Quién es el enigmático líder hutí de Yemen, un feroz comandante en el campo de batalla

Los manifestantes, uno de ellos con un retrato del líder hutí Abdul Malik al-Houthi, gritan consignas durante una marcha en solidaridad con el pueblo de Gaza en Saná, la capital controlada por los hutíes, el 5 de enero de 2024, en medio de las batallas en curso entre Israel y Hamas. (MOHAMMED HUWAIS / AFP)
Los manifestantes, uno de ellos con un retrato del líder hutí Abdul Malik al-Houthi, gritan consignas durante una marcha en solidaridad con el pueblo de Gaza en Saná, la capital controlada por los hutíes, el 5 de enero de 2024, en medio de las batallas en curso entre Israel y Hamas. (MOHAMMED HUWAIS / AFP) - Créditos: @MOHAMMED HUWAIS

DUBÁI.- Abdul Malik al-Houthi, el enigmático líder de los combatientes hutíes de Yemen, cuyos ataques al transporte en el mar Rojo derivaron en la respuesta militar de Estados Unidos y del Reino Unido, creó la fuerza que desafía a las potencias mundiales a partir de una milicia desorganizada en sandalias.

Al-Houthi se ganó la reputación de ser un feroz comandante en el campo de batalla antes de convertirse en el líder del movimiento hutí, combatientes de montaña que estuvieron luchando contra una coalición militar liderada por Arabia Saudita desde 2015, en un conflicto que se cobró la vida de decenas de miles de personas, devastó la economía de Yemen y dejó a millones de personas hambrientas.

En discursos y sermones pregrabados, al-Houthi, que traza su linaje hasta el Profeta Mahoma, sostiene que su movimiento está bajo un asedio total debido a su religión.

“Debemos centrarnos en preservar la autenticidad de nuestra afiliación e identidad islámicas”, dijo en un discurso, denunciando una ‘guerra suave’ de influencia para debilitar la moral hutí. “Hoy nos enfrentamos a la guerra más peligrosa de todas”, añadió.

Hombres yemeníes blanden sus armas y sostienen retratos del líder hutí Abdul Malik al-Houthi durante una protesta en solidaridad con el pueblo palestino en Saná, la capital yemení controlada por los hutíes, el 5 de enero de 2024. (MOHAMMED HUWAIS / AFP)
Hombres yemeníes blanden sus armas y sostienen retratos del líder hutí Abdul Malik al-Houthi durante una protesta en solidaridad con el pueblo palestino en Saná, la capital yemení controlada por los hutíes, el 5 de enero de 2024. (MOHAMMED HUWAIS / AFP) - Créditos: @MOHAMMED HUWAIS

Varias líneas de transporte suspendieron operaciones o tomaron la ruta más larga alrededor de África debido a la campaña de los hutíes, quienes gobiernan la mayor parte de Yemen después de vencer a las fuerzas respaldadas por la poderosa Arabia Saudita en una guerra.

Los militantes hutíes, respaldados por Irán, juraron mantener la presión sobre el comercio marítimo mundial, lo que podría afectar a la economía mundial, hasta que Israel detenga su bombardeo en Gaza para eliminar a Hamás, que también cuenta con el respaldo de Irán.

Los hutíes dijeron que contraatacarían después de que aviones de guerra, barcos y submarinos de Estados Unidos y del Reino Unido golpearan Yemen como represalia por los ataques al transporte en el Mar Rojo. Se amplía el conflicto regional sobre la situación en Gaza, lo que algunos analistas dicen que podría socavar las arduas ganancias internas de los hutíes.

“Lograron sobrevivir en los últimos ocho años, ampliaron su poder, pero ahora están invitando a ataques aéreos de la fuerza militar más poderosa del mundo”, dijo Tobias Borck, investigador principal de seguridad en Medio Oriente en el Royal United Services Institute.

Bajo la dirección de Al-Houthi, que tiene unos 40 años, el grupo reclutó decenas de miles de combatientes y un enorme arsenal de drones armados y misiles balísticos. Los utilizaron para atacar repetidamente infraestructuras estratégicas sauditas, a pesar de años de bombardeos en su territorio.

En enero de 2022, los hutíes elevaron la apuesta con un ataque con misiles contra el centro turístico y comercial del Golfo, los Emiratos Árabes Unidos, aliado clave de Estados Unidos, al igual que Arabia Saudita.

“Al-Houthi logró transformar una milicia rural en gran medida comprometida con tácticas de insurgencia en uno de los grupos armados no estatales más resilientes de la región”, dijo Ludovico Carlino, analista principal de riesgo país para Medio Oriente y África del Norte en HIS Markit.

En un discurso en 2022, al-Houthi dijo que su objetivo era poder atacar cualquier objetivo en Arabia Saudita o los Emiratos Árabes Unidos, ambos importantes productores de petróleo de la OPEP, que también ven a Irán y a sus proxies como importantes amenazas de seguridad para Medio Oriente y el mundo.

Misterio

Al-Houthi es conocido por rara vez permanecer mucho tiempo en un lugar, por no reunirse nunca con los medios y por una extrema reticencia a hacer apariciones públicas programadas.

Desde el inicio de la guerra en Yemen, ampliamente vista como un conflicto proxy entre Arabia Saudita e Irán, los funcionarios extranjeros que trataron con al-Houthi nunca lo conocieron en persona, según una fuente familiarizada con el asunto.

A muchos que buscaban reuniones se les pedía viajar a la fortaleza hutí de Saná, donde un convoy de seguridad hutí los llevaría a casas seguras y realizaría controles de seguridad antes de llevarlos a una sala donde él solo aparecería en una pantalla.

El movimiento hutí se formó para luchar por los intereses de los chiitas zaidíes, un grupo minoritario que gobernó un reino de 1.000 años en Yemen hasta 1962, pero que se sintió cada vez más amenazado por el gobierno de Ali Abdullah Saleh, en el poder desde 1990 hasta 2012.

El respaldo de Irán a los hutíes, que llevaron al gobierno reconocido internacionalmente de Yemen, respaldado por Arabia Saudita al exilio en 2021, ayudaron a Teherán a extender su red de proxy regional, que incluye a Hezbollah en el Líbano y a milicias en Irak y Siria.

Los expertos en Yemen dicen que los hutíes están motivados principalmente por una agenda doméstica, aunque comparten una afinidad política con Irán y Hezbollah. Los hutíes niegan ser marionetas de Teherán y dicen que están luchando contra un sistema corrupto y la agresión regional.

Un combatiente hutí hace guardia frente a la Gran Mezquita Al-Saleh de Saná, que el movimiento respaldado por Irán rebautizó como Mezquita del Pueblo. (MOHAMMED HUWAIS / AFP)
Un combatiente hutí hace guardia frente a la Gran Mezquita Al-Saleh de Saná, que el movimiento respaldado por Irán rebautizó como Mezquita del Pueblo. (MOHAMMED HUWAIS / AFP) - Créditos: @MOHAMMED HUWAIS

“Eje de la resistencia”

Irán defiende a los hutíes como parte de su “eje de resistencia” regional, una franja de grupos respaldados por Irán. Además, el movimiento adoptó elementos de la ideología revolucionaria de Teherán.

Arabia Saudita y sus aliados acusan a Irán de armar y entrenar a los hutíes, acusaciones negadas por Teherán. Los analistas dicen que los hutíes son más independientes que Hezbollah en el Líbano.

Los hutíes, al igual que otras facciones en la política yemení, operan en un terreno de alianzas cambiantes.

A finales de 2017, asesinaron al expresidente Saleh en una emboscada después de que cambiara de bando a favor de la alianza liderada por Arabia Saudita. También crearon un Estado militar para consolidar su control.

“Los hutíes también dependen de un aparato de inteligencia interno muy brutal, reprimiendo cualquier tipo de disidencia”, señaló Carlino.

Michael Georgy y Aziz el-Yaakoubi