Temperatura del agua se dispara en los Cayos. ¿Podrán los arrecifes de coral soportar otro período de calor extremo?

El verano pasado, los arrecifes de coral de la Florida sufrieron el blanqueamiento más letal de la historia, causado en gran parte por el calor récord de las aguas costeras.

Ahora la temperatura del agua en los Cayos de la Florida se acerca ya a la zona de peligro para los corales, más pronto y con más calor que el año pasado.

Esto ha sido suficiente para que científicos federales hayan emitido la primera alerta de blanqueamiento de corales, un indicador de que los arrecifes del sur de la Florida, ya en dificultades, pudieran enfrentar otra embestida de estrés térmico severo en los próximos meses.

“Es una locura que estemos viendo estas temperaturas ahora. Antes del año pasado ni siquiera pensábamos en esto hasta agosto”, dijo Derek Manzello, ecologista de arrecifes de coral de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA). “La preocupación es que si la temperatura ya es tan cálidas, no hará falta mucho para que el calentamiento estacional lo lleve al límite en el que el coral empiece a estresarse”.

Un miembro del personal de la Coral Restoration Foundation cuenta y supervisa los fragmentos de coral después de devolverlos al vivero, el lunes 20 de noviembre de 2023, frente a la costa de Tavernier en los Cayos de la Florida. Estos fragmentos de coral se sacaron del vivero para permitir su supervivencia previamente en el año y, al enfriarse las temperaturas, se devolvieron al océano.

Dado que algunos corales pueden recuperarse de la decoloración, aún es demasiado pronto para evaluar plenamente los efectos del verano pasado o pronosticar con exactitud cuántos corales sobrevivirán a temporadas consecutivas de calor extremo. Pero es probable que las pérdidas sean graves. Se calcula que el año pasado la mitad de los corales jóvenes perecieron en algunos viveros submarinos, donde crecen para apoyar los esfuerzos de restauración.

Los científicos dicen que el agua tiene que alcanzar un “umbral de blanqueamiento” por la temperatura durante un mes completo para que los corales empiecen a sentir estrés y expulsen las algas que les dan sus deslumbrantes colores y les proporcionan importantes nutrientes. Las víctimas del blanqueamiento convierten los duros exoesqueletos o corales en un blanco pálido.

El año pasado, el blanqueamiento empezó en julio, entre cuatro y seis semanas antes del inicio histórico. Ello se debió en gran parte a la temperatura récord del aire en el sur de la Florida durante el verano, que ayudaron a sobrecalentar las aguas costeras poco profundas. Las condiciones meteorológicas de las próximas semanas determinarán si el blanqueamiento comenzará tan pronto o incluso antes.

“El estrés térmico que sufrió la Florida el año pasado fue muy extremo e inesperado”, dijo Manzello.

Un dispositivo monitorea el coral en Cheeca Rocks, en los Cayos, el 17 de mayo. Se trata de un lugar de monitoreo a largo plazo del Programa de Coral del Laboratorio Oceanográfico y Meteorológico del Atlántico de la NOAA. La temperatura del agua era de 86 grados, y este año es la primera vez que las temperaturas del agua han superado los valores promedio que suelen alcanzarse en agosto. El año pasado, se alcanzó el 21 de mayo, pero este año, las temperaturas promedio de agosto se alcanzaron el 17 de mayo.

La Florida es uno de los muchos lugares del mundo en los que el blanqueamiento del coral ha sido devastador. Desde febrero, al menos otros 63 países han sufrido blanqueamientos masivos.

Una de las mayores amenazas para los arrecifes de coral es el cambio climático, según la NOAA. La contaminación humana, como la quema de combustibles fósiles para obtener calor y energía, se absorbe en el mar, calentándolo y cambiando la composición química del agua. Además, el aumento de las tormentas y del nivel del mar debido al cambio climático puede depositar sedimentos en los arrecifes y destruirlos.

Con las temperaturas del agua ya tan altas, existe el riesgo de que se produzca el mayor blanqueamiento mundial jamás registrado, según Manzello.

Hasta ahora, al menos algunos arrecifes populares parecen resistir. La temperatura del agua en Cheeca Rocks, un arrecife poco profundo cerca de Islamorada que atrae a los aficionados al buceo, alcanzó los 86 grados Fahrenheit, seis grados más que el promedio para esta época de mayo. Pero a pesar de la elevada temperatura del agua hubo una señal positiva:

“Todo se veía bien, todos los corales se veían saludables, había una enfermedad mínima prácticamente sin blanqueamiento”, dijo Allyson DeMerlis, investigadora de corales de la NOAA y la Escuela Rosenstiel de Ciencias Marinas, Atmosféricas y de la Tierra de Miami.

Junto con la NOAA, otros grupos que lideran los esfuerzos de recuperación de los arrecifes, como la Coral Restoration Foundation, dijeron que comenzaron a planificar para otro año difícil y desafiante ya en noviembre.

Phanor Montoya-Maya, director del programa de restauración de la Coral Restoration Foundation, afirmó que su grupo sigue tratando de cultivar en tanques de laboratorio corales más resistentes al calor, que algún día pudieran ser replantados en arrecifes naturales. Pero la fundación ha suspendido voluntariamente la plantación de corales desde el pasado mes de junio, a la espera de ver cómo se estabilizan las condiciones.

“Es demasiado pronto, por ejemplo, para iniciar el traslado de corales a aguas más profundas o sacarlos del agua”, dijo Montoya-Maya.

Otra opción que barajan es trasladar el coral más al norte, donde el blanqueamiento no fue tan grave el año pasado.

“Ahora nos sentamos a esperar a ver cómo evoluciona la realidad”, dijo Montoya-Maya.

Ashley Miznazi es reportera de cambio climático del Miami Herald, financiada por la Lynn and Louis Wolfson II Family Foundation en colaboración con Journalism Funding Partners.