¿Qué ha sido de Bolsonaro? Su desaparición contrasta con el activismo de Trump

La historia de Donald Trump y de Jair Bolsonaro ha seguido un rumbo similar en los últimos años. Ambos fueron capaces de ganar las elecciones en sus respectivos países, Estados Unidos y Brasil, de forma sorpresiva. Ambos defendieron durante sus mandatos ideas de extrema derecha, con un discurso contra la inmigración. E incluso, la caída de ambos fue similar, a manos de dos políticos con una larga trayectoria.

Mientras que el estadounidense fue derrotado en las urnas por el antiguo vicepresidente del país, Joe Biden, el brasileño perdió ante Lula, que ocupó la presidencia entre 2003 y 2010. Ni Trump ni Bolsonaro aceptaron estos resultados y sus seguidores iniciaron una serie de movimientos que pusieron en peligro ambas democracias: el asalto al Capitolio de Estados Unidos y el asalto a la Plaza Tres Poderes de Brasilia, en Brasil.

Las semejanzas no acaban aquí, ya que los dos expresidentes se encuentran inmersos en distintos procesos judiciales. Trump es el primer mandatario de Estados Unidos declarado culpable de un delito de agresión sexual, así como el primero en ser imputado en distintos casos, al llevarse documentos clasificados a su residencia privada o por los sucesos que rodearon el asalto al Capitolio.

Por su parte, Bolsonaro, tiene varias causas abiertas. Una de ellas es por usar eventos oficiales para obtener ventaja electoral y otra es por presuntamente estar detrás del asalto a las sedes de los poderes legislativo, ejecutivo o judicial.

Hasta aquí llegan las similitudes, que no son pocas. Sin embargo, en los últimos meses las diferencias entre ambos han ido multiplicándose. La principal es que el expresidente brasileño ha sido inhabilitado durante ocho años por el Tribunal Superior Electoral, lo que significa que el político de extrema derecha no podrá presentarse como candidato hasta al menos 2030.

La condena se produce por cometer abuso de poder y emplear los medios de comunicación “para defender una agenda personal y electoral tres meses antes de las elecciones”. Una realidad que le impide a Bolsonaro liderar la oposición y, por supuesto, ser el rival de Lula en los comicios que se van a producir en 2026.

La situación de Donald Trump es muy diferente. Tras cuatro años cuestionando la victoria de Biden e inmerso en distintos procesos judiciales, el magnate se encuentra ahora en la carrera para volver a ser designado como candidato republicano de cara a los comicios de 2024. De hecho, parte como principal favorito y ya se vislumbra en el horizonte un nuevo duelo como el que tuvo lugar en 2020, donde el demócrata salió victorioso.

Dos momentos muy diferentes

De esta manera, la situación actual de los dos expresidentes es radicalmente opuesta. Mientras que Bolsonaro está muy desaparecido de la primera línea política e incluso hay dudas de si puede sobrevivir el bolsonarismo sin su figura, Trump se encuentra en plena campaña y mantiene su discurso incendiario en cada comparecencia.

Además, el político brasileño sigue muy lastrado por sus problemas de salud, a raíz del apuñalamiento que sufrió antes de los comicios de 2018, en los que se terminó imponiendo. Recientemente, se ha sometido a la quinta operación, en esta ocasión para corregir una desviación en el tabique y a una endoscopia para corregir el reflujo gástrico. Su delicado estado, unido a que en 2030 tendrá 75 años, ponen en duda la posibilidad de que vuelva a convertirse en presidente algún día, algo que, de acuerdo a las encuestas, Trump tiene en su mano.

Así pues, el momento de ambos expresidentes es bastante dispar. El brasileño ha mantenido un perfil más bajo y además, tras su derrota, se marchó varios meses a Florida, una situación que desmovilizó mucho a sus seguidores. Ahora, su futuro político está lleno de dudas. Por su parte, el estadounidense ha estado movilizado en todo momento y quizás dentro de unos meses vuelva a la Casa Blanca. Solo las urnas dirán en los próximos años si el tiempo de Bolsonaro y Trump ya pasó o si tienen una segunda oportunidad.

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