Sin entusiasmo y al borde de la apatía, Uruguay arranca la carrera para elegir al sucesor de Lacalle Pou

El presidente Luis Lacalle Pou se saca selfies con seguidores en Montevideo, a pocos días de las primarias partidarias
El presidente Luis Lacalle Pou se saca selfies con seguidores en Montevideo, a pocos días de las primarias partidarias - Créditos: @X @LuisLacallePou

Los uruguayos irán a votar el domingo próximo por sus candidatos en las elecciones primarias, calentando los motores de una campaña que conducirá a los comicios generales de octubre y el probable balotaje de noviembre, de donde saldrá el sucesor de Luis Lacalle Pou.

Aunque, bien mirado, si algo está costando mucho en esta campaña es calentar los motores. Entre los votantes de la derecha en el gobierno y del opositor Frente Amplio, a la izquierda, que busca volver al poder, reina más bien el desinterés. Como si la vida pasara por otro lado.

Como dijo Eduardo Bottinelli, director de la consultora Factum, en un evento dedicado a las primarias: “Tenemos dos factores que de alguna manera conspiran contra una alta participación; el primero es el frío, en dos sentidos: el frío que puede haber el 30 de junio y el frío que está teniendo esta campaña electoral”.

Álvaro Delgado busca la candidatura del Partido Nacional
Álvaro Delgado busca la candidatura del Partido Nacional - Créditos: @X @AlvaroDelgadoUy

El segundo factor es la coincidencia de las elecciones primarias de los partidos con los partidos de la Copa América, de la que Uruguay es uno de sus máximos ganadores históricos, y el comienzo de las vacaciones de invierno.

¿Será que el fútbol y el frío derrotarán a las urnas? En todo caso, como explicó a LA NACION el analista político Adolfo Garcé, no se trata de una actitud habitual entre el votante uruguayo, más acostumbrado a participar.

“Estamos en una campaña electoral rara para Uruguay, porque este es un país como la Argentina, muy político, de alto interés en la política, muy pasional, donde los partidos políticos importan, nos encanta votar, y sin embargo no hay clima de campaña. Yo te diría que es como si la oferta de los partidos no interesara mucho”, señaló.

En este clima sin efervescencia, los uruguayos de todos modos se juegan mucho, en especial los mayores aspirantes a quedarse con las primarias y el premio mayor, a fin de año, para ceñirse la banda presidencial en marzo de 2025.

El socio principal de la coalición de gobierno, el Partido Nacional, tendrá casi con certeza como candidato a Álvaro Delgado, exsecretario de la Presidencia y mano derecha de Lacalle Pou. En una interna que se considera resuelta, le saca en los sondeos varios cuerpos de ventaja a su principal adversaria, la economista Laura Raffo.

Del otro lado, en el Frente Amplio, la lucha es más cerrada, entre Yamandú Orsi, exintendente de Canelones y delante en las encuestas, y Carolina Cosse, la actual intendenta de Montevideo. Ambos han estado al mando de los dos principales distritos electorales del país.

De estos nombres surgirá probablemente el próximo presidente tras el final del mandato de Lacalle Pou, que mantiene un nivel de aprobación de casi 50% pero no puede presentarse a la reelección y no cruzará espadas con ninguno de ellos. En todo caso, Lacalle Pou deberá dejar pasar al menos un período presidencial, como hicieron Julio María Sanguinetti, del Partido Colorado, y Tabaré Vázquez, del Frente Amplio, que volvieron cinco años después.

Yamandú Orsi lidera las encuestas por el Frente Amplio
Yamandú Orsi lidera las encuestas por el Frente Amplio - Créditos: @X @OrsiYamandu

“El favoritismo de Delgado responde en gran parte a la buena imagen del presidente. Lacalle Pou está bien evaluado y Delgado ha sido desde hace años la otra cara del presidente, por lo que recibe ese efecto arrastre. Tiene además fuertes apoyos dentro y fuera del partido. Es un político muy experimentado, solvente, que tuvo también un protagonismo muy grande durante la pandemia”, dijo Garcé.

Delgado se presentó desde el comienzo de la campaña como el candidato de la continuidad, con el objetivo de “asegurarle al país un nuevo gobierno de coalición liderado por el Partido Nacional”, y prometiendo un “segundo piso de transformaciones”.

Por su parte, Yamandú Orsi, líder en las encuestas de las primarias frentistas, tiene la venia de José Mujica, el carismático expresidente de trato campechano y posturas conciliadoras, que pese a su edad y a un diagnóstico de cáncer sigue presente y con peso en la política.

Orsi dijo días atrás en un mitin partidario que el Frente Amplio “está de pie”, y llamó a militar en el último tramo de la campaña, ya pensando en lo que vendrá después de las primarias del domingo. “Tenemos que ser un tsunami de votos allá en octubre que nos lleve a tener mayoría parlamentaria”, alentó a sus seguidores.

Primero deberá superar a Carolina Cosse, representante del ala más a la izquierda del Frente Amplio. Se estima que cuanta menos gente vaya a votar, por el frío, el fútbol, el mate o el desgano, más chances tendrá Cosse de ponerse a tiro. Aunque está 15 puntos abajo, la férrea participación de la militancia más ideológica, un enérgico puñado de entusiastas decididos, mejoraría sus posibilidades.

“Es probable que una concurrencia finalmente pequeña empareje la contienda, y en cambio una votación muy interesante para el Frente Amplio seguramente va a dejar a Orsi bien posicionado para ser su candidato”, dijo a LA NACION el sociólogo Rafael Porzecanski, director de Opinión Pública y Estudios Sociales de la consultora Opción.

José
José "Pepe" Mujica le dio su apoyo a Yamandú Orsi en la interna del Frente Amplio - Créditos: @X @OrsiYamandu

De cara a las elecciones de octubre, el Frente Amplio aspira a volver a la cumbre después de tres mandatos consecutivos (2005-2020) y de la derrota cinco años atrás a manos de la actual coalición de gobierno. Sería la primera presidencia luego de la ola de dirigentes históricos que lo instalaron como una fuerza determinante de la política uruguaya, cuando Tabaré Vázquez ganó la intendencia de Montevideo en las elecciones de 1989.

“El escenario político uruguayo se muestra altamente competitivo entre las grandes áreas políticas”, señaló en un informe la encuestadora Factum. Y detectó en los sondeos por estas elecciones, con respecto a las de 2019, una “mejora en el posicionamiento del Frente Amplio y un debilitamiento de la suma de los partidos que conforman la Coalición Republicana” que lidera el Partido Nacional.

Pero la coalición de gobierno también se ilusiona con repetir, y cree tener elementos a su favor. Porzecanski señaló que en las encuestas, “cuando se miden únicamente partidos, sin dar nombres de eventuales candidatos, el Frente Amplio está mejor posicionado que la coalición, como marca partidaria, o como los partidos de la coalición agregados. Pero cuando se hacen simulaciones con candidatos concretos, la coalición está arriba”.

Luis Lacalle Pou y Álvaro Delgado
Luis Lacalle Pou y Álvaro Delgado - Créditos: @Presidencia

Así las cosas, dice por su parte Garcé, “hay cierto consenso de que vamos hacia otro balotaje que se definirá con una infinitésima cantidad de votos”. En la segunda vuelta de 2019, Lacalle Pou se impuso por 37.000 votos, una pequeña multitud que llenaría poco más de la mitad de las tribunas del estadio Centenario.

“Y va a depender de muchas cosas, cómo son las fórmulas, cómo se desarrollan las campañas, y qué respuestas dan los partidos a las principales preocupaciones. Qué responden sobre la seguridad, por ejemplo, que es la principal preocupación de los uruguayos. La película electoral se llamaría Máxima incertidumbre”, señaló.

En esa película queda por ver cuánto pesará en los electores un gobierno que atravesó con éxito la pandemia, debió vérselas con una de las peores sequías de la historia, y que con todo dejaría una economía ordenada y un crecimiento este año de cerca del 3%. Pero desde luego con puntos menos memorables, como la inseguridad, el alto costo de vida y una serie de escándalos en el entorno presidencial. Pero falta mucho. Las primarias serán el primer mojón de un largo calendario.