NUEVA YORK.- En su primer año de universidad, Zach Arledge ya había intentado dejar de vapear varias veces. Pero en cada intento, al cabo de un día volvía a buscar su dispositivo como un acto reflejo.

Así que cuando decidió volver a intentarlo, Arledge quiso estar preparado. Esperó hasta las vacaciones de invierno, cuando tendría más tiempo libre, y se tomó una semana del trabajo. Compró cereales azucarados para eliminar sus antojos y melatonina por si tenía problemas para dormir.

Dibujó 72 cuadrados en un papel, cada uno de los cuales representaba una hora de sus tres primeros días sin nicotina. Los iba marcando a medida que pasaban las horas y tachaba un buen trozo cuando se despertaba. Esos primeros días, Arledge se sentía desconectado de su cuerpo, incapaz de concentrarse en nada. Masticaba palillos y se quedaba delante del televisor para distraerse.

La nicotina de los vapeadores puede ser muy adictiva y aumentar el azúcar en sangre, la frecuencia cardiaca y la tensión arterial, entre otros riesgos para la salud. Y aunque algunas personas recurren a los vapeadores para dejar de fumar cigarrillos convencionales, los electrónicos pueden contener sustancias que también plantean riesgos para la salud.

A pesar de la popularidad de los vapeadores –más de 8 millones de estadounidenses eran usuarios de cigarrillos electrónicos en 2018, según datos federales de salud– hay poca orientación establecida para ayudar a personas como Arledge a dejar de fumar cigarrillos electrónicos. Muchas de las recomendaciones que existen provienen de los esfuerzos para dejar el tabaco, no de la investigación sobre vapeo específicamente.

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“El sistema sanitario no se ha puesto al día del todo”, dijo Suchitra Krishnan-Sarin, profesora de psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale, quien estudia el consumo de tabaco entre los adolescentes.

A menudo, según los médicos, los pacientes no se dan cuenta de que se están volviendo dependientes de sus vapeadores, y ya son profundamente adictos cuando se plantean dejar de vapear.

“Podés aumentar muy fácilmente la cantidad de nicotina que consumís, casi sin pensar en ello”, dijo la doctora Pamela Ling, directora del Centro de Investigación y Educación para el Control del Tabaco de la Universidad de California en San Francisco.

Una sola cápsula de un vapeador puede contener tanta nicotina como un paquete de cigarrillos. Al año de empezar a vapear, Arledge consumía una al día. Durante un tiempo supo que había llegado el momento de dejarlo. Pero cada vez que lo intentaba, no podía superar el síndrome de abstinencia.

Los médicos señalaron que existen estrategias para ayudar a las personas a hacer frente a esos síntomas y dejar de vapear para siempre.

Cómo dejar de vapear

Hacé un plan

Parte de la planificación para dejar el vapeador consiste en averiguar cuáles son tus detonadores: qué te motiva a vapear y qué personas o entornos debes evitar mientras dejas la nicotina.

“Cuanto más te conozcas a vos mismo, mejor preparado estarás”, dijo Panagis Galiatsatos, director de la Clínica de Tratamiento del Tabaquismo de Johns Hopkins Medicine.

Algunas personas optan por dejar de vapear de golpe, pero los expertos dicen que otras pueden tener más éxito si reducen gradualmente la cantidad de vapeo a lo largo de varias semanas. Puede ser útil fijar una fecha límite para dejar de hacerlo definitivamente.

Preparate para el síndrome de abstinencia

Quien es dependiente de la nicotina puede sufrir síndrome de abstinencia al dejar de vapear. Pueden sentir ansiedad, náuseas y temblores, explicó Krishnan-Sarin. “Es casi como si el sistema se estuviera reequilibrando”, explicó.

Estos síntomas suelen ser más intensos durante los tres primeros días y luego desaparecen con el tiempo. Las personas que sufren síntomas de abstinencia pueden controlarlos en el momento. Tener agua, chicles y tentempiés a mano puede ayudar a aliviar la fijación oral que se experimenta cuando se siente la necesidad de vapear.

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Buscá ayuda

Aunque no existen medicamentos específicamente aprobados para ayudar a dejar de vapear, algunas personas pueden beneficiarse de los tratamientos para dejar de fumar, según Galiatsatos. Existen fármacos antitabaco sin nicotina autorizados por la FDA para adultos, como el bupropión, que reduce el deseo de fumar, y la vareniclina, que hace que la gente disfrute menos de la nicotina.

Las terapias de sustitución de nicotina, como los parches, chicles y pastillas, también pueden ayudar a dejar de vapear.

El último intento de dejar de vapear de Arledge fue un éxito. Los síntomas más fuertes del síndrome de abstinencia tardaron tres días en desaparecer. Ahora, a menudo se recuerda a sí mismo lo difícil que fue dejar de vapear cuando se esfuerza por hacer algo difícil, como inscribirse en un programa de maestría o seguir adelante cuando levanta pesas.

Bonnie Halpern-Felsher, profesora de Stanford y psicóloga del desarrollo, quien estudia el comportamiento de los adolescentes en torno a los productos del tabaco, dijo que normalmente se necesitan varios intentos para dejar de fumar cigarrillos electrónicos de forma permanente. Es importante recordar que los intentos forman parte del proceso, y que si al primer intento no lo conseguís, dijo, “no sos un fracaso”.