Gusanos de fuego: La urticante especie que prolifera en los mares italianos por el calor

El intenso calor de los últimos tres veranos ha permitido que se multipliquen de manera descontrolada en los mares de Sicilia, Apulia y Calabria

Gusano de fuego (Hermodice carunculata) sobre coral copa naranja (Tubastraea coccinea) en Curazao, Antillas Holandesas.  (Foto de Wild Horizons/Universal Images Group vía Getty Images)
Gusano de fuego (Hermodice carunculata) sobre coral copa naranja (Tubastraea coccinea) en Curazao, Antillas Holandesas. (Foto de Wild Horizons/Universal Images Group vía Getty Images)

Los gusanos de fuego maravillan a los biólogos por su belleza. Los Hermodice carunculata se distinguen en los fondos marinos por su coloración amarilla, verde, roja y blanca y su brillo nacarado. Pero el calentamiento de las aguas ha permitido su proliferación y se ha convertido en una amenaza para los pescadores y los arrecifes italianos.

Estos hermosos gusanos aplanados y segmentados de la familia Amphinomidae pueden llegar a medir unos 30 centímetros. Poseen cerdas blancas llenas de neurotoxinas que penetran fácilmente en la piel y provocan un intenso ardor en la zona de contacto, aunque también puede causar edemas y fiebres en las personas sensibles.

"Hemos logrado identificar una sustancia irritante, pero todavía estamos a años luz de pensar en posibles remedios contra las picaduras", dijeron Roberto Simonini, de la Universidad de Módena y Reggio Emilia al Corriere della Sera.

"Si la picadura se produce en lugares donde la piel es gruesa se siente una sensación de ardor localizado, similar al causado por la ortiga, pero si la picadura se produce en zonas donde la piel es más fina, como la curva del codo o el de la rodilla, entonces el dolor es más fuerte y duradero", explicó Simonini. "En el caso de una picadura en las muñecas, por ejemplo, se puede sentir entumecimiento en las puntas de los dedos y puede ser necesaria una pomada de cortisona", explica.

Los gusanos de fuego suelen encontrarse debajo de las piedras de zonas rocosas, arrecifes o en entre el lodo de las aguas tropicales y subtropicales del Mar Caribe y el Golfo de México, la Isla Ascensión y las Azores en el Océano Atlántico, en una zona del Mar Mediterráneo cerca del Canal de Suez y en el Mar Rojo. Se les puede encontrar a diversas profundidades, desde la zona intermareal hasta unos 40 metros de profundidad.

Pero el intenso calor que ha acompañado los últimos tres veranos ha permitido que se multipliquen de manera descontrolada en los mares de Sicilia, Apulia y Calabria.

La situación ha puesto en alerta a los especialistas del Instituto Nacional de Oceanografía y Geofísica Experimental (OGS) italiano, quienes están monitoreando el impacto que esta especie invasora pueda tener en el ecosistema marino de la región.

Los gusanos de fuego son voraces omnívoros oportunistas, aunque muestran una marcada preferencia por los corales y las esponjas. Se alimentan extendiendo su faringe y liberando enzimas digestivas que descomponen el tejido de sus presas. Este proceso no solo permite al gusano obtener nutrientes, sino que también puede causar daño significativo a las colonias de coral, contribuyendo al deterioro de los arrecifes.

Los gusanos de fuego también son conocidos por su comportamiento defensivo. Cuando se sienten amenazados, erizan sus setas urticantes como una advertencia. Este mecanismo es efectivo tanto para disuadir a los predadores como para evitar ser manipulados por los humanos.

Hace veinte años era raro ver gusanos de fuego, pero desde hace un par de años es muy común lidiar con ellos", dice el pescador Carmelo Salmeri. " "Los gusanos de fuego comen el pescado que se engancha y si ocurre por la tarde, por la mañana ya solo quedan los esqueletos"

Los expertos coinciden en que estos gusanos juegan un papel importante en los ecosistemas marinos, tanto como depredadores de esponjas y corales como presas para otros animales marinos. Sin embargo, su presencia en grandes cantidades puede indicar desequilibrios ecológicos. Por ejemplo, la proliferación de Hermodice carunculata puede estar asociada con la degradación de los arrecifes de coral, ya que su alimentación contribuye a la erosión de las estructuras coralinas.

Las autoridades italianas han iniciado campañas para educar a la población sobre qué deben hacer si se encuentran con ese animal. Lo ideal es mantenerse alejados de ellos. Su contacto con no mortal, pero la quemazón que causa sus toxinas es muy intensa y puede durar varios días.

Los expertos aconsejan a los pescadores que no intenten matarlos con cuchillos, ya que los gusanos de fuego tienen la capacidad de regenerarse si son seccionados. En caso de ser capturados, lo mejor es arrojarlos nuevamente al mar sin dañarlos.

Los negacionistas del impacto del calentamiento global sobre el planeta seguramente encontrarán otra explicación de la proliferación de estos animales marinos en las aguas italianas. Entretanto, los pecadores, los aficionados a las actividades acuáticas y los turistas deberán estar alertas para evitar “quemarse” con el fuego de estos gusanos.

Fuentes: El Mundo, TP24, UWI, Marine Bio. ANSA.

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