Plan porteño: levantarán más de dos kilómetros de una bicisenda y analizan más cambios
A finales de febrero pasado, la administración de Jorge Macri anunció que iba a introducir cambios en las bicisendas, un proyecto que caracterizó a la gestión anterior de Horacio Rodríguez Larreta desde 2009, y que se extiende por más de 300 kilómetros. Ahora, el gobierno porteño avanza sobre las modificaciones de estos carriles exclusivos.
A principios de año, habían lanzado directamente la frase: “Si se pudiese, la levantamos de punta a punta” para hacer referencia a la ciclovía de Avenida del Libertador que conecta General Paz con Retiro. Las razones: la cantidad de ciclistas que la usan y el diseño urbano. Estos son los dos ejes en los que se basaron para estudiar todo el sistema durante este año: el entorpecimiento del espacio y el caudal de usuarios. Con esos datos buscaron determinar cuáles mantener y cuáles levantar definitivamente.
Después de casi diez meses, finalmente comenzaron, la semana pasada, con una parte del plan integral, que contempla la intervención sobre 12 kilómetros de la red: “Luego de un análisis de usos, se estudió cuáles eran los tramos con posibilidad de mejora y las necesidades requeridas para cada uno de los kilómetros. De esta manera, se garantizará una red exclusiva, accesible y segura”, expresaron desde el gobierno. La primera etapa se está llevando a cabo sobre la calle Tucumán, e implicará la remoción de toda la bicisenda desde Libertad hasta Billinghurst, es decir, más de veinte cuadras.
Voceros del Ministerio de Infraestructura de la ciudad comentaron, además, que se inició un proceso licitatorio para mejorar toda la red a través de la ampliación, el mantenimiento o la remoción de algunas bicisendas. La decisión de extraer la bicisenda de Tucumán se basó en que, según dijeron, se trata de una sección que “se complementa” con las de las avenidas Corrientes y Córdoba. Es decir, se podría prescindir de la de Tucumán porque las otras dos abarcan un trayecto similar.
En febrero, cuando plantearon las intervenciones, también contaron que la información sobre el uso iba a surgir de las imágenes captadas por el sistema de monitoreo y que iban a aplicar inteligencia artificial. Así sabrían cuántas personas las utilizan y cómo estas sendas conviven con el ambiente urbano.
Este último es un punto esencial, porque sobre Tucumán, entre Paraná y Dellepiane, ya hay dos cuadras en donde se ve el comienzo de las obras para levantarlas. No son contundentes, teniendo en cuenta que se van a quitar cerca de dos kilómetros: por el momento, apenas se borraron líneas de carriles, las flechas que marcaban el sentido del tránsito en el asfalto y algunas señales más. Aunque los vecinos consultados en un recorrido de LA NACION por el barrio dijeron no haber visto trabajadores en el lugar, un empleado de la tienda Alta Bike, en la esquina de Tucumán y Rodríguez Peña, contó que “el gobierno” pasó juntando firmas a favor del levantamiento: “Yo les dije que vinieron a consultar al lugar equivocado”, comentó. También dijo que una de las principales razones para centrarse en la remoción fue que muchos residentes se quejaron por los gritos y los bocinazos que generan las interacciones entre ciclistas y conductores que estacionan mal.
Pablo Bereciartua, ministro de Infraestructura, se refirió a estas medidas a través de un comunicado: “[mejorar la red] contempla sumar capacidad a las más utilizadas, sumar nuevas rutas y, llegado el caso, levantar las ciclovías con recorridos duplicados o que dificulten el acceso a centros de salud o escuelas”.
Sin embargo, la intervención sobre la calle Tucumán no tuvo una gran bienvenida. De hecho, un grupo de ciclistas se reunió el lunes a la tarde para mostrar su descontento con la medida. Esta mañana todavía quedaban rastros de la tiza con la que intervinieron la calzada: “Las ciclovías no se sacan, se mejoran”.
Según una vecina, aunque no estaba enterada de lo que el gobierno pretende hacer con estos carriles y tampoco vio actividad de obras en el sector, sí se cruzó con la movilización que, contó, ocupaba casi dos cuadras de ciclistas. Los flyers que comparte la agrupación Masa Crítica Buenos Aires, quienes organizaron esa movilización, afirmaron: “El gobierno las levanta de noche”.
Amparo
Por esto mismo, la Asociación Civil Observatorio del Derecho a la Ciudad y otros actores presentaron un amparo para frenar la remoción. “Rechazamos la decisión del GCBA de eliminar trayectos de ciclovías de la ciudad porque no se enmarca en una planificación de la red de ciclovías y bicisendas ampliamente participativa y no se fundamenta en estudios socioambientales puestos a disposición de la ciudadanía para su consideración. Existe un mandato legal de que la red de ciclovías y bicisendas debe ampliarse y no reducirse. Estamos ante una violación del derecho a la movilidad de la población”, remarcaron.
Desde Infraestructura afirmaron que, por el momento, no fueron notificados. Además, remarcaron que el proceso no es de reducción sobre la red en sí. “Se remueve alguna, pero también se suman otras y se amplían –afirmaron–. Al final, vamos a seguir teniendo lo mismo o más”. También consideraron que la fundamentación del amparo es “débil”, ya que no apunta a alguna falla de instancias legales o administrativas, y que “es distinto cuando te llegan amparos por no cumplir audiencias públicas, instancias de participación”, u otras. “Igual responderemos cuando nos notifiquen”, agregaron.
Por otro lado, la calle Billinghurst es protagonista de una de las etapas de mejoramiento: se están agregando 50 centímetros al ancho de los carriles para bicicletas, una intervención que va realizarse a lo largo de 1,3 kilómetros. “En un estudio pormenorizado de uso de la red se detectó la necesidad de mejorar este tramo, ya que es uno de los más usados por los vecinos, con más de 3000 viajes diarios”, detallaron en el comunicado.
A su vez, informaron que el proyecto total implica el trabajo sobre cinco ejes de acción: remoción, puesta en valor y mejora, modificación de traza, expansión y mejoras puntuales. Algunas de las intervenciones van a implicar la señalización, la demarcación y el recambio de cordones, entre otras. Por el momento, se conoce el destino de estos casi cuatro kilómetros de obras, sumando las acciones sobre Tucumán y las de Billinghurst. El resto, casi 8 kilómetros, todavía no están definidos, ya que, detallaron en Infraestructura, varias mejoras y remociones continúan siendo analizadas.