Revelan identidad del “espía chino” supuestamente coludido con el príncipe Andrés
El empresario chino implicado en el escándalo de espionaje del príncipe Andrew se llama Yang Tengbo.
Se trata de un director de una consultora de inversiones china, de 50 años, al que se le prohibió la entrada en el Reino Unido en 2023 tras considerar que probablemente supondría una amenaza para la seguridad nacional.
Ahora, un juez del Tribunal Superior levantó la orden de anonimato para que pueda ser identificado tras las presiones de los parlamentarios que exigían que se le nombrara.
Tras su detención en 2021, a Yang se le encontraron cartas dirigidas al Departamento de Trabajo del Frente Unido de Pekín, una oscura rama del Partido Comunista de China (PCCh) encargada de influir en funcionarios extranjeros.
Yang afirmó que no había hecho “nada malo ni ilegal” y agregó: “La descripción generalizada de que soy un ‘espía’ es totalmente falsa”.
Su caso salió a la luz después de que impugnara su expulsión del Reino Unido ante la Comisión Especial de Apelaciones sobre Inmigración. El jueves, la solicitud fue desestimada.
La revisión reveló que Yang, que creó su empresa en 2005, pudo convertirse en un confidente cercano del príncipe Andrew y actuó en su nombre con inversores en China.
Se dice que utilizó sus contactos de alto nivel para conseguir invitaciones al palacio de Buckingham y otras residencias reales, y nuevos informes afirman que también se reunió con dos ex primeros ministros.
El Sunday Times afirmó que conoció a David Cameron en una recepción de Downing Street y a Theresa May en un acto de etiqueta, que tuvieron lugar a lo largo de los últimos 15 años en su oficina de Londres.
El jueves, los jueces dictaminaron que la exministra del Interior Suella Braverman había tenido “derecho a concluir” que el empresario “representaba un riesgo para la seguridad nacional” y, por consiguiente, a expulsarlo del Reino Unido.
Yang estudió la universidad en China y trabajó como funcionario subalterno durante varios años, según la sentencia.
En 2002 se trasladó al Reino Unido y estudió un máster en Administración Pública y Política Pública en la Universidad de York.
Tres años más tarde, Yang fundó una empresa de consultoría sobre inversiones en China, que posteriormente llegó a organizar varios eventos de alto nivel relacionados con China.
Según las pruebas aportadas a la Comisión Especial de Apelaciones sobre Inmigración, en su teléfono se encontró un mensaje de texto en el que se presentaba como representante en el extranjero de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino, órgano consultivo central del sistema del Frente Unido del PCCh.
Se dictó una orden de anonimato provisional contra el empresario, al que solo se conocía por el nombre en clave H6.
Sin embargo, comenzó a crecer la presión para que fuera identificado después de que los parlamentarios amenazaran con hacer uso del privilegio parlamentario —que otorga inmunidad legal— para nombrarlo.
El líder del partido Reform UK, Nigel Farage, declaró a Mail on Sunday que H6 debía ser “nombrado de inmediato”, con el argumento de que no hacerlo indicariá un “encubrimiento del establishment”.
A continuación, afirmó: “Si no se resuelve en los tribunales, debe ser nombrado en la Cámara de los Comunes. Evidentemente, es de interés nacional”.
El parlamentario laborista Graham Stringer declaró al periódico que era “ridículo” que H6 permaneciera en el anonimato “en el país al que supuestamente espiaba”.
Se cree que el exlíder conservador Iain Duncan Smith está intentando que en la Cámara de los Comunes debatan sobre las supuestas actividades de Yang, a pesar de la convención de que los parlamentarios eviten discutir los asuntos de los miembros de alto rango de la familia real.
Iain, partidario de implementar políticas agresivas en contra de China, dijo que el Parlamento tiene “derecho a saber”, ya que la realeza está en la cúspide del Gobierno.
Traducción de Michelle Padilla