Marcos Rojo y los 100 partidos en Boca: una marca a la que debió llegar mucho antes, si no fuera por las lesiones

Marcos Rojo, condicionado por los problemas físicos
Marcos Rojo, condicionado por los problemas físicos - Créditos: @Mario Sar

Cumplir 100 partidos en Boca no es cosa de todos los días. Del 2000 en adelante, solo 46 futbolistas lograron registrar esa marca en uno de los clubes más ganadores del mundo. Desde próceres de la historia xeneize, como Martín Palermo, Juan Román Riquelme, Guillermo Barros Schelotto o Carlos Tevez, y hasta el propio Fernando Gago. Sin embargo, no todos los casos son iguales. Para Marcos Rojo, por ejemplo, alcanzar esa cantidad de encuentros con la camiseta azul y oro no pareciera ser un motivo de festejo. O, al menos, no del modo que hubiera deseado. Con 99 presencias en el club, el defensor disputó apenas el 46% de los partidos desde su arribo a la institución y podría quedarse afuera del compromiso con Godoy Cruz por un nuevo inconveniente físico, uno más en su larga lista de lesiones.

El exManchester United salió reemplazado a los 25 minutos del segundo tiempo en la derrota frente a Lanús y será evaluado este mismo miércoles en las horas previas al partido con el Tomba. Si bien no hubo parte médico, el defensor se tomó varias veces el aductor izquierdo durante el encuentro en la Fortaleza y abandonó el campo de juego trotando, aunque con pequeños signos de dolor. La molestia, en principio, no reviste mayor gravedad, ya que Rojo fue confirmado por Gago en la nómina de concentrados y la idea del cuerpo técnico es que forme parte del 11 titular.

Rojo saluda a Gago el día de la presentación del director técnico; fueron compañeros en el seleccionado argentino
Rojo saluda a Gago el día de la presentación del director técnico; fueron compañeros en el seleccionado argentino

Rojo llegó a Boca el 2 de febrero de 2021 y ese mismo día sufrió el primero de sus diez desgarros como jugador del Xeneize. Sumó minutos ante River, Talleres y Defensores de Belgrano y en su tercer partido como titular se desgarró en la otra pierna. A excepción de la rotura de ligamentos cruzados en la rodilla izquierda de octubre de 2022, aquella fatídica tarde en Junín en la que además falló un penal, el resto de sus lesiones fueron musculares. Desde que es jugador del club, el Xeneize disputó 223 partidos oficiales de los que Rojo apenas participó en 99. Luis Advíncula, que llegó a Boca seis meses después, acumula ya 141 encuentros.

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En julio de 2023, el exdefensor de la selección argentina realizó un viaje exprés a Estados Unidos para consultar a una serie de especialistas en musculatura que lo ayudaran a encontrar solución a sus constantes y sucesivos problemas de lesiones. Allí fue tratado por el exfutbolista colombiano Julio César Murillo, quien luego de su retiro en 2015 se especializó en la preparación física de deportistas de alto rendimiento. Rojo siguió el consejo de su excompañero en el United Paul Pogba, quien también se había tratado con Murillo junto a otros futbolistas de élite como Paulo Dybala y Radamel Falcao García.

Marcos Rojo, en un partido en la Bombonera
Marcos Rojo, en un partido en la Bombonera - Créditos: @Marcos Brindicci

Aun así, los resultados no fueron satisfactorios y Rojo siguió lidiando con las lesiones musculares, a punto tal de promediar 2,2 partidos por mes. El tramo en el que más encuentros consecutivos disputó fue entre agosto y septiembre de 2021, entre el final de la era Russo y el inicio del ciclo Battaglia, cuando llegó a hilvanar 14 compromisos al hilo entre la serie de octavos de final de la Libertadores frente a Atlético Mineiro y el superclásico en el Monumental en el que vio la roja a los 15 minutos de juego. Además de las lesiones, Rojo también fue baja por expulsión (recibió cuatro) y por la sanción impuesta por la Conmebol producto de los escandalosos incidentes tras la eliminación en el Mineirao.

Rojo fue titular en los primeros dos partidos de Fernando Gago (0-3 con Tigre y triunfo por penales sobre Gimnasia) y fue preservado frente a Riestra para achicar el riesgo de lesiones. Pero reapareció ante Lanús y el físico le impidió completar el partido. En 23 de sus 99 encuentros, Rojo debió ser reemplazado por molestias o “por precaución”, mientras que en otros 11 ingresó desde el banco de suplentes.

Desde hace algunas semanas, el defensor de 34 años lleva adelante un proceso de “reacondicionamiento físico” que le permitió bajar alrededor de cinco kilos y superar el riguroso control de peso que se lleva adelante en la previa de cada práctica. Sin embargo, Rojo terminó agotado el primer tiempo con Lanús y Gago decidió sacarlo en la segunda mitad.

La lesión más grave de Rojo en Boca: en 2022 se rompió los ligamentos de una rodilla frente a Sarmiento
La lesión más grave de Rojo en Boca: en 2022 se rompió los ligamentos de una rodilla frente a Sarmiento - Créditos: @Aníbal Greco

El zaguero se entrenó liviano durante el lunes y el martes, y este miércoles será exigido para ver cómo responde. Si no llega al 100%, Gago mantendría a Nicolás Figal y Aaron Anselmino y conformaría una línea de cuatro defensores con Advíncula y Marcelo Saracchi en su vieja posición de laterales. Si Rojo está OK, quien saldría del equipo sería Figal. A tres semanas de la semifinal de la Copa Argentina vs. Vélez, Gago no quiere perder más soldados y por eso, más allá de la necesidad de sumar puntos, no arriesgará a ningún futbolista que se encuentre al límite desde lo físico. Además, ya no cuenta con Cristian Lema, quien se perderá lo que resta de la temporada por una severa lesión en el tobillo.

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Con Rojo en acción, Boca obtuvo 39 triunfos, 39 empates y 21 derrotas, un 52% de efectividad. Sin Marcos, el Xeneize perdió tres de las cuatro finales que disputó: ganó la Supercopa Argentina con Patronato, pero cayó en el Trofeo de Campeones y la Supercopa Internacional contra Racing, y la final de la Copa Libertadores ante Fluminense.

Pese a que Rojo tiene contrato hasta diciembre del año próximo, la intención de Gago sería incorporar otro zaguero de experiencia, más teniendo en cuenta una hipotética clasificación a la Libertadores, el viaje al Mundial de Clubes y, por sobre todas las cosas, el estado físico de un defensor acostumbrado a vivir entre algodones.