Los presidentes de Estados Unidos que llegaron a la Casa Blanca sin ganar el voto popular
En la historia de Estados Unidos, solo en cinco ocasiones un candidato presidencial que ha obtenido la mayoría de los votos populares no ha resultado el ganador de las elecciones. Y es que, según la ley, es en el Colegio Electoral donde se decide quién será el próximo inquilino de la Casa Blanca.
Cada estado del país cuenta con una cantidad de votos en el Colegio Electoral equivalente a la suma de los representantes federales y senadores que tiene en el Congreso, y se necesitan al menos 270 para ser electo. Por lo general, el candidato que ha ganado más votos populares en cada estado se queda también con los votos electorales. Pero ese no ha sido el caso en 5 de las 58 elecciones presidenciales de la historia estadounidense, incluida la del 2016, en la que Donald Trump resultó vencedor.
1. John Quincy Adams (1824)
John Quincy Adams, hijo de John Adams, el segundo presidente de EEUU, compitió en una elección singular: con ella se cerraba la era en que los presidentes fueron ‘padres fundadores’ (luego de George Washington, Adams, Thomas Jefferson, James Madison y James Monroe) y se daba paso a una nueva generación y a nuevas fuerzas populares en la política estadounidense.
Cuatro candidatos compitieron: Andrew Jackson, Henry Clay, William Crawford y John Quincy Adams, todos miembros del mismo partido, el Demócrata-Republicano, luego de que el Partido Federalista se opacó algunos años antes. El voto se dividió fuertemente, pero fue Jackson, el militar héroe de la guerra de 1812 y vencedor de los británicos en Nueva Orleans, quien más votos obtuvo, sin lograr la mayoría requerida en el Colegio Electoral.
Jackson era también el primer gran político estadounidense en representar los intereses y visión de las nuevas regiones, al oeste de las 13 colonias originales, durante el proceso de expansión de EEUU.
Ninguno de los candidatos logró ganar en el proceso electoral como tal (Jackson obtuvo 152,901 votos contra 114,023 de Adams, pero se quedó 32 votos electorales corto para ganar) por lo que, de acuerdo a la Constitución, la definición del presidente pasó a la Cámara de Representantes.
Adams logró entonces maniobrar políticamente y en alianza con Henry Clay, el candidato con menos votos pero el poderoso líder de la mayoría en la Cámara, fue electo presidente. Ese arreglo tuvo su carga de escándalo, al dejar fuera al más votado, y Jackson lo calificó como el “trato corrupto”, máxime luego de que Adams nombró a Clay su secretario de estado.
Con todo, cuatro años después Jackson, con su recién creado Partido Demócrata, retó de nuevo a Adams y lo derrotó por amplio margen.
2. Rutherford B. Hayes (1876)
En el caso de Rutherford B. Hayes, ningún candidato logró los votos suficientes para ser electo y la decisión fue tomada por el Congreso. El demócrata Samuel Tilden logró 184 votos electorales, uno menos de lo que necesitaba en ese momento para ganar, y superó por unos 250,000 votos populares al republicano Rutherford Hayes, quien logró 165 votos electorales.
Pero Hayes y los republicanos objetaron el resultado electoral en tres estados, en los que ambos partidos clamaron la victoria. Esos tres estados otorgaban un total de 20 votos electorales, por lo que la decisión al respecto inclinaría la balanza. El Congreso creó una comisión de representantes, senadores y jueces de la Corte Suprema para decidir y los 20 votos le fueron otorgados a Hayes, quien fue electo con un voto electoral de diferencia.
Se afirma que esa decisión tuvo un acuerdo tras bambalinas: como parte del trato, el republicano Hayes, –cuyo partido liderado años antes por Abraham Lincoln ganó la presidencia y ejerció el poder durante la Guerra Civil y lo retuvo tras la victoria sobre la Confederación sureña– prometió retirar el ejército de los estados del sur, bastiones demócratas, y con ello comenzó el final del periodo conocido como de la Reconstrucción.
Hayes también prometió no buscar la reelección y tras su periodo de cuatro años se retiró a su casa en Ohio.
3. Benjamin Harrison (1888)
La elección de 1888 entre el presidente en pos de su reelección, el demócrata Grover Cleveland, y el republicano Benjamin Harrison (nieto del presidente William Harrison) fue especialmente tensa, con alegaciones de ambas partes de que estaban comprando a votantes independientes y también con esfuerzos para suprimir el voto de los afroamericanos en los estados del sur.
Ante ello, el país se dividió en dos bloques: el sur votó por Cleveland y el norte y el oeste por Harrison, y aunque el presidente ganó más votos populares, 90,500 más que Harrison, apenas un 0.8% de diferencia, perdió el Colegio Electoral, donde el demócrata obtuvo solo 168 votos contra 233 del republicano.
Pero Cleveland tuvo su revancha. Cuatro años después, en 1892, se postuló de nuevo y esta vez derrotó a Harrison, convirtiéndose Cleveland en el único presidente en la historia de EEUU en gobernar durante dos periodos no consecutivos.
4. George W. Bush (2000)
La elección de 2000 fue la primera en 112 años en la que el candidato que ganó el voto popular perdió la presidencia.
El vicepresidente y candidato demócrata Al Gore obtuvo a nivel nacional 50,999,000 votos y superó por 545,000 (0.5%) al candidato republicano George W. Bush. Pero en el Colegio Electoral la contienda estaba muy pareja y todo se resolvió con los votos electorales del estado de Florida.
Se dio entonces una situación inédita. Las televisoras, que en la época de los medios masivos han tenido un papel singular en la difusión de los resultados electorales, anunciaron con base en encuestas de salida y otros datos que Gore había ganado Florida. Eso implicaba que Gore era el presidente electo. Pero cuando el conteo formal progresó, resultó que Bush ganó Florida por una diferencia de 537 votos y con ello sumaba 271 votos electorales, uno más de los necesarios para ganar.
Se afirma que la discrepancia entre las encuestas de salida y el conteo formal se debió a que una cantidad significativa de boletas, sobre todo en algunos condados, tenían anomalías, por ejemplo problemas con la ubicación de los agujeros (las boletas usaban tarjetas perforadas) que indicaban por quién había votado el ciudadano.
Gore decidió entonces impugnar el resultado y la Corte Suprema de Florida ordenó un recuento, que por la cantidad de votos y la complejidad de su revisión fue lento y difícil. Y ante la posibilidad de que no se lograra culminar ese conteo antes del plazo legal para integrar el Colegio Electoral, lo que llevaría a una crisis constitucional inédita, la Corte Suprema de EEUU votó, con 5 votos a favor y 4 en contra, por suspender el recuento y reconocer el resultado del conteo original. Bush fue entonces el primer presidente electo en el contexto de una decisión de la Corte Suprema.
5. Donald Trump (2016)
En una elección sustancialmente polarizada y tensa, el candidato republicano Donald Trump logró una sorpresiva victoria sobre la demócrata Hillary Clinton, al obtener una ventaja importante en el Colegio Electoral pese a que no logró la mayor cantidad de votos a nivel nacional.
Clinton obtuvo 2.8 millones de votos (2.1%) más que Trump a escala nacional, en buena medida impulsada por holgadas victorias en estados muy populosos y de fuerte inclinación demócrata como California y Nueva York. Pero Trump consiguió dar un vuelco histórico en el resultado en tres estados –Michigan, Pennsylvania y Wisconsin– que por años habían votado a favor de los candidatos demócratas y por ello, se suponía, se inclinarían en esta ocasión por Clinton.
No fue así, y Trump logró convencer a suficientes votantes en esos estados para inclinar la balanza en el Colegio Electoral y ser electo presidente. Su triunfo fue por un mínimo pero decisivo margen: en unos comicios en los que votaron 136 millones de ciudadanos, Trump venció por 22,748 votos (0.8%) en Wisconsin, 44,292 (0.7%) en Pennsylvania y apenas 10,794 (0.2%) en Michigan. Por ello, aunque a nivel nacional Clinton recibió el respaldo de muchos más ciudadanos que Trump (algo que a él le causó especial escozor) ella quedó detrás en el Colegio Electoral con 227 votos contra 304 de Trump.
¿Podría repetirse la historia en el 2020? Por el momento las encuestas dan una ventaja significativa al demócrata Joe Biden, incluso en los denominados "estados péndulo", pero aún podría haber sorpresas.
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