‘La sangre consagra las orejas’: Trump desata fervor de religiosos en cumbre de Florida

Desde que el ex presidente Donald Trump escapó de la bala que habría acabado con su vida en una manifestación en Pennsylvania, un mensaje unificado ha surgido entre sus partidarios: Dios fue quien lo salvó de la muerte y, a su vez, bendijo la batalla que libra Trump por regresar a la Casa Blanca.

Esa creencia sirvió como tema central de la Cumbre de los Creyentes (Believers’ Summit), una reunión de tres días en West Palm Beach que dio comienzo el viernes con un discurso de Trump. Miles de conservadores repletaron un salón de conferencia para escuchar música gospel y rock cristiano. Muchos llevaban gorras o camisetas con la consigna “Make America Great Again” y escucharon el discurso de Charlie Kirk, activista de derecha y fundador de Turning Point Action, la organización anfitriona del evento de este fin de semana.

“Estuvimos a dos centímetros no solo de perder al presidente Trump, sino también de entrar en un tenebroso capítulo en este país que nadie querría vivir”, dijo Kirk. “Y en esta Cumbre de los Creyentes, me parece que es apropiado darle gracias y gloria a Dios por haber salvado la vida del presidente Trump”.

El intento de asesinato, dijo Kirk, fue algo más que un acto de bondad divina. “Quizás”, dijo, “Dios salvo a Donald Trump para someter a una prueba a su iglesia. Tal vez salvó Donald Trump para ver de lo que es capaz de hacer su iglesia”.

Se trata de una afirmación que ha resonado en muchos círculos políticos conservadores, desde legisladores estatales y miembros del Congreso hasta líderes religiosos y activistas.

Líderes republicanos agradecieron a Dios por ‘salvar’ a Trump

Minutos después del intento de asesinato, el senador federal Marco Rubio afirmó que “Dios protegió al presidente Trump”. La semana pasada, el también senador federal Ted Cruz inició su intervención en la Convención Nacional Republicana “dándole gracias a Dios Todopoderoso por proteger al presidente Trump y que hacer que moviera ligeramente la cabeza cuando se hizo el disparo”.

Trump, cuya oreja derecha resultó seriamente herida en el atentado contra su vida, también se ha inclinado a la idea de que lo salvó la intervención divina. Cuando el viernes subió al estrado en el Centro de Convenciones del Condado Palm Beach, Trump le dijo a sus partidarios que estaba allí solo “gracias al poder de las oraciones y a la gracia de Dios Todopoderoso”.

Uno de los asistentes al evento de Pennsylvania, un bombero de 50 años retirado, murió en la balacera, en tanto otros dos asistentes salieron heridos.

Titus Ellis Smith, conservador con una página en YouTube y personalidad de la internet que el sábado tiene programado participar en un panel de la cumbre, dijo que el hecho de que alguien haya muerto en el incidente es “algo triste”, y luego añadió que “Dios tiene planes para la vida de Trump, como los tiene también para cualquier persona”.

Smith dijo que no estaba seguro de que la mano de Dios intervino en el intento de asesinato contra Trump, y mencionó la muerte del bombero, Corey Comperatore.

‘La sangre consagra las orejas’

En la cumbre también habló Jentezen Franklin, televangelista y pastor principal de la Free Chapel en Georgia, y dijo que el atentado contra Trump fue una “alarma para que el país despertara”. Franklin recordó un sermón que predicó en 1990, llamado “La sangre consagra las orejas, la sangre consagra las manos y la sangre consagra los pies”. Dios, dijo Franklin, consagró a Trump “con sangre en la oreja”.

“Cuando la bala del asesino falló a la cabeza y alcanzó al presidente en la oreja, la sangre le estalló en la oreja”, dijo Franklin. “Dios le abrió el sentido del oído como nunca antes”.

Jeremiah Johnson, de 27 años, residente de Tampa que viajó a West Palm Beach para el evento, dijo que Trump estuvo a “media pulgada de morir”. Fue Dios quien le salvó la vida, agregó Johnson.

“Si Dios lo hubiera querido muerto, la bala lo habría alcanzado”, dijo Johnson. “Pero hoy está aquí”.

Desde hace mucho tiempo, los republicanos conservadores respaldan la idea de que Dios defiende su causa, pero el mensaje de lo cerca que estuvo Trump de morir, no hace sino confirmar esa creencia. No solo Dios salvó al ex presidente, sino que lo ungió como el salvador de un país plagado de secularidad y de decadencia moral.

Gran parte de su vida, la persona pública de Trump había sido la de un empresario y celebridad más que la de un devoto conservador religioso. Antes de llegar a la arena política hace casi una década, el magnate multimillonario era más conocido como un acaudalado playboy que se había casado tres veces y expresaba opiniones moderadas sobre temas polémicos como el derecho al aborto.

Su decisión en 2016 de designar a Mike Pence, un notorio cristiano evangélico, como su compañero de boleta, se debió, al menos en parte, a apaciguar las preocupaciones de algunos religiosos conservadores sobre su candidatura.

Desde entonces, Trump ha hecho frecuentemente insinuaciones a religiosos conservadores. Ha establecido relaciones con líderes evangélicos, le ha hablado a congregaciones en iglesias como El Rey Jesús en Miami, y se convirtió en el primer presidente en ejercicio en asistir a la manifestación en contra del aborto, March for Life, en Washington, D.C.

¿Un intento por atraer votantes religiosos?

El viernes, apenas horas antes de que Trump hablara en West Palm Beach, su campaña dio a conocer la consigna “Believers of Trump”, un esfuerzo para que se inscriban como votantes congregaciones de iglesias.

Aubrey Jewett, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad of Central Florida, dijo: “Ahora hay personas que piensan que Trump fue escogido para dirigir el país, y él mismo ha empezado a cultivar esa imagen”.

“Los conservadores cristianos han llegado a aceptar a un líder imperfecto o mensajero, ya que está dispuesto a impulsar las políticas que ellos buscan”, agregó Jewett. “El ejemplo más obvio es la anulación de Roe vs Wade, donde ha cobrado mucho crédito”.

Traducción de Jorge Posada

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