Muerte de peces en la Bahía de Biscayne. La culpa fue de las fuertes lluvias de la semana pasada

Si usted visita algunos lugares de la Bahía de Biscayne el fin de semana, es posible que se encuentre con un desagradable espectáculo: peces muertos flotando en la superficie.

Esta es la desafortunada consecuencia de las incesantes lluvias que cayeron en el sur de la Florida la semana pasada y un recordatorio de las muertes de peces mucho mayores que han asolado la Bahía de Biscayne en los últimos años.

Esta vez los daños parecen limitados: se estima que unos 2,000 peces murieron en el norte de la Bahía de Biscayne, con reportes desde Morningside hasta North Bay Village y hasta 95 Street. Las víctimas eran en su mayoría peces sapo, una pequeña especie que vive en el fondo de zonas costeras poco profundas que suelen ser las más peligrosas para los peces, según Miami Waterkeeper, un grupo de defensa de las aguas limpias.

La Bahía de Biscayne no es ajena a las muertes de peces: desde 2020, la bahía ha experimentado al menos cuatro episodios de muertes de peces. Miami Waterkeeper dijo que las fuertes lluvias recientes probablemente fueron las culpables de la última. La oleada de agua dulce que fluye hacia la bahía reduce la salinidad, lo que puede ahuyentar o incluso matar a algunos peces.

Little River, que desemboca en la bahía, es una de las vías fluviales más contaminadas del condado y lleva desbordado de agua de tormenta desde el 11 de junio, según la organización Miami Waterkeeper.

“El flujo anóxico de agua dulce procedente de Little River y del Canal de Biscayne probablemente contribuyó a las condiciones que provocaron la muerte de los peces. Es importante señalar que hay estructuras de control de la salinidad que liberan agua dulce en la zona afectada para aliviar las inundaciones y reducir los niveles de las aguas subterráneas”, dijo Adriana González Fernández, directora científica y de investigación de Miami Waterkeeper.

El Departamento de Agua y Alcantarillado de Miami-Dade dijo que hubo varios flujos de aguas residuales en toda la región causados por las tormentas, pero ninguno entró en contacto directo con las aguas superficiales, aunque la escorrentía transporta contaminantes y desechos animales que tampoco ayudan a los peces.

“Después de las tormentas y las inundaciones, los habitantes generalmente deben esperar un aumento de contaminantes como bacterias, sedimentos, productos químicos y escombros en las vías fluviales”, dijo Fernández. “La seguridad de las vías fluviales luego de las tormentas puede variar en función de la gravedad del suceso y de la zona afectada”.

En uno de los días de lluvias más intensas, el 12 de junio, Miami Waterkeeper analizó zonas del sur de la Florida, incluido Little River, en busca de enterococos, una bacteria indicadora de desechos humanos, y descubrió que todas las aguas analizadas no eran aptas para uso recreativo. No siempre es necesariamente el resultado de las tormentas, pero sin duda puede estar influenciada por ellas, dijo.

La jefa de Bahía y Recursos Hídricos de Miami Loren Parra le dijo al canal de televisión WPLG-ABC 10 que estaba “devastada de ver estos reportes, ciertamente tan temprano en la temporada de lluvias”.

La estación filmó un video de docenas de peces muertos flotando entre los escombros en el agua turbia en la bahía el 18 de junio, días después de que la región fue inundada por hasta 20 pulgadas de lluvia en puntos, incluyendo el noreste de Miami-Dade.

El cambio climático tampoco ayuda. El sur de la Florida sufrió una serie de mortandades de peces el verano pasado, el más caluroso jamás registrado. Los investigadores lo adjudicaron al aumento de las temperaturas, que puede reducir el oxígeno en el agua y desencadenar la proliferación de algas que hacen lo mismo. Los científicos dijeron que también puede hacer que los sistemas de tormentas sean más húmedos.

“El cambio climático, caracterizado por lluvias más intensas y frecuentes en el sur de la Florida, podría incrementar la mortandad de peces”, dijo Fernández. “Esta tendencia sugiere que tales muertes de peces pueden ser más frecuentes a menos que se emprendan esfuerzos significativos de mitigación climática”.