Una propuesta para entregar la ciudadanía italiana a miles de chicos desata una tormenta en el gobierno de Meloni

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, acompañada por sus socios Matteo Salvini y Antonio Tajani
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, acompañada por sus socios Matteo Salvini y Antonio Tajani - Créditos: @Andrew Medichini

ROMA. - El verano boreal de 2024 no sólo será recordado en Italia por las temperaturas tórridas y los fenómenos meteorológicos extremos sino también por la reaparición del eterno e irresuelto debate sobre a quién darle la ciudadanía italiana, que ha generado una crisis interna en la coalición de derecha de la primera ministra, Giorgia Meloni.

Aunque la cuestión de la ciudadanía italiana a los inmigrantes extranjeros, que se arrastra desde hace años, siempre fue un caballito de batalla de fuerzas progresistas, la novedad esta vez es que fue el canciller y vicepremier, Antonio Tajani, de Forza Italia (el partido de centroderecha creado por el expremier y magnate, Silvio Berlusconi), quien volvió a poner sobre la mesa la necesidad de solucionar el tema.

Irritando como nunca a sus dos socios de coalición, es decir, Hermanos de Italia, de Meloni, y la Liga, del también vicepremier Matteo Salvini, Tajani removió el avispero al reflotar y respaldar una vieja propuesta del Movimiento Cinco Estrellas (M5E) sobre “ius scholae” (derecho por escuela), por el que se les daría la ciudadanía a los hijos de inmigrantes regulares con cinco años de escolaridad.

Se estima que la falta de ciudadanía afecta al menos a medio millón de jóvenes que son italianos de hecho -hablan perfecto italiano porque nacieron en el país o llegaron siendo muy pequeños-, pero no de derecho. En Italia, en efecto, la ciudadanía se rige por una ley de 1992 que se basa en el “ius sanguinis” (derecho por sangre), por la que solo es italiano quien tiene sangre italiana y no quien nace en Italia. Algo bien sabido por miles de argentinos que logran la ciudadanía italiana gracias a abuelos o bisabuelos italianos. En la Argentina, como en Estados Unidos, en cambio, rige el “ius solis” (derecho por suelo), que indica que quien nace en el país obtiene de inmediato la ciudadanía, tenga o no padres nacidos en el país.

Los chicos nacidos en Italia de padres extranjeros que residen regularmente en el país pueden volverse italianos sólo después de los 18 años, siempre y cuando hayan sido anotados en el registro civil y hayan residido legal e ininterrumpidamente hasta ese momento (la mayoría de edad, 18 años) en Italia. En este caso, pueden presentar ante la comuna de residencia una declaración que indica que quieren adquirir la ciudadanía italiana.

Para los menores nacidos en el exterior de padres no italianos que viven en la península, al momento no está previsto ningún modo de obtención de ciudadanía, salvo los canales de acceso que existen para sus padres mayores de edad -la obtención de la ciudadanía luego de una residencia legal de al menos diez años, o tras el matrimonio con un ciudadano italiano-.

Ánimos caldeados

Después de los Juegos Olímpicos de París, en los que Italia ganó varias medallas doradas gracias a atletas de origen extranjero, que Tajani decidiera resucitar la vieja propuesta del “ius scholae” cayó muy bien en la oposición de centroizquierda, que enseguida dijo estar lista a apoyar esa reforma en una eventual votación. Al contrario, generó una tormenta interna en el oficialismo.

De inmediato, los aliados de Tajani lo frenaron en seco: “Se trata de un tema fuera de agenda y fuera de programa”, le recordaron. Pero el referente de Forza Italia, al participar el jueves en un acto de Comunión y Liberación, un influyente grupo católico, en Rimini, insistió y redobló la apuesta. “El tema no está en el programa de gobierno, pero se puede hablar… No impongo nada a nadie, pero tampoco quiero que nadie me imponga algo a mí”, retrucó, inflamando aún más los ánimos.

“La insistencia de Tajani favorece a la oposición y amenaza con minar la estabilidad del gobierno”, advirtió la Liga, sin ocultar su furia.

La premier italiana, Giorgia Meloni, con atletas de su país que compitieron en los Juegos Olímpicos en París
La premier italiana, Giorgia Meloni, con atletas de su país que compitieron en los Juegos Olímpicos en París - Créditos: @X Giorgia Meloni

En lo que se interpretó como una estocada a Meloni, de hecho, el canciller y vicepremier en su discurso en Rimini no sólo volvió a mostrarse en favor del “ius scholae” sino que, además, dijo que los verdaderos patriotas italianos son los que creen en Europa, no los soberanistas. “Europa es compartir valores, sólo así Italia se salva. Prefiero una persona que no tiene el apellido italiano y tiene padres no nacidos en Italia, que canta el himno nacional, a una persona nacida en Italia de padres italianos que no canta el himno nacional”, comentó. “No soy un subversivo ni un extremista de izquierda, pero lo que digo es que hay que ver la realidad por la que es. Sos italiano o europeo no porque tenés la piel blanca, amarilla, roja o verde, sino porque tenés convicciones”, agregó, generando aplausos.

Tajani fue más allá: “El ‘ius scholae’ no es una batalla, es una posición cultural. Es nuestra identidad. Y no hago política. La sociedad ha cambiado, ¿queremos entenderlo? Tampoco estaba en el programa la elección de [Ursula] Von der Leyen [al frente de la Comisión Europea] y no me parece que el gobierno haya caído”, afirmó. “Ser italiano, ser europeo y ser patriota no está vinculado a siete generaciones, sino a lo que eres tú”, insistió, criticando al actual “ius sanguinis”.

Como sucedió en 2015, cuando naufragó una ley sobre “ius solis” (derecho por suelo) que buscaba poder darles la nacionalidad italiana a los nacidos en suelo italiano de padres extranjeros con permiso de residencia, impulsado por la centroizquierda, el proyecto sobre “ius scholae” presentado a mediados de 2022 por el M5E también fracasó. Según este proyecto ahora de nuevo sobre el tapete, los hijos de extranjeros nacidos en Italia, o que ingresaron al país antes de los 12 años, podrían obtener la ciudadanía italiana si cumplieron un ciclo escolar de cinco años.

En medio del debate, que en verdad no amenaza la estabilidad del gobierno de Meloni, pero sí expone una ruptura interna, este viernes el “gran cuñado”, es decir, Francesco Lollobrigida, ministro de Agricultura, referente de Hermanos de Italia y marido de la hermana de Meloni, volvió a rechazar cualquier reforma sobre ciudadanía: “Las normas ya existen y son adecuadas”, aseguró, en línea con la Liga de Salvini.

Pero la “rebelde” Forza Italia insistió con el tema, esta vez reflotando un viejo video en el que su máximo líder, el fallecido Silvio Berlusconi, se mostraba en favor del “ius scholae”, así como “ahora, en forma coherente” sigue estando su partido, destacó la cuenta de Forza Italia un posteo en X.

“Consideramos que darle la ciudadanía a quien es hijo de extranjeros pero que vive en Italia es hasta obligado cuando esta persona ha sido alumna de un ciclo escolar que le permite no sólo hablar bien nuestra lengua, sino también, conocer nuestra historia y apreciar los puntos cardenales de nuestra civilización”, decía el Cavaliere. El día anterior, la Liga había posteado en sus redes una entrevista en la que el magnate y expremier decía lo contrario.

Desde sus vacaciones en un lugar secreto -porque está “harta del morboso acoso mediático”-, Meloni no ocultó su fastidio ante una interna por un tema fuera de agenda, que no es prioridad del gobierno. “Atengámonos a las cosas que hay que hacer”, hizo saber, molesta.

Según un estudio de Tuttoscuola, de llegar a ser realidad el “ius scholae”, en cinco años en las escuelas de la península podría haber medio millón de italianos más.