Aunque Europa apoye a Israel, el antisemitismo avanza imparable en sus sociedades

Ha pasado un mes desde que el conflicto entre israelíes y palestinos volvió a poner a la región en el centro del tablero internacional. El ataque de Hamás contra Israel y la respuesta judía contra Gaza ha llevado las hostilidades a su momento de mayor tensión en años, con las víctimas civiles contándose por miles. Desde el primer momento, tanto Estados Unidos como Europa apoyaron sin fisuras al Estado judío. Sin embargo, no ha ocurrido lo mismo con sus sociedades.

El recuento, de momento, es estremecedor. Hamás mató a más de 1.400 personas y tomó como rehenes a alrededor de 240, según han señalado las autoridades israelíes. La reacción del Gobierno de Netanyahu fue atacar de forma despiadada la Franja, arrasando calles y matando a unas 10.000 personas hasta la fecha, muchas de ellas mujeres y niños, de acuerdo al Ministerio de Salud gazatí.

Una mujer de Europa sujeta un cartel en el que se lee 'no al antisemitismo', en París, Francia. (REUTERS/Benoit Tessier)
Una mujer de Europa sujeta un cartel en el que se lee 'no al antisemitismo', en París, Francia. (REUTERS/Benoit Tessier)

Un baño de sangre inocente por parte de los dos bandos al que las principales potencias del mundo no han reaccionado de la misma manera. Y es que en estos días han sido numerosas las muestras de apoyo incondicional por parte de Estados Unidos y la Unión Europea hacia Israel, llegando incluso a justificar el asedio sobre Gaza.

En este sentido, Amnistía Internacional señala que "pedimos a Israel que ponga fin de inmediato a los ataques indiscriminados y desproporcionados que ya han matado o causado lesiones a tantos civiles".

Francia, Alemania o Reino Unido, por ejemplo, han prohibido las manifestaciones en apoyo de la población palestina, algo que para las asociaciones de derechos humanos supone "un ataque grave y desproporcionado al derecho de protesta".

Esta visión tan partidista del conflicto, en la que se censuran las actuaciones de un bando y no las del otro, ha recibido respuestas multitudinarias en las calles. Manifestantes en las principales ciudades del mundo, desde Washington a Londres, pasando por París o Estambul, han exigido un alto el fuego que termine con las violaciones de derechos humanos que se están produciendo en la Franja.

Manifestación multitudinaria a favor de los palestinos en Washington, Estados Unidos. (Photo by ALI KHALIGH/Middle East Images/AFP via Getty Images)
Manifestación multitudinaria a favor de los palestinos en Washington, Estados Unidos. (Photo by ALI KHALIGH/Middle East Images/AFP via Getty Images)

Desgraciadamente, este clima tan crispado ha provocado que aumenten los delitos de odio en las sociedades europeas. Desde que se reanudaron las hostilidades, los ataques antisemitas han crecido de forma importante en el territorio de la Unión Europea.

En Francia se han registrado más de 1.000 actos en solo un mes, tal y como ha confirmado el ministro del Interior, Gerald Darmanin, en la televisión, añadiendo que cerca de 500 personas han sido arrestadas.

En Alemania ha ocurrido algo similar y sus autoridades están investigando varios casos bajo sospecha de incitación al odio. "No aceptaremos el antisemitismo. Tenemos leyes muy claras: es un delito penal quemar banderas israelíes; es un delito penal celebrar la muerte de personas inocentes; es un delito penal gritar consignas antisemitas, ha señalado el canciller Olaf Scholz.

En Austria, los actos antisemitas se han multiplicado desde el ataque de Hamás del 7 de octubre, según Benjamin Nagele, secretario general de la comunidad judía de Viena. Entre ellos, el incendio en la sección judía de un cementerio o haber rociado esvásticas en las paredes exteriores del lugar. Unos hechos absolutamente condenables y que no deberían existir.

Cabe recordar que un Gobierno no representa a todos sus ciudadanos y que los ataques indiscriminados contra inocentes que está cometiendo el Ejecutivo de Netanyahu no justifican en ningún caso crímenes de odio contra todo un pueblo.

Estos son solo algunos ejemplos recientes, aunque ha habido muchos más en las últimas semanas. Y tanto las manifestaciones pacíficas y multitudinarias como estos ataques antisemitas revelan que hay mucho desacuerdo en las sociedades europeas con las posturas de los Gobiernos del continente.

Y es que si se critican los atentados de Hamás, no se puede justificar la campaña de acoso y derribo contra la Franja, que sufre un asedio descomunal en la que los civiles están siendo las principales víctimas. En definitiva, si se defienden los derechos humanos, hay que defenderlos para todos y criticar igualmente a quien se los salte.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, visitan Israel tras los ataques de Hamás. (Photo by IDF Spokesperson Unit / Handout/Anadolu via Getty Images)
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, visitan Israel tras los ataques de Hamás. (Photo by IDF Spokesperson Unit / Handout/Anadolu via Getty Images)

También ha habido ataques islamófobos

Tal y como decíamos, esta gran polarización es el caldo de cultivo perfecto para que los extremistas hagan sonar su voz más fuerte y también se está experimentando un aumento de los ataques contra el Islam tras lo ocurrido en Israel y Gaza.

Por ejemplo, el 14 de octubre, un hombre apuñaló y mató en Estados Unidos a un niño palestino de 6 años y dejó herida a su madre. Y en Florida, las denuncias por violencia contra la comunidad musulmana se han triplicado, según el Consejo de Relaciones Islámico Estadounidenses (CAIR). En Europa ocurre algo similar.

Así pues, el conflicto ha hecho que crezcan los delitos de odio a lo largo y ancho del mundo. No cabe duda que hoy estamos mucho más lejos de un planeta en el que prevalecen los derechos humanos para todos.

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