Revelan que los espías israelíes amenazaron a la fiscal de la CPI para que no investigara crímenes de guerra
LONDRES.- El ex jefe del Mossad, la agencia de inteligencia exterior israelí, supuestamente amenazó a la fiscal jefe del Tribunal Penal Internacional en una serie de reuniones secretas en 2018 en las que intentó presionarla para que abandonara una investigación sobre crímenes de guerra, según reveló una investigación exclusiva del diario británico The Guardian.
Según la investigación, el ex responsable del Mossad, Yossi Cohen, tuvo una serie de reuniones secretas con la entonces fiscal de la CPI, Fatou Bensouda, en los años previos a su decisión de abrir una investigación formal sobre presuntos crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad en los territorios palestinos ocupados.
Esa investigación, iniciada en 2021, culminó la semana pasada cuando el sucesor de Bensouda, Karim Khan, anunció que solicitaba una orden de detención contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, por la conducta del país en su guerra en Gaza.
La decisión del fiscal de solicitar a la Sala de Cuestiones Preliminares de la CPI órdenes de detención contra Netanyahu y su ministro de Defensa, Yoav Gallant, junto con tres dirigentes de Hamas, es un resultado que el estamento militar y político de Israel temía desde hace tiempo, según han expresado las fuentes consultadas por el citado diario.
Las actividades de Cohen habían sido autorizadas al más alto nivel y se justificaban por el supuesto hecho de que la CPI, desde el punto de vista del Mossad, suponía una amenaza para el personal del Ejército israelí. Otra fuente cercana al Gobierno israelí ha indicado que el objetivo de la operación contra Bensouda era “poner a la fiscal en un compromiso o lograr que se convirtiera en alguien que cooperaría con las demandas de Israel”.
Mensajero de Netanyahu
Una tercera fuente familiarizada con la operación dijo que Cohen actuaba como “mensajero no oficial” de Netanyahu.
Cohen, que fue uno de los aliados más cercanos de Netanyahu en su momento y está emergiendo como una fuerza política por derecho propio en Israel, dirigió personalmente la participación del Mossad en una campaña de casi una década del país para socavar el tribunal.
Estas mismas fuentes han confirmado que Bensouda informó de la situación a varios altos cargos del TPI y mostró su preocupación sobre la “creciente persistencia y la naturaleza amenazante de su comportamiento” en un caso que se remonta a 2015, cuando decidió abrir su investigación.
Según relatos compartidos con funcionarios de la CPI, le habría dicho: “Deberías ayudarnos y dejar que cuidemos de ti. No querrás meterte en cosas que puedan comprometer tu seguridad o la de tu familia”.
Una persona informada de las actividades de Cohen dijo que había utilizado “tácticas despreciables” contra Bensouda como parte de un esfuerzo finalmente infructuoso para intimidarla e influir en ella. Compararon su comportamiento con el “acoso”.
El Mossad también se interesó por los miembros de la familia de Bensouda y obtuvo transcripciones de grabaciones secretas de su marido, según dos fuentes con conocimiento directo de la situación. Los funcionarios israelíes intentaron entonces utilizar el material para desacreditar a la fiscal.
Las revelaciones sobre la operación de Cohen forman parte de una próxima investigación de The Guardian, la publicación israelo-palestina +972 Magazine y el medio de comunicación en lengua hebrea Local Call, que revelará cómo múltiples agencias de inteligencia israelíes dirigieron una “guerra” encubierta contra la CPI durante casi una década.
Contactado por The Guardian, un vocero de la oficina del primer ministro israelí declaró: “Las preguntas que se nos han remitido están repletas de muchas acusaciones falsas e infundadas destinadas a perjudicar al Estado de Israel”. Cohen no respondió a una solicitud de comentarios. Bensouda declinó hacer comentarios.
Por otra parte, la investigación reveló que en los esfuerzos del Mossad por influir en Bensouda, Israel recibió el apoyo de un aliado improbable: Joseph Kabila, ex presidente de la República Democrática del Congo, que desempeñó un papel de apoyo en la trama.
Según expertos jurídicos y ex miembros de la CPI, las medidas puestas en marcha por el Mossad para amenazar o presionar a la ex fiscal podrían constituir delitos contra la administración de justicia, según el artículo 70 del Estatuto de Roma, antesala de la corte.
Las informaciones de ‘The Guardian’ salen a la luz poco después, precisamente, de que Khan haya advertido de que no dudará en procesar a aquellos que traten de “Impedir, intimidar o influir indebidamente” en miembros y altos cargos del tribunal.
Un vocero de la CPI no quiso decir si Khan había revisado las revelaciones de su predecesora sobre sus contactos con Cohen, pero dijo que Khan nunca se había reunido o hablado con el jefe del Mossad.
Aunque el vocero declinó hacer comentarios sobre acusaciones concretas, dijo que la oficina de Khan había sido objeto de “varias formas de amenazas y comunicaciones que podrían considerarse intentos de influir indebidamente en sus actividades”.
Agencias Reuters, DPA y AP