Limpiar el océano con pelo humano, una práctica que seguro desconocías

Por Carlos González Nieto

El cabello que nos cortan en los salones de belleza puede servir para algo más que confeccionar pelucas: es ideal para combatir derrames de petróleo y otros productos contaminantes derivados del crudo. Y también el pelaje de nuestras mascotas sirve para el mismo fin. Tanto el pelo humano como el de los animales, además de otras fibras naturales como la lana, se han venido usando para confeccionar boyas y esteras que ayudan con gran efectividad en la absorción de hidrocarburos líquidos derramados en mares y ríos.

Voluntarios en una playa de San Francisco, EEUU. (Foto: matteroftrust.org)
Voluntarios en una playa de San Francisco, EEUU. (Foto: matteroftrust.org)

La ONG estadounidense Matter of Trust (Cuestión de Confianza), grupo en pro de la defensa del medio ambiente, lidera la iniciativa desde su sede en California a través del programa Clean Wave (Ola Limpia). El año que viene cumplirá dos décadas de esfuerzos ecológicos contrarrestando los daños causados a la naturaleza por accidentes en la industria petrolera.

¡Eureka!

Todo comenzó en 1989. Ese año ocurrió uno de los peores desastres ecológicos de la historia, cuando el buque petrolero Exxon Valdez encalló frente a las costas de Alaska y derramó en el mar 41 millones de litros de petróleo que llegaron a afectar más de 2.000 kilómetros de costa.

En la distante ciudad de Huntsville, Alabama, el peluquero Phil McCrory le lavaba el cabello graso a un cliente mientras observaba en la televisión las imágenes terribles del desastre. Lo impactaron en particular unas pobres nutrias totalmente embadurnadas de petróleo, pero notó que el agua alrededor de estas estaba limpia. Entre la cabeza grasosa de su cliente, las nutrias embarradas y los recortes de cabello que veía en el piso del local, el estilista tuvo una iluminación, un “momento eureka”. Si el pelaje de las nutrias absorbía de esa forma el petróleo, probablemente el pelo humano también.

Con esa idea en mente regresó a casa, llevando consigo una buena cantidad de pelo recogido en su peluquería. Llamó a su esposa al trabajo para pedirle prestadas unas medias panty y las embutió con los cabellos de sus clientes. Improvisó una pequeña piscina de agua contaminada con aceites residuales, introdujo la panty rellena y, tal como lo había intuido, en apenas un minuto y medio el agua estaba limpia; las sustancias contaminantes las había absorbido la media.

Al cabo de 18 años como estilista, cortando cabellos y pensando siempre en encontrarles alguna utilidad a tantos rizos y mechones desparramados por el piso, McCrory se iniciaba como inventor y ecologista.

Esteras, boyas y barreras

Después de varios años de experimentos y trámites, Phil McCrory logró patentar dos productos: un “cojín” cilíndrico de pelos envueltos en malla de nailon y la estera de pelos, similar en forma, tamaño y funcionalidad a los felpudos que solemos colocar en las puertas de las casas. En 1999 fue contactado por los fundadores de Matter of Trust y desde entonces han estado asociados en la gestión del programa Clean Wave.

Toneladas de cabello envuelto en rollos para ser vaciados en el océano (Foto: matteroftrust.org)
Toneladas de cabello envuelto en rollos para ser vaciados en el océano (Foto: matteroftrust.org)

Parte del programa consiste en la recaudación de cabello para la confección de esteras, boyas y barreras. Para ello han conformado una red de “salones de belleza verdes” –entre los casi 400.000 que existen en EEUU y las más de 200.000 peluquerías de mascotas– que donan recortes de pelo a la organización, con los cuales se fabrican esteras y se rellenan medias panty recicladas –que terminan pareciendo salchichas enormes– capaces de absorber petróleo derramado.

El primer reto de importancia lo tuvieron en 2007, cuando el buque Cosco Busan chocó contra el puente de la Bahía de San Francisco-Oakland y derramó 240.000 litros de fueloil. En menos de 48 horas, Matter of Trust coordinó esfuerzos con cientos de voluntarios para colocar esteras y barreras a lo largo de la playa oceánica de San Francisco.

Tres años más tarde vino la prueba de fuego, con el estallido de la plataforma Deepwater Horizon en las aguas del golfo de México. La ONG organizó una gigantesca campaña de recolección de fibras para fabricar las boyas absorbentes. Se dispusieron 19 depósitos a lo largo de las costas de Alabama, Mississippi, Louisiana y Florida que sirvieron como centros de acopio de cabello, pelo animal, lana y mallas y medias de nailon. Las donaciones llegaron desde todos los rincones de Estados Unidos y otros 30 países y miles de voluntarios se sumaron a la convocatoria para luchar con el mayor derrame petrolero de todos los tiempos, casi 800 mil toneladas de crudo.

Derrame global

Los grandes derrames como los de Cosco Busan o Deepwater Horizon, con gran cobertura en los medios, representan solo un pequeño porcentaje de todo el petróleo derramado en el mundo. De hecho, Matter of Trust estima que cada año se producen unos 2.600 derrames en promedio, lo cual los ha llevado a prestar su ayuda y experticia en lugares tan diversos como Corea del Sur, Francia, las islas Galápagos o la selva amazónica.

Pelo reciclado para filtrar derrames en los océanos (Foto: matteroftrust.org)
Pelo reciclado para filtrar derrames en los océanos (Foto: matteroftrust.org)

Por otro lado, la organización trabaja con la Fuerza Aérea de Estados Unidos en la detección de eventuales derrames, así como con muchas municipalidades de este país en la limpieza de desagües urbanos, instalando en los drenajes esteras de pelos que absorben los residuos contaminantes del pavimento arrastrados por las lluvias (se calcula que el 50% de todos los aceites residuales presentes en canales y vías navegables provienen de los motores de vehículos terrestres).

Compostaje: el último reto

Inmediatamente después del derrame del Cosco Busan en 2007, Matter of Trust aprovechó la ocasión para emprender un experimento de compostaje con los residuos extraídos. En un sector del Parque Nacional Presidio, en Estados Unidos, comenzaron con un tratamiento a base de gírgolas (hongos ostra) para descomponer las masas de pelo impregnadas de fueloil y luego aplicaron vermicultura (procesamiento con lombrices, también llamado lombricultura).

El resultado fue un compost perfectamente sano, idóneo para su uso como fertilizante natural, pero el proceso tomó 18 meses. Aunque el compostaje es una alternativa viable y 100% ecológica para eliminar los residuos de derrames petroleros, todavía falta para optimizar los métodos y acelerar el tratamiento de estos desechos, de manera de hacerlo más rentable en términos de tiempo, trabajo y espacio.

Comparativa entre una estera de absorción de BP y una estera de pelo (Foto: matteroftrust.org)
Comparativa entre una estera de absorción de BP y una estera de pelo (Foto: matteroftrust.org)

Entre pelos y derrames

  • El pelo es capaz de absorber de tres a nueve veces su peso en petróleo. La superficie de cada hebra de pelo está llena de poros y ranuras que facilitan la adhesión del crudo. Además, el pelo no se infla como una esponja, lo cual ayuda en el manejo de las boyas y esteras.

  • Un kilogramo de pelo puede absorber hasta tres litros y medio de petróleo en dos minutos. Es mucho más rápido que cualquier otro material sintético probado.

  • Se necesita un kilo de pelo para confeccionar una estera de aproximadamente el tamaño de un felpudo estándar y dos centímetros de espesor.

  • Las esteras de pelo están especialmente diseñadas para flotar. Las mallas o medias embutidas de pelos, tipo salchichas, se pueden usar como barreras flotantes, pero al ir ganando peso por los desechos adheridos tienden a hundirse, por lo que hay que sacarlas del agua con rapidez. También se pueden apilar en las playas.

  • Aunque las esteras y las boyas son resistentes y podrían exprimirse para volverse a usar, lo ideal es utilizarlas una sola vez, ya que atrapan mucho sucio, arena, algas, etc. Limpiarlas para reusarlas implicaría un esfuerzo innecesario, sobre todo tomando en cuenta que la materia prima para su confección es gratis, ultrarrenovable y no contamina.

  • Por razones logísticas, Matter of Trust y su programa Clean Wave no pueden recibir donaciones de pelo y fibras en general de manera indiscriminada. Para saber acerca de las donaciones necesarias, se puede visitar el sitio web de la ONG: matteroftrust.org.

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