El penoso maltrato a Xóchitl Gálvez, la excandidata presidencial que no se retiró de forma discreta

Xóchitl Gálvez, excandidata presidencial |  FOTO: MOISÉS PABLO/CUARTOSCURO.COM
Xóchitl Gálvez, excandidata presidencial | FOTO: MOISÉS PABLO/CUARTOSCURO.COM

El resultado de las elecciones puso a las dos candidatas relevantes frente a la realidad de haber ganado en el caso de Claudia Sheinbaum y de haber perdido, en el de Xóchitl Gálvez. Por lo que corresponde a la que obtuvo la presidencia, de inmediato entró a la dinámica del quehacer político y de organización de lo que será su gobierno. Así sucede siempre, es el periodo de transición de un gobierno a otro.

La actitud de los que no alcanzaron el triunfo suele ser de un retiro discreto, después de cumplir con el ritual de reconocer el triunfo del adversario. Siempre ha sido así. En esta ocasión es diferente. Xóchitl Gálvez es senadora. Para participar en la disputa por el poder, como candidata del PAN, PRI y PRD solicitó licencia.

Perdió, felicitó a su adversaria y de inmediato solicitó su regreso al Senado de la República con el proyecto de verter en una iniciativa de ley su experiencia durante la campaña, con la que busca dejar testimonio de que, reconocer el triunfo de Claudia Sheinbaum, no significa que el proceso electoral hubiera sido equitativo, debido a la intervención de la delincuencia organizada que violentó, con amenazas, atentados y asesinatos a candidatos en algunas entidades y a la intromisión del presidente López Obrador en la campaña, desde las mañaneras, donde la denostó.

Al regresar al Senado Xóchitl Gálvez declaró en rueda de prensa que impugnaría los comicios. Comentó al respecto: “Todos nos dimos cuenta de cómo el crimen organizado se hizo presente amenazando e incluso asesinando a decenas de aspirantes y candidatos”. Aseguró que la elección del 2 de junio se trató de una “elección de Estado” en la que la intervención del presidente López Obrador se hizo sentir en las urnas.

“Todos sabíamos que nos enfrentábamos a una competencia desigual contra todo el aparato del Estado dedicado a favorecer a su candidata”. (El Financiero, 4 de junio de 2024)

Su actividad política e iniciativas legislativas indican que Xóchitl Gálvez no ha frenado, que continua con su dinámica, inercia en la que involucra el doble papel de Senadora y excandidata presidencial, con el objetivo de denunciar lo que a su criterio estuvo mal en el proceso electoral.

Para que no vuelva a haber intromisión en las elecciones, desde la presidencia de la república, Xóchitl Gálvez presentó una iniciativa de ley para modificar el Código Penal Federal y la Ley General en Materia de Delitos Electorales para que al titular del Poder Ejecutivo Federal se le impute el delito de traición a la patria si interviene antes, durante y después del proceso electoral.

Además, propone “una sanción de 10 a 50 años de prisión y multa de tres mil Unidades de Medida y Actualización (UMA), equivalentes a 325 mil 710 pesos al presidente o presidenta de la República que cometa ese delito”.

La Senadora Gálvez está consciente de que difícilmente su iniciativa va a prosperar, “pero la quise dejar como la experiencia que yo viví y el hecho de que tenga yo sentencias a mi favor y que no pase absolutamente nada. El presidente se cansó de decir que no había fuero, se cansó de decir que era igual ante la ley y hoy lo que vemos con las sentencias es que no lo pueden tocar porque es el presidente de la República”. (El Universal, 26 de junio de 2024)

Hacer política es también dar difusión máxima a iniciativas como la presentada por Xóchitl Gálvez. Así lo hizo en el Senado de la República en rueda de prensa. En el transcurso del evento fue increpada por un grupo de “youtubers afines a la 4T que se hace pasar por reporteros”.

Los influencers, dijeron llamarse “Los defensores de la verdad”. Cuestionaron a la senadora sobre los supuestos gastos de uno de sus hijos. “Senadora, ¿los huipiles dónde quedaron? ¿Y toda la campaña?, ¿Y la fiesta de su hijo?, ¡No fue fiesta, fue peor! Millones del pueblo, fueron en prostitutas para su hijo, para festejarlo”. (Proceso, 26 de junio de 2024)

Desde la mañanera, hoy, López Obrador negó haber metido las manos en el pasado proceso electoral, como señala Xóchitl Gálvez. Celebró que la senadora presentará una iniciativa para que la intromisión del presidente en procesos electorales sea tipificada como traición a la Patria. Pero le recordó “que ya está el que pueda ser juzgado el Presidente por cualquier delito”.

La senadora y excandidata presidencial Xóchitl Gálvez no se retiró con discreción, decidió mantenerse en el juego, increpa al presidente e insinúa con su iniciativa de ley que traicionó al intervenir en el proceso electoral. Las campañas ya pasaron, pero ella continua con el discurso y eso tiene consecuencias.

Que la increparan los “influencers” durante su conferencia de prensa no debe verse como un hecho desconectado de su iniciativa. Es una provocación, podría ser el principio de una escalada. Por lo pronto hizo bien en no responder a los provocadores, pero debe tomarlo como un primer aviso y no creer que es cierto cuando dice: “la venganza no es mi fuerte”.

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