"Nunca será mexicano": la desafortunada declaración de Benjamín Mora sobre Julian Quiñones

A pesar de que ya ha sido convocado en múltiples ocasiones, la presencia de Julián Quiñones en la Selección Mexicana sigue siendo un tema polémico y ahora fue su ex director técnico en el Atlas, Benjamín Mora, quien señaló al delantero naturalizado mexicano.

En una entrevista con ESPN, Mora expresó que Quiñones “nunca será mexicano” (al parecer los documentos que así lo determinan no son suficiente), sin importar la decisión del actual jugador del América de adquirir la nacionalidad.

Más allá de las cuestiones administrativas, que son evidentes, la declaración de Benjamín Mora es el reflejo de una corriente de pensamiento desafortunada muy presente en el futbol nacional: los jugadores no nacidos en México no son mexicanos o, mejor dicho, son mexicanos para algunas cosas, pero no “suficientemente mexicanos” para jugar futbol.

La cuestión con los naturalizados

En un clima en el que las condiciones de migración, la globalización y el clima geopolítico cambian, cada vez es más común ver que selecciones nacionales alrededor del mundo acepten a más jugadores nacidos en otros países, pero en pocos, si acaso alguno, hay tanto debate como en México.

Para el Mundial de Qatar 2022, 137 jugadores eran naturalizados o no nacidos en el país al que representaron. Marruecos llegó a Semifinales con una buena cantidad de jugadores nacidos en Francia y 14 naturalizados en total. México llevó a un solo naturalizado, Rogelio Funes Mori, a quien se le exigió tanto o más que a otros delanteros nacidos en México que tampoco generaron goles.

Pero no solo los naturalizados enfrentan el injusto señalamiento por parte de aficionados, medios de comunicación y hasta colegas. Jugadores no nacidos en México, aunque tengan la nacionalidad por nacimiento, y entrenadores extranjeros también son blanco de críticas, como si carecieran de “mexicanidad”.

En cuestión de clubes han sucedido casos similares, en particular el de Cade Cowell con las Chivas de Guadalajara. Cowell, de hecho, es mexicano por nacimiento, pero ha sido calificado despectivamente como “gringo” porque no simboliza lo que Benjanín Mora, y muchos otros, califican como “mexicano”.

Julián Quiñones es tan mexicano como cualquiera

“Uno no decide dónde nacer”, expresó en su momento Gabriel Caballero, primer naturalizado en vestir la camiseta del Tricolor en un Mundial y quien también fue fuertemente criticado por su convocatoria.

Mora mencionó que son las raíces, cultura, idiosincrasia y educación lo que hacen a un mexicano, pero Quiñones lleva prácticamente una década en México, país que ahora considera su hogar.

Julián Quiñones no nació en México, pero se siente mexicano. Tan así es que el delantero decidió naturalizarse y jugar para México cuando tuvo la opción de hacerlo con Colombia. Él no es mexicano por nacimiento, sino porque así lo decidió y cumplió con los requisitos, y es tan válido como haber nacido en un pedazo del territorio.

No todos los naturalizados son cuestionados

Quizás porque es considerado el deporte nacional o por el arraigo de la Liga MX, pero la incomodidad con los jugadores naturalizados es muy marcada en el futbol. No hay muchos casos en otros deportes, pero al menos en el beisbol la situación es distinta.

Randy Arozarena, cubano que apenas jugó una temporada en México antes de subir a las Grandes Ligas, ha sido cobijado por los aficionados de la Selección Mexicana de Beisbol y por los mexicanos en general.

Arozarena fue figura en el Clásico Mundial de Beisbol del año pasado, cuando México llegó a semifinales, pero, incluso antes de su participación, su convivencia con la afición mexicana fue muy favorable.

En la selección hubo otros jugadores de origen mexicano pero nacidos y criados en Estados Unidos, como Patrick Sandoval, Austin Barnes, Alex Verdugo y Taijuan Walker, sin que esto generara molestia en la afición.

Jugadores de basquetbol y futbol americano de ascendencia mexicana suelen ser recibidos con los brazos abiertos por la afición del país, como sucede Jaime Jáquez, del Miami Heat de la NBA, y Fred Warner, linebacker de los San Francisco 49ers de la NFL.

Lo que queda claro es que Quiñones, así como Arozarena, Cowell, Funes Mori y cualquier otro naturalizado o compatriota por nacimiento fuera del territorio nacional, son mexicanos constitucionalmente, y eso está por encima de cualquier opinión o equipo deportivo, en especial en una selección nacional.

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