Las pitones están devorando a los Everglades. ¿Comerlas podría ser una solución?

Desde hace años, se sabe que las voraces pitones birmanas han provocado un daño de enormes dimensiones a la cadena alimenticia del Parque Nacional de los Everglades. Han acabado prácticamente con poblaciones enteras de pequeños mamíferos como conejos silvestres y devorado todo tipo de animales, desde pájaros hasta cocodrilos.

Sin embargo, para combatirlas, un nuevo estudio realizado en Australia sugiere una posibilidad paradójica: la especie invasiva más destructora de la Florida también podría proteger al planeta de los amenazantes impactos del cambio climático, al menos en teoría.

Podríamos comerlas, si bien los miles de ejemplares que todos los años los cazadores capturan en los Everglades ni se acercan a lo que hace falta. Necesitamos criar pitones como si fuera ganado y —sin duda el principal obstáculo— aprender a comer su carne en vez de la carne de res o de puerco.

¿Alguien se entusiasma a preparar hamburguesa de pitón?

Según el estudio, hay varias razones que convertirían a las pitones birmanas en una buena opción alimenticia que ayudaría al cambio climático. Los científicos llegaron a la conclusión de que las pitones son increíblemente eficientes en lograr que pequeñas cantidades de comida se tornen en grandes cantidades de alta proteína bajas en grasa. Algo también importante, es que, a diferencia de los eruptos, ventosidades y excrementos del ganado que son enormes fuentes de metano (estimadas en el 45 por ciento de las emisiones de gas de invernadero de la industria agrícola de Estados Unidos), las pitones birmanas se demoran en defecar muchos días e incluso semanas y lanzan ventosidades con mucho menos frecuencia.

Las voraces pitones birmanas, oriundas del sureste de Asia, han provocado un daño de enormes dimensiones a la cadena alimenticia del Parque Nacional de los Everglades.
Las voraces pitones birmanas, oriundas del sureste de Asia, han provocado un daño de enormes dimensiones a la cadena alimenticia del Parque Nacional de los Everglades.

Aunque el proyecto de que las granjas de pitones sustituyan a los ranchos ganaderos en la Florida sea aún algo muy lejano, Daniel Natusch, principal autor del estudio, considera que la posibilidad de comercializar la carne de las pitones es un planteamiento interesante que debe estudiarse a fondo.

“En teoría, la producción de carne de pitones podría aumentar”, le dijo al Miami Herald en una llamada telefónica desde Cairns, Australia, Natusch, ejecutivo de la firma de consultoría, Epic Biodiversity. “No solo reduciría significativamente las emisiones, sino que también haría más sólidos nuestros sistemas agrícolas, y su producción costaría menos”.

Las pitones en el estudio publicado en la revista Scientific Report se criaron en granjas de Tailandia y Vietnam, donde las pitones y otras serpientes son un plato delicado y forman parte de la cultura culinaria. El propio Natusch ha comido pitones en parrilladas, lentamente cocinadas, adobadas con polvo de curry y acompañadas de cecina. El experto la describió como una carne blanca con la textura del calamar y un sabor parecido al del pollo.

Daniel Natusch ha comido pitones en parrilladas, adobadas con polvo de curry y cecina. El experto la describió como una carne blanca con la textura del calamar y un sabor parecido al del pollo.
Daniel Natusch ha comido pitones en parrilladas, adobadas con polvo de curry y cecina. El experto la describió como una carne blanca con la textura del calamar y un sabor parecido al del pollo.

El estudio refleja una investigación minuciosa sobre las fuentes de proteína que resulta favorable al clima. Se ha investigado ampliamente diversas variedades de insectos que se consumen comúnmente en algunos países. En comparación, Natusch cree que la carne de serpiente tiene más posibilidades de ser aceptada en el mundo occidental.

“Es más apetitosa, a diferencia del grillo u otro animal. Es más parecida a lo que estamos habituados a comer. No solemos masticar las patas de los insectos”, dijo. “La mayor barrera es acostumbrar a la gente a la idea de comer pitón”.

LA VENTAJA DE LA PROTEINA DE LAS PITONES

Como un alimento potencial, el estudio concluyó que las pitones tienen algunas ventajas notables sobre las reses, el puerco, el pollo y hasta los insectos. Una diferencia fundamental es que los animales de sangre caliente utilizan entre el 80 y el 90 por ciento de la energía que consumen para mantenerse calientes, mientras que los reptiles de sangre fría, logran mantener la temperatura corporal mediante otras fuentes, como tomar el sol, y deslizarse por rocas calientes. Ello les permite, dijo Natusch, usar gran parte de la energía que reciben de los alimentos para crecer más.

De igual modo, tampoco necesitan mucho espacio y no comen con frecuencia —por lo general, solo una vez a la semana— y se pueden pasar meses sin beber agua, manteniéndose hidratadas por la condensación de la piel.

Sin embargo, a diferencia del ganado, las pitones no se alimentan de alimentos sostenibles como la hierba, toda vez que son una especie carnívora que come animales y huevos. Según los expertos, las pitones aprovechan lo que de otra forma hubiera terminado en la basura como roedores muertos, cabezas de pollos y puercos que nacen antes de tiempo. Las pitones tienen también un fuerte sistema digestivo que puede digerir hasta huesos.

“Son como bolsas de basura grandes y delgadas que reciclan básicamente gran cantidad basura”, dijo Natusch.

Los especialistas están experimentando mezclando un 50 por ciento de soya a las salchichas que se fabrican. Las serpientes, dijo Natusch, crecen mucho más y con mayor rapidez. “Simplemente no lo saben. Es como esconder brócoli en un gran pastel pie”, agregó el experto.

LAS AGENCIAS ESTATALES NO RECOMIENDAN COMER SERPIENTES

Las conclusiones del estudio, sin embargo, desafortunadamente, no significan mucho para los esfuerzos de la Florida para controlar las pitones que viven en los pantanos.

Para empezar, aunque es legal consumir la carne de pitones cazadas en la Florida, es algo que no recomiendan las autoridades estatales.

Amy Siewe, residente de Tampa y conocida como la Cazadora de Pitones, ha capturado cientos de estas serpientes a lo largo de años, atrapándolas con las manos y sacrificándolas humanamente como parte del trabajo del estado para controlar la propagación. Siewe califica la textura como desagradable.
Amy Siewe, residente de Tampa y conocida como la Cazadora de Pitones, ha capturado cientos de estas serpientes a lo largo de años, atrapándolas con las manos y sacrificándolas humanamente como parte del trabajo del estado para controlar la propagación. Siewe califica la textura como desagradable.

El ganado convencional se nutre de granos y hierba y los productos a base de carne se examinan e inspeccionan con regularidad. Ese no es el caso con las pitones que se capturan en los pantanos de la Florida. Algunas de las pitones birmanas cazadas en los Everglades tienen niveles de mercurio 100 veces más alto que el que se recomienda para el consumo humano. Muchas otras criaturas de los Everglades, como los róbalos de agua fresca, enfrentan también advertencias de salud similares que limitan su consumo. Las pitones capturadas, en la cima de la cadena alimenticia se consideran peligrosas para comer, tanto por el Departamento de Salud de la Florida, como por el Departamento de Agricultura de la Florida.

Aunque algunos cazadores de pitones han declarado haber comido serpientes de la Florida y los restaurantes se han aventurado con platos exóticos como pizza de pitón desde hace años, en la actualidad no se permite la venta comercial de carne de pitón. De modo que si a alguien se le ocurre crear una granja o instalación para la cría de pitones —en Asia, a veces se crían en almacenes especiales— podría encarar grandes exigencias regulatorias. Por ejemplo, el estado de la Florida tiene prohibido la importación de pitones birmanas y de algunos otros constrictores gigantes, y ya no se permite tenerlas como mascotas ni criarlas para su venta comercial.

Se necesita un permiso especial para mantener una pitón birmana viva, dijo McKayla Spencer, coordinadora de la Comisión de Pesca y Conservación de la Vida Silvestre de la Florida (FWC). La única razón por la que se permite que sobrevivan tiene que ver con propósitos de investigación o para estudios que puedan ayudar a erradicar la plaga en que se ha convertido la especie.

Natusch, sin embargo, cree que ya es demasiado tarde para detener la invasión de las pitones en los Everglades, de modo que la amenaza de operaciones comerciales parece ser mucho menos seria.

Entre las muchas teorías de como las pitones se propagaron, una muy frecuente es que algunas escaparon de tiendas de mascotas del sur del Condado Miami-Dade cuando sus instalaciones resultaron dañadas tras el devastador paso del huracán Andrew en 1992. La otra causa probable es que los dueños las soltaron, ya que se les hizo imposible conservarlas como mascotas tras haber crecido de una forma descomunal. Estas serpientes pueden fácilmente llegar a los 10 pies en pocos años. En julio del 2023, una pitón birmana de 19 pies y de casi 200 libras, se capturó en la Reserva Nacional Big Cypress en el suroeste de la Florida, lo que, hasta ahora, es un récord estatal. De modo que la idea de almacenes llenos de serpientes en una zona bajo la constante amenaza de huracanes parece crear el argumento de una película muy mala de categoría B.

Para la FWC, que contrata cazadores de pitones para encontrar, reportar y matar estas serpientes a $50 cada una, cualquier cosa que logre eliminar más serpientes de los pantanos, manglares y bosques es una buena noticia. “Cada pitón que se saque de la Florida ayuda a proteger la vida nativa y el hábitat de la región”, dijo Spencer.

Nadie piensa, sin embargo, que los cazadores puedan atrapar suficientes serpientes para producir una fuente alimenticia estable, todo ello sin la preocupación del mercurio. Encontrar a una maestra del camuflaje como lo es la pitón birmana en los Everglades, a veces es tan difícil como hallar una aguja en un pajar. Hasta el momento, después de largos años de lucha, más de 19,000 pitones birmanas se han encontrado reportado a la FWC. Los científicos estiman que aún hay decenas y hasta cientos de miles de serpientes, y que continúan reproduciéndose.

Natusch señala que las serpientes oriundas de la región pueden ayudar en la creación de granjas de pitones. Sus huevos podrían producir el comienzo de una operación comercial que podría representar comidas libres de mercurio.

La posibilidad de crear este tipo de granjas, desde luego, sigue siendo, sumamente improbable. Aunque la ciencia argumentar que dichas granjas podrían ayudar a reducir las emisiones de mercurio, la carne de serpiente tendría que vencer a consumidores remilgados para poder mantener a flote una granja. Por otra parte, algunos cazadores que han probado la carne no están precisamente entusiasmados con lo que han comido.

Amy Siewe, residente de Tampa, conocida como la Cazadora de Pitones, ha capturado cientos de pitones a lo largo de años, atrapándolas con las manos y sacrificándolas humanamente como parte del trabajo del estado para controlar la propagación.

Siewe califica la textura como desagradable.

“La carne es muy correosa”, dijo Siewe, “tan gomosa que el rato, tuve que escupirla”.

Cocinarla a fuego lento, dijo, la vuelve babosa.

Quizás algún dinámico chef pueda encontrar la receta adecuada y la perfecta técnica para cocinarla. Pero, por el momento, Siewe dijo que utilizará la piel como mercancía para fabricar manillas de relojes Apple.

Traducción de Jorge Posada