CÓRDOBA.— En la tercera jornada del juicio histórico e inédito que se sigue en Córdoba por lo que el Ministerio Público Fiscal considera cinco crímenes de bebés y ocho intento de homicidios en el Hospital Neonatal, fue el turno de un testimonio clave: la médica neonatóloga Adriana Moralez, quien fuera coordinadora del Comité de Vigilancia y Mortalidad Materna Infantil. “No tengo dudas de que hubo una mano asesina. Necesito saber quién mató a esos niños, si la acusada principal es o no, necesito que se sepa quién fue y si alguien va a volver a hacerlo”, dijo.

Moralez es la primera imputada que, además de hacer su presentación, aceptó preguntas. Por eso su participación fue mucho más extensa que la de quienes vienen pasando por el banquillo hasta ahora. Está acusada por presunto encubrimiento y omisión de deberes de funcionario público.

“A la luz de los hechos, con dos autopsias con causa no natural, me resulta inevitable que no pueda asociar para atrás que Gino, que Isabella, tal vez Francisco, Benjamín y otros niños fueron víctimas”. Esa fue su respuesta a la fiscal Isabel Balestrini sobre qué convicción tenía de lo que pasó en el Neonatal. Señaló que los niños que murieron eran bebés “a término, bien controlados”.

También explicó cómo se investigaron los decesos y cómo se descartaron hipótesis como los efectos de la vitamina K y posibles picaduras de insectos. Calificó las muertes como “una bomba que estalló” en el Neonatal.

Moralez, ante las preguntas en la audiencia, precisó cómo se sucedieron los casos. En la primera y segunda muertes, las de Francisco y Benjamín el 18 de marzo y el 23 de abril del 2022, los síntomas de ambos fueron arritmias cardíacas y una acidosis metabólica, que es un alto nivel de potasio en sangre. Aclaró que “Seguridad del Paciente no tiene nada que hacer si se sospecha de una causa no natural, intencional”, que fue lo que pasó.

Isabella fue la tercera fallecida. Tuvo una “fuerte reacción alérgica” y se supuso que podría deberse al excipiente del principio activo de la vitamina K. Indicó que se pidió el reemplazo del lote por otro que tenga un excipiente diferente.

Cuando el 1° de mayo Gino se descompensó, Moralez contó que una enfermera revisó los colchones y encontró un insecto. La presunción apuntó a una picadura; estuvo en terapia intensiva pero sobrevivió. En ese caso, la médica repitió lo que le dijeron otros colegas, que Agüero lo había alzado.

Moralez salió de vacaciones. En su ausencia, el 23 de mayo, fue el deceso de Ibrahim, el que se caratuló como “muerte súbita”. Regresó a trabajar el 6 de junio, cuando hubo dos muertes y dos descompensaciones.

Angeline falleció con síntomas similares a los que ya habían visto y entonces aseguró: [Sentí] correr frío por la espalda, porque tuve la sensación que era de causa intencional”. Conversó con el médico de guardia y otros profesionales y se resolvió pedir la autopsia. Después de Angeline, murió Melody, y dos criaturas lograron sobrevivir con tratamientos contra la hiperpotasemia, aunque estuvieron en terapia intensiva.

Moralez reveló que una colega que le había comentado que una enfermera venía alertando sobre estos hechos: “Fui a hablar con quienes estaban trabajando y esa es la primera vez que hablo con Brenda”, contó.

Con la última muerte, sostuvo que la entonces directora Liliana Asís los convocó y anunció que iría al Ministerio de Salud. Moralez y Marta Gómez Flores, jefa de Neonatología y también imputada, junto a otros profesionales elaboraron “la lista de casos que podrían estar vinculados con estos últimos” fallecimientos.

Moralez, quien indicó que está medicada por el shock emocional que le provoca esta situación, detalló que se sintió “abandonada” por el Ministerio de Salud. También le respondió a las declaraciones periodísticas de Gustavo Nievas, defensor de la enfermera: “El hospital Materno Neonatal era una institución excelente, que se ocupaba de cuidar a las madres y a sus bebés. No era una mugre, no se hacían experimentos ni había tráfico de órganos”. La calificó de diez por sus condiciones.

Pedido de los fiscales

Los fiscales de Cámara Sergio Ruiz Moreno y Balestrini solicitaron que la entrevista con La Voz se incorpore como prueba. Apoyaron este planteo los abogados de la querella, pero los defensores plantearon que no era momento de hacer el pedido. Como la causa viene tomando temperatura mediática a partir de las declaraciones de las partes, los jueces de la Cámara Séptima del Crimen pidieron que haya más cautela en las expresiones públicas. El juicio es por jurado populares.

Después de aquella entrevista periodística el abogado de Moralez, Ezequiel Elettore aseguró que la médica tomó acciones concretas para investigar las causas de las lesiones, pero no encontró irregularidades en esos análisis iniciales. “La primera denuncia penal que se hizo fue motivada por la doctora”, señaló, y enfatizó que Moralez “hoy no tiene dudas, que allí hubo crímenes”.

En esta tercera audiencia también declaró Claudia Ringelgheim, quien ocupaba el cargo de subdirectora. En la última de la semana, este jueves, serán convocadas en principio los querellantes Yoselin Chely Rojas (mamá de Angeline), Brisa MolinaDamaris Carolina Bustamante (mamá de Benjamín) y Brisa Molina (mamá de Melody) y también Jaime Cornelio Pérez.