El paro de transporte afecta a 263 vuelos: cuál es la situación en Ezeiza y Aeroparque
El Aeroparque está prácticamente paralizado. Es un panorama extraño, solo hay trabajadores y están los puestos de comida y kioscos abiertos. Hay algunos pasajeros, muy pocos, que no se enteraron del paro nacional de transporte de 24 horas que afecta a trenes, aviones, subtes, barcos y camiones, y que obligó a hacer reprogramaciones y a la mudanza de la actividad de compañías privadas hacia el aeropuerto internacional de Ezeiza.
Como Carmen, que llegó desde Chile a Mar del Plata y hoy debía volver. Viajaba con la aerolínea SKY, que está operando desde Ezeiza, por lo que estaba esperando a que su marido averiguara si los podían ubicar en un vuelo de hoy o tenían que quedarse allá esperando un posible horario para mañana.
“Nosotros venimos de Mar del Plata y no nos dijeron nada. Llegamos acá porque no nos podíamos quedar allá. Mi esposo está averiguando ahora, porque en Chile nos dijeron que están haciendo el trámite para poder irnos. Creo que nos reprogramaron el vuelo para mañana, pero nos vamos a tener que quedar en el aeropuerto, porque no tenemos en donde parar”, contó.
En Ezeiza, en cambio, es otra la situación. Se ve el movimiento normal de la gente que sale y hace el check in en las distintas filas. También personas en el stand de atención de Flybondi. Un señor explicó que vino a solucionar un problema con su vuelo: ayer le reprogramaron tres veces, primero para salir a la tarde, después, a las 5 de esta madrugada, y después, a las 10 de la mañana de hoy. Pero al llegar no figuraba en este último, por lo que está esperando reclamar para que lo incorporen.
Varios pasajeros contaron que estaban enterados de las modificaciones de sus pasajes en esta fecha de paro en Aeroparque, pero también sostuvieron que, por el momento, en Ezeiza las operaciones están funcionando con normalidad, tanto en partidas como en el sector de arribos, de donde sale la gente como en una jornada sin afectación de transporte.
Por el momento, en este aeropuerto internacional el pabellón de JetSMART está casi vacío, apenas dos personas realizando el check in, pero con todos los trabajadores en sus puestos. Una chica que viaja por esa aerolínea, en el vuelo a Córdoba a las 11.35, contó que todo está “funcionando bastante bien”, que su vuelo sale en el horario estipulado y que solamente le modificaron el lugar, ya que originalmente partía desde Aeroparque.
En las pantallas, sin embargo, también se ven otros panoramas: vuelos cancelados de LATAM (Lima y Guayaquil, que salían está mañana a las 7.35, por ejemplo); otros de Flybondi, también (Posadas y Comodoro Rivadavia, a las 12.50 y 12.55, respectivamente); en Gol cancelaron el que iba a Río de Janeiro a las 12.20; también uno a Lima, que salía a las 8 por la compañía SKY.
Aeroparque, casi desierto
En Aeroparque, una pareja que llegó desde Alaska y tomaba un café comentó que no sabían lo que estaba pasando, y solo ante la consulta de este medio se enteraron de que hoy era día de paro. Viajaban por Flybondi, pero, contaron, no habían recibido ninguna notificación sobre el traslado de las operaciones hacia Ezeiza. Como nadie les daba información, iban a tratar de llegar hasta allá para solucionar su situación.
Respecto del personal que se encontraba en las instalaciones, una trabajadora del Indec, que no dio el nombre, explicó que fueron para que no les descontaran el día. “Nosotros tenemos que venir igual para que no nos descuenten el día. Es venir a fichar”, detalló. Ella trabaja en la parte de internacionales, que no va a funcionar en toda la jornada.
Sobre la gente que espera acá, muy poca, también teorizó que muchos no tienen otro lugar a dónde ir. “Estamos para justificar el día, pero no hay nada de nada. Todas las pantallas están canceladas [los vuelos]. Yo hace 16 años que trabajo acá y es el primer año que veo tanta gente [empleados] un día de paro. Me parece que hay miedo de no venir, por las consecuencias”, agregó.
La situación se da en el contexto de enfrentamiento entre el Gobierno y los sindicatos, que se siente cada vez con más fuerza, y que hoy tiene su punto cúlmine, con la paralización de diversos medios de transporte públicos a nivel nacional.
La decisión fue anunciada luego del plenario de los referentes de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) y la Unión General de Asociaciones Sindicales de Trabajadores del Transporte (Ugatt) —con la conformación de la Mesa Nacional del Transporte— el pasado 8 de octubre. Como se aclaró en ese momento, se trata de “una paralización de actividades”, es decir que no habrá movilización activa de los gremios.
Uno de los casos más fuertes, que vienen con una sucesión de paros por lo menos desde agosto, es el de los sindicatos de trabajadores de Aerolíneas Argentinas (AA), que atraviesan meses de pujas por aumentos salariales, a las que se suman los anuncios del Gobierno de una posible privatización de la compañía de bandera, y que ayer avanzó en comisiones.
De hecho, Juan Pablo Brey, secretario general de la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA), dijo a LA NACION: “Los reclamos particulares del sector son los de AA, que ayer obtuvieron dictamen con un proyecto de privatización con argumentos muy flojos. Después, el tema salarial, que seguimos ya con un 90% de atraso. Y después, los temas que están en toda la mesa del transporte, que son la libertad sindical, el derecho a huelga que nos quieren cortar con el decreto de la esencialidad [que obliga a cumplir guardias mínimas de trabajadores con el 50% en planta],las libres paritarias, los temas de la soberanía también tiene que ver con AA”.
Miles de afectados
Por parte de la empresa, la medida de fuerza de esta jornada afecta a 263 vuelos, que equivale a 27.000 pasajeros —de los cuales 21.500 corresponden a domésticos, y más de 3000, a regionales; el resto son viajes internacionales— por lo que para minimizar el impacto modificaron horarios y reprogramaron vuelos, aunque también otros debieron cancelarse. Por esto, aseguraron que los cambios de tickets no tendrán penalidad ni cargos extra por un lapso de 15 días desde la fecha. “Los vuelos de largo recorrido, como los que van a Madrid, Miami, Punta Cana y Roma, serán ajustados en sus horarios para no ser afectados”, aclararon a través de un comunicado.
En el intento de mitigar los efectos sobre los usuarios, también contaron que 15.000 personas fueron reubicadas, y que se enviaron notificaciones sobre las cancelaciones o reprogramaciones a todos.
Por otra parte, las aerolíneas privadas trasladaron sus actividades hacia el aeropuerto internacional de Ezeiza, ya que se vieron afectadas por la adhesión de Intercargo al paro de hoy, ya que sus trabajadores se encuentran bajo la órbita de la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), que tienen a su cargo el manejo de rampa en Aeroparque. El cambio pudo realizarse porque en julio, el decreto 599/2024 habilitó la desregulación del handling (asistencia en tierra a los aviones y a los pasajeros) en los aeropuertos, lo que les permite acceder a otras compañías prestadoras.
Los vuelos de JetSMART, por caso, fueron movidos a Ezeiza, “donde la aerolínea recibirá servicios de rampa de proveedores contratados especialmente para esta circunstancia”. Aunque destacaron: “Si bien este cambio permitirá mantener la mayoría de los vuelos, algunos podrían verse afectados por la falta de proveedores en determinadas ciudades del interior, como Tucumán y San Martín de los Andes, donde las operaciones continuarán desde Aeroparque bajo el esquema habitual”.
También Flybondi se plegó a estas medidas de contingencia y confirmó el traslado de sus operaciones hacia el mismo aeropuerto, en donde cuentan con autoprestación del servicio de rampa. Aún así, por el paro de Intercargo, algunos vuelos debieron reprogramarse, y ocho de ellos, cancelarse.
Manuel Adorni, vocero presidencial, se refirió también al paro en la conferencia de prensa de ayer, y sostuvo: “La conciliación la tienen que pedir los privados, así que no es un tema estrictamente que sea responsabilidad del Gobierno, eso como primer punto. Como segundo punto, nos la pasamos cuestionando a los sindicalistas que le complican la vida a la gente. [...] Nos parece bastante despreciable que se plantee que un Gobierno que está a favor de la libertad promueva o quiera confrontar con los gremios, cuando los gremios tienen en general un rechazo que gira en la sociedad en torno al 80%”, y aseguró que “con los gremios se habla permanentemente”. Por esto, dijo que el Gobierno hizo “todo lo que pudo en términos de diálogo” para evitar el cese de actividades.
Así lo sostuvieron también fuentes de la Secretaría de Transporte, a cargo de Franco Mogetta, quienes remarcaron que el diálogo fracasa porque “la parte gremial, y sobre todo aeronavegantes, están radicalizados”.
A esto, Brey respondió: “Eso es una mentira más, que está abierto el diálogo. Que nos llamen, en el caso específico aeronáuticos, que nos llamen con una oferta superadora a la última que nos hicieron hace tres meses, de casi 11%”.
Y aunque se esperaba un nuevo cese de actividades del Sindicato Único del Personal Aduanero de la República Argentina (Supara), que dirige Carlos Sueiro, tras dos días de paros del personal de Aduana en el Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini, que planeaban continuar hoy en un horario ampliado, ayer se dictó la conciliación obligatoria por un período de 15 días, por lo que este miércoles prestan sus servicios “de manera normal y habitual”. Esto significa un respiro para las personas que ingresan al país, que el lunes enfrentaron demoras y largas filas en la última etapa del chequeo de equipajes a través de los escáneres. De esta manera, al gremio le espera una audiencia el próximo lunes 4 de noviembre.
En cuanto a los sectores de aeronavegantes, de acá en adelante diciembre puede implicar un mes todavía más caótico, según sostuvo la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), a cargo de Pablo Biró —quien fue expulsado el 16 de octubre del directorio de AA tras una votación en la asamblea de accionistas”—, a través de sus redes sociales: “Tras más de dos meses sin diálogo y sin respuesta a nuestras demandas de recomposición salarial, nuestros sueldos, que no se ajustan desde mayo de 2024, continúan deteriorándose. [...] Aún así, la empresa ha decidido desoír nuestros reclamos e incurrir en graves incumplimientos convencionales a diario, con lo cual nos obliga a intensificar nuestras medidas, que implican que en diciembre no esté asegurado el cumplimiento de las operaciones de vuelo”.