El agua contaminada que exhibió uno de los peores casos de negligencia del gobierno en CDMX
Es verdad la frase que dice que el agua es un líquido vital. Está presente en todos los momentos de nuestra vida y tal vez por ello, cuando siempre la tenemos, dejamos de valorarla y no le prestamos la atención que merece. Si escasea o falta la extrañamos. La ignorancia nos lleva a no apreciar el enorme esfuerzo para que llegue a los hogares en condiciones propicias para su consumo.
Gracias al agua tenemos alimentos, sin ella no habría ciudades. Es imperativo ciudadano cuidar su consumo y evitar desperdiciarla. Es responsabilidad de los gobiernos proporcionarla apta para el consumo humano. De no cumplirse está condición pueden presentarse problemas sanitarios que podrían escalar al grado de catástrofe.
El agua contaminada puede causar enfermedades gastrointestinales en caso de tener “bacterias, virus, parásitos y otros microorganismos patógenos que pueden causar enfermedades como la diarrea, la fiebre tifoidea, la gastroenteritis y la disentería. También puede transmitir enfermedades, como hepatitis A, giardiasis, amebiasis, leptospirosis y esquistosomiasis. Enfermedades que pueden afectar diversos órganos y sistemas del cuerpo y causar síntomas como fiebre, ictericia, dolor abdominal, fatiga y malestar general, según informa la Organización Mundial de la Salud.
Desde hace algunas semanas, en la alcaldía Benito Juárez, vecinos de las colonias Nonoalco, Nochebuena, Tlacoquemecatl, Ciudad de los Deportes, Nápoles y del Valle Norte y Sur reportaron al Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) que el suministro de agua estaba contaminado. Detectaron coloración, sedimentos y olores inusuales en el líquido. Algunos vecinos notaron un aroma similar a gasolina, nafta o insecticida en el agua de sus tinacos y cisternas.
El Sacmex emprendió una investigación para detectar el origen y fuente del problema reportado por los ciudadanos. Tomó muestras en diversos domicilios de las colonias afectadas y dictaminó que el resultado de sus análisis era que “el componente corresponde a la característica normal y promedio del agua, sin olor y sin sabor alguno”. Por lo que garantizó que el agua analizada cumplía con los estándares establecidos en el marco normativo, y no representaba riesgo para la salud.
Como vivimos en un ambiente de sospecha y desconfianza, la Alcaldía Benito Juárez llevó a cabo su propio análisis, contratando a un particular, que reportó haber encontrado niveles altos de nitratos, niveles bajos de cloro y un exceso de “unidades de color en el agua potable de un condominio”. Por lo que no se cumplían las normas para el consumo humano.
La investigación de Sacmex continuó, inspeccionó las fuentes de abastecimiento de las colonias afectadas (cinco pozos y un tanque de distribución) y concluyó que el agua suministrada es de buena calidad, apta para el uso y consumo humano. Descartó que contuviera hidrocarburos, solventes, compuestos orgánicos volátiles y cualquier otro componente volátil o explosivo que representen riesgo para la salud de la población. Recordó que el suministro de agua para la Alcaldía Benito Juárez proviene en su mayoría del Sistema Cutzamala, y también de pozos locales ubicados en la demarcación. (Milenio, 3 de abril de 2024)
El martes 2 de abril @SacmexCDMX dijo que el agua de la Alcaldía Benito Juárez era de “buena calidad apta para el uso y consumo humano”.
Así lo consigna esta nota de Alejandro León el miércoles 3 abril en CIUDAD de @Reforma
INCREÍBLE pic.twitter.com/5sRPF541rj— Risco (@jrisco) April 10, 2024
Ante la persistencia del problema, más de dos semanas, los vecinos recurrieron a la compra de garrafones de agua para cocinar, asearse y limpieza del hogar. Algunos manifestaron las consecuencias que sufrieron por la exposición al agua contaminada. Un vecino aseguró que al utilizar el agua tuvo una fuerte irritación en sus ojos.
Integrantes de las familias de casi cien hogares, según mapa realizado por los vecinos afectados, para lograr la atención del gobierno de la CDMX y demandar la potabilidad del agua que reciben, bloquearon por más de ocho horas el cruce de las avenidas Insurgentes y Xola, causando un gran caos vial.
La protesta de los vecinos dio resultado. El jefe de Gobierno de la CDMX, Martí Batres, informó que la fuente de contaminación del agua había sido localizada en el poniente de la demarcación, que no había riesgo de explosión y el elemento contaminante encontrado "pertenece a la familia de los aceites y los lubricantes".
Finalmente, después de algunas semanas en las que muchos vecinos de la Alcaldía Benito Juárez sufrieron las consecuencias en su salud por el agua contaminada, el gobierno de la ciudad localizó un pozo contaminado, ubicado en la alcaldía Álvaro Obregón, que solo abastecía a la Benito Juárez, lo cerró, así como dos industrias que podrían ser la fuente del problema. (Animal Político, 10 de abril de 2024)
El Gobierno de la Ciudad de México informa que fue identificado y cerrado el punto donde se originó la problemática del agua reportada por vecinos del poniente de la alcaldía Benito Juárez.
En el marco de estos hallazgos, fue cerrado un pozo de agua en la Álvaro Obregón, que…— Martí Batres (@martibatres) April 10, 2024
Llama la atención cómo el gobierno de la ciudad por días insistió en que el agua abastecida estaba limpia, apta para el consumo humano, cuando el testimonio de los vecinos denunciaba lo contrario. Las autoridades transitaron de la negación al reconocimiento de que si había contaminación y riesgos para la salud. Es una lección sobre la fragilidad de la CDMX y la enorme responsabilidad de las autoridades que, con frecuencia, la evaden por frivolidad. Es importante que otras ciudades aprendan de lo que aquí pasó.
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