene varios juicios pendientes, por lo que quizás busque un perfil intachable y sin controversias reseñables que aleje el foco mediático de la boleta republicana.

De momento, el magnate sigue deshojando la margarita y analizando quién es su compañero de fórmula ideal. Los aspirantes deberán garantizar una gran dosis de fidelidad para poder inscribir su nombre de cara al 5 de noviembre.

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