Trump demuestra en Iowa que su gran enemigo no está en las primarias republicanas

La fecha está marcada en rojo en el calendario. El 5 de noviembre de 2024 Estados Unidos celebrará sus elecciones presidenciales. Una cita en la que Joe Biden buscará la reelección tras cuatro años de Gobierno con más sombras que luces y donde Donald Trump aspira a recuperar la presidencia tras ser derrotado en los comicios de 2020.

Son dos presidentes en busca de un segundo y último mandato, pero antes de poder ver este enfrentamiento en las urnas, ambos candidatos tendrán que pasar por un proceso de primarias en sus partidos para poder escribir sus nombres en las papeletas. Se da por hecho que Biden no tendrá ningún problema para superarlas. La tradición es que el presidente siempre tiene derecho a presentarse a la reelección.

Donald Trump celebra su victoria en Iowa. (Photo by JIM WATSON/AFP via Getty Images)
Donald Trump celebra su victoria en Iowa. (Photo by JIM WATSON/AFP via Getty Images)

Y a tenor de lo que ha ocurrido en Iowa, parece que para Trump las primarias también van a ser un mero trámite en su camino a la Casa Blanca. Así, solo hay un enemigo en el horizonte lo suficientemente poderoso para impedirle ser el candidato republicano: los tribunales.

Aunque todavía es muy pronto y hay mucho por decidir, lo cierto es que los caucus de Iowa han refrendado el gran favoritismo del magnate. Trump ha obtenido 20 de los 38 delegados en juego (hacen falta 1.215 para ganar la nominación). Su victoria ha sido tan apabullante (un 51%) que ha sumado más votos (56.260) que todos sus rivales juntos (54.038). Además, ha sacado 30 puntos porcentuales más que el segundo clasificado, Ron DeSantis.

La distancia es tan amplia que uno de sus rivales, Vivek Ramaswamy, que había obtenido tres delegados, ya ha decidido tirar la toalla y abandonar la carrera, algo que previsiblemente ocurrirá con más aspirantes en las próximas semanas.

En este sentido, las encuestas son contundentes. Trump tiene un 63% de posibilidades de ganar las primarias republicanas, seguido por Nikki Haley, con solo un 11,9% y DeSantis con un 11,6%. Lo que muestran los sondeos, por tanto, es un auténtico paseo del expresidente. Y es que tiene pinta que en estas elecciones, las primarias no van a dar lugar a grandes luchas ni a varios candidatos con opciones.

Curiosamente, los sondeos también muestran que cualquiera de los tres candidatos republicanos sería capaz de vencer a Biden, aunque estaría mucho más apretado si la opción escogida fuera Trump. Mientras que Haley lidera por ocho puntos y DeSantis por tres, la lucha entre los dos últimos presidentes del país estaría prácticamente en empate (48% para Biden, 50% para Trump).

El 5 de marzo será el Supermartes, el día en el que más de 15 estados eligen simultáneamente a su candidato, así como la fecha en la que se reparten más delegados (un tercio del total). Trump puede dejar prácticamente sentenciada aquí su nominación, pero antes, hay una cita ineludible que puede ser determinante para sus aspiraciones.

Seguidores de Trump en los caucus de Iowa. (Gina Ferazzi / Los Angeles Times via Getty Images)
Seguidores de Trump en los caucus de Iowa. (Gina Ferazzi / Los Angeles Times via Getty Images)

Antes del Supermartes, el Superlunes

Solo un día antes, el 4 de marzo, dará comienzo el juicio por interferencia electoral a escala federal contra Donald Trump. Esta es la cuarta imputación del magnate y en principio no le afectaría directamente en el proceso electoral. No existe ninguna norma que le impida presentarse a las primarias republicanas ni concurrir a los comicios.

Pero no cabe duda que este proceso puede movilizar para bien y para mal a muchos votantes. Por un lado, sus bases, que siempre han defendido su inocencia y han acusado a Biden de estar detrás del proceso. Por el otro, todos esos votantes disgustados con Biden que no quieren tener a un presidente que está permanentemente en los tribunales. De hecho, existe la posibilidad de que si Trump gana pueda perdonarse a sí mismo haciendo uso de su cargo.

Previsiblemente, las elecciones volverán a ser una lucha entre Biden y Trump, igual que en 2020. (AP Photo/Evan Vucci)
Previsiblemente, las elecciones volverán a ser una lucha entre Biden y Trump, igual que en 2020. (AP Photo/Evan Vucci)

Así pues, todos estos líos judiciales pueden mover mucho voto y teniendo en cuenta lo apretada que presumiblemente está la carrera, pueden resultar decisivos. De ahí que, probablemente, la principal preocupación del político republicano no sean ni sus rivales por la nominación, ni los debates, sino su lucha con los tribunales y las consecuencias que puede tener en la carrera por la Casa Blanca.

Van a ser 10 meses trepidantes. Un mundo en política en el que pueden pasar muchísimas cosas. Y donde Trump tendrá que superar un montón de obstáculos para poder llegar a la presidencia nuevamente: las primarias republicanas, los juicios y Biden están antes de poder pensar en el muro de México, su lucha contra la inmigración o su apoyo a Israel. Faltan todavía muchos capítulos para poder saber quién se alza con la victoria el 5 de noviembre.

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