Racing le ganaba 4-1 a Belgrano en Córdoba, pero empató 4-4 y el capitán Sigali les pidió disculpas a los hinchas

Gabriel Rojas, lateral izquierdo de Racing, en un ataque ante Belgrano de Córdoba; el partido tuvo ocho goles y muchas más emociones
Gabriel Rojas, lateral izquierdo de Racing, en un ataque ante Belgrano de Córdoba; el partido tuvo ocho goles y muchas más emociones

Cuando parecía que ganaba algo de oxígeno después de dos derrotas consecutivas, Racing recibió otro duro cachetazo. A 13 minutos del final, vencía por 4 a 1 a Belgrano, en Córdoba. Un partido que parecía resuelto, que dominaba con tranquilidad. Pero que terminó 4 a 4. El descuento inesperado despertó al Pirata, que con algo de empuje anímico le alcanzó para arrebatarle a la Academia lo que parecía ya una victoria segura. Y no bien terminó el encuentro el capitán Leonardo Sigali le pidió perdón a la gente: “En el mejor momento nuestro regalamos un partido increíble. No tengo muchas palabras para explicar esto. Nos están costando estos partidos. Les pedimos disculpas a los hinchas”.

El nombre propio que explica el partido es el de Franco Jara, delantero de Belgrano, capitán del equipo, figura de la cancha y, además, verdugo racinguista. El 7 de febrero de 2010, por la tercera fecha del Torneo Clausura, con apenas 21 años, tuvo su presentación en sociedad con la camiseta de Arsenal, en un gran triunfo por 4 a 2, en una noche en la que fue inalcanzable para Roberto Ayala, flamante refuerzo de la Academia. Ahora, catorce años después y ante el mismo rival, tuvo su partido soñado con el club de sus amores, el que esperaba desde que regresó a Belgrano el año pasado después de una larga carrera que incluyó pasos por Benfica, Granada, Olympiacos, Pachuca y Dallas de la MLS. Jara fue el abanderado de una remontada histórica con sus tres goles para el equipo cordobés.

Franco Jara convierte el primer gol para Belgrano ante Racing; luego haría dos más para el 4-4 en Córdoba
Franco Jara convierte el primer gol para Belgrano ante Racing; luego haría dos más para el 4-4 en Córdoba

Para la Academia este inicio resulta otro golpazo que llega en el peor momento. El próximo jueves, por los caprichos del calendario, los hinchas volverán a ver al equipo en el Cilindro después de una larga espera desde el 7 de abril. Más de cinco semanas, en las que pasó de todo en la mitad celeste y blanca de Avellaneda. El clima para ese partido de Copa Sudamericana, ante Coquimbo Unido, será espeso.

Hace exactos 25 días, en este mismo estadio, Racing había vencido por 4 a 0 a Belgrano, en una victoria que no sirvió demasiado porque de todos modos la Academia quedó fuera de la etapa decisiva de la Copa de la Liga. Desde aquella última aparición por el torneo local hasta este arranque del campeonato, el equipo de Costas sufrió algunos cimbronazos. El más fuerte, la derrota ante Talleres, de Remedios de Escalada, que significó la eliminación de la Copa Argentina. El otro, esta misma semana, con la caída ante Bragantino, en Brasil, que lo dejó casi sin margen de error para intentar conseguir la clasificación a octavos de final en la Copa Sudamericana. Ahora sumó uno más.

Baltasar Rodríguez, de lo mejor de Racing, intenta marcar a Rolón
Baltasar Rodríguez, de lo mejor de Racing, intenta marcar a Rolón

Más allá de ese contexto, el entrenador hizo una apuesta audaz y eligió empezar esta nueva aventura del torneo local con un equipo alternativo. A excepción de Santiago Sosa y Gabriel Rojas, los otros nueve futbolistas no suelen ser primera opción para Costas. Entre las apariciones más sorpresivas estaban las de Facundo Cambeses en el arco, después de aquel error ante Talleres, de Remedios de Escalada, y Leonardo Sigali, el capitán del plantel, que en lo va del año sólo había jugado 118 minutos y no saltaba al campo desde el partido ante Defensa y Justicia, el 16 de marzo pasado.

Por tercer partido consecutivo, como le había ocurrido en las últimas dos presentaciones de Copa Argentina y Sudamericana, antes de los diez minutos la Academia ya estaba en desventaja. Un problema grande no sólo por la fragilidad defensiva repetida o porque demuestra cierta desconcentración del equipo en el inicio del partido. Además, porque en lo que va del año los de Costas no habían demostrado carácter ni virtudes futbolísticas para poder dar vuelta un resultado.

Lo mejor del partidazo

Un cuadro que suele mostrar un estilo de juego directo y que aprovecha las buenas características de sus hombres de ataque se suele sentir más cómodo en ventaja y con espacios que cuando debe ir a buscar el resultado ante un rival que se cierra atrás. Por eso parecía que el tanto de Franco Jara a los 9 minutos de partido marcaba algo más que un gol de diferencia. Sin embargo, el rápido empate que llegó tras el zurdazo de Sosa le devolvió el aire al equipo visitante. A partir de ahí, la Academia protagonizó un buen partido. Pero pareció olvidarse que duran más de 90 minutos, hasta que el juez marca el final.

Hasta este encuentro, desde el arribo de Costas, en las siete ocasiones que había arrancado en desventaja no pudo revertir el resultado final: seis de esas fueron las derrotas que acumula en este ciclo (Unión, Godoy Cruz, Sarmiento, Talleres, Boca y Bragantino) y la restante un empate agónico ante Defensa y Justicia. En el Gigante de Alberdi parecía que rompía con esos fantasmas. Pero no hizo más que agigantarlos. Si bien pudo reaccionar de forma parcial y dar vuelta el resultado, se fue de Córdoba con apenas un punto. Y con una sensación agria, porque ya parecía tener el triunfo en el bolso.

Todas las buenas sensaciones que había logrado construir la Academia en un buen inicio del segundo tiempo se desvanecieron porque dejó de jugar el partido antes de que terminara. Los goles de Roger Martínez, las gambetas de Johan Carbonero quedaron en el olvido cuando a la Academia se le escapó de las manos lo que parecía un buen triunfo para arrancar un torneo. Ahora deberá rendir exámen en un contexto hostil, como será el del próximo jueves en el Cilindro. Y cada vez con menos margen para fallar.