Los famosos recurren a la resonancia magnética para predecir enfermedades. ¿Deberíamos seguir el ejemplo?

Los famosos recurren a la resonancia magnética para predecir enfermedades. ¿Deberíamos seguir el ejemplo?

¿Y si existiera un modo de echar un vistazo al cuerpo y detectar los primeros signos de cáncer y otras dolencias potencialmente mortales antes de que se agraven? Ese es el argumento de un nuevo grupo de empresas que venden escáneres de alta tecnología a personas sanas interesadas en conocer mejor su bienestar.

Estas resonancias magnéticas de cuerpo entero no son baratas. Empresas emergentes como Prenuvo cobran entre 1.000 dólares (917 euros) y 2.500 dólares (2.294 euros) por varias opciones de exploración, ninguna de las cuales está cubierta actualmente por el seguro médico en Estados Unidos.

Sus defensores afirman que los escáneres médicos dirigidos al consumidor son el siguiente paso lógico en la medicina preventiva. El sector ha recibido un gran impulso publicitario gracias a celebridades y personas influyentes como Kim Kardashian, que el año pasado publicó un post sobre su escáner Prenuvo.

Pero muchos expertos médicos afirman que las empresas venden tecnología cara y no probada que puede causar preocupaciones adicionales y tratamientos innecesarios, al tiempo que aumenta los costes del sistema sanitario estadounidense.

¿Qué es una resonancia magnética?

IRM son las siglas de resonancia magnética. Es un tipo de exploración médica que utiliza campos magnéticos para producir imágenes detalladas de órganos, huesos y otras estructuras del interior del cuerpo. A diferencia de muchos otros tipos de exploraciones, las resonancias magnéticas no utilizan radiación.

Los médicos solicitan una resonancia magnética para diagnosticar cáncer, lesiones cerebrales, vasos sanguíneos dañados y otras afecciones. Las exploraciones de cuerpo entero pueden durar una hora o más, y los pacientes permanecen inmóviles dentro de un tubo cilíndrico.

Las sociedades médicas sólo recomiendan los escáneres corporales completos rutinarios a determinados grupos de alto riesgo, como las personas con mayor riesgo genético de cáncer.

"Las resonancias magnéticas son excelentes para lo que se suelen utilizar", afirma el Dr. Ernest Hawk, vicepresidente del Centro Oncológico MD Anderson de la Universidad de Texas. "Pero ahora se están trasladando mucho antes a una población de riesgo medio y ahí es donde pueden surgir estas preguntas que no han sido respondidas".

¿Por qué se paga ahora por ellos?

Empresas como Prenuvo afirman que sus escáneres pueden ayudar a identificar más de 500 afecciones médicas que pueden pasar desapercibidas en una visita médica típica. La empresa cobra 999 dólares (916 euros) por escanear el torso, 1.799 dólares (1.651 euros) por la cabeza y el torso, o 2.499 dólares (2.294 euros) por todo el cuerpo. Otras empresas ofrecen servicios y precios similares. El Dr. Daniel Durand, director médico de Prenuvo, afirma que los clientes pueden decidir por sí mismos si el precio merece la pena.

"Intentamos dar a la gente la oportunidad de ser más proactiva con su salud", afirma Durand. Junto con las exploraciones y un resumen de los resultados de fácil lectura, los clientes pueden consultar con una enfermera o un médico contratado por Prenuvo para hablar de los pasos siguientes. La empresa afirma que no paga por sus servicios, pero que en ocasiones "ofrece una exploración gratuita para obtener una opinión imparcial".

¿Cuáles son los posibles inconvenientes de la IRM?

Muchos radiólogos afirman que la probabilidad de detectar un problema grave, como un tumor canceroso o un aneurisma cerebral, en una persona asintomática es muy baja. En cambio, es probable que las exploraciones detecten crecimientos que suelen ser inofensivos. Descartar definitivamente un problema podría requerir pruebas adicionales, citas e incluso cirugías.

"Se acaban encontrando muchas cosas incidentales", afirma la Dra. Mina Makary, radióloga del Ohio State Wexner Medical Center. "Eso va a crear más estrés psicológico o trauma para el paciente, incluyendo costes adicionales por pruebas y procedimientos que pueden tener riesgos".

A los expertos también les preocupa que las personas que se someten a resonancias magnéticas empiecen a saltarse otros exámenes rutinarios, como las mamografías. "Cuando te sometes a un escáner y no se detecta nada, dices: 'Vaya, no necesito hacer las otras cosas rutinarias que me recomienda mi médico y que se ha demostrado que alargan la vida'", explica Hawk.

¿Qué dicen las autoridades médicas?

El Colegio Americano de Radiología no recomienda la resonancia magnética en personas asintomáticas, ya que "no hay pruebas documentadas" de que la técnica sea "rentable o eficaz para prolongar la vida".

La Food and Drug Administration (FDA) no ha aprobado ningún aparato de IRM para el cribado preventivo, pero los médicos son libres de utilizar los dispositivos como quieran. Hay ejemplos de prácticas de diagnóstico por imagen que en su día se consideraron experimentales, pero que posteriormente se han convertido en práctica habitual. Los directivos de Prenuvo afirman que su enfoque podría seguir un camino similar. "Las pruebas evolucionarán con el tiempo, pero los pacientes no tienen por qué esperar 30 años para beneficiarse de ellas", afirma Durand, de Prenuvo.

¿Cuándo sabremos si la resonancia magnética ayuda a vivir más?

Según los expertos, los estudios necesarios para demostrar tal beneficio tendrían que ser muy amplios y prolongados, con un seguimiento de una población diversa durante años.

Prenuvo ha anunciado recientemente que tiene previsto someter a un cribado a 100.000 personas y estudiar su estado de salud a lo largo del tiempo. No se espera que el estudio concluya hasta 2034 o más tarde.

La mayoría de las personas que se inscriban en el estudio de Prenuvo deberán pagar una cuota de 2.200 dólares (2.019 euros). Pero, con el tiempo, los estudios académicos o gubernamentales podrían ofrecer a los individuos la oportunidad de participar en este tipo de investigación sin tener que pagar de su bolsillo.

"Se trata de un gran campo en el que participar en un estudio de investigación que podría proporcionar la información que se busca y, al mismo tiempo, ayudar a responder si esto es beneficioso o no", afirma Hawk. "Pero hacerlo fuera de un estudio no tiene sentido".