Le empataron sobre el final: Inter Miami no pudo mantener la ventaja ante New York City FC y volvió a igualar de visitante

Lionel Messi fue titular en Inter Miami en su visita al Yankee Stadium para jugar con New York City FC. La Pulga estuvo bien marcado por el equipo neoyorquino durante casi todo el partido, pero de todas maneras mostró chispazos de su calidad. En una de esas apariciones gestó el gol de su equipo: recibió de Federico Redondo (otro argentino), habilitó al español Jordi Alba y su centro fue impactado al gol por el ecuatoriano Leonardo Campana. Sin embargo, a un minuto del final el conjunto local consiguió el empate tras un córner, y gracias a un cabezazo de James Sands. Inter Miami sigue siendo el mejor equipo de la Major League Soccer, pero lleva dos empates consecutivos como visitante: venía de igualar 2-2 con Atlanta.

Messi venía de jugar 30 minutos en el empate 2-2 ante Atlanta United, también como visitante. Ingresó en lugar de Julian Gressel. Después de la lesión que lo mantuvo inactivo durante dos meses, volvió con todo la semana pasada con Inter Miami: anotó dos goles y dio una asistencia frente a Philadelphia Union en el 3-1 del equipo de la Florida, el mejor de todos hasta ahora en la Major League Soccer estadounidenses.

En los primeros minutos del encuentro, sin embargo, la figura fue el 10 del equipo neoyorquino. Santiago Rodríguez, uruguayo y tan tatuado como la Pulga, pedía la pelota, encabezaba todos los ataques y era el dueño de las pelotas paradas de los de Nueva York. Con un remate desde afuera del área y un tiro libre bien conjurado por Drake Callender estuvo a punto de abrir el marcador. ¿Y Messi? Hasta los primeros 20 minutos, desaparecido en acción. Pudo haber convertido luego de una presión alta de su equipo que derivó en Suárez: el uruguayo, en lugar de definir, le dio el gol a la Pulga, que nunca llega. En la jugada siguiente, intentó la única definición que le faltaba en su repertorio: desde el córner. Lo adivinó el arquero Matt Freese.

Minutos después, Messi cambió de banda. Se recostó hacia la derecha, como en la selección. Allí divisó a Suárez, que combinó con el alemán Julian Gressel e intentó el centro atrás. El Pistolero uruguayo a punto estuvo de señalar el primer gol del partido. Pero tras el ratito de Messi, reapareció Rodríguez, el otro 10. El uruguayo fue un problema sin solución para los defensores de Miami. Se inventó un tiro libre, que ejecutó Moralez: a las manos de Callender. A la media hora de juego, Messi tuvo otra chance. Y, otra vez, no pudo definir. Lo absorbieron los marcadores y la jugada -que pedía remate de zurda del 10- se diluyó. Como se diluyó el partido, que se fue a los vestuarios con un 0 a 0 en el marcador que graficaba la incapacidad de los dos para generar juego.

En los primeros minutos de la segunda parte, New York estuvo más cerca. Inter Miami regresó dormido de los vestuarios y Parks -primero-, y Martínez -más tarde- tuvieron dos chances de oro para poner en ventaja a su equipo. Ambos definieron mal y se mantenía el marcador cerrado. Pero a los 30 minutos una jugada con sello argentino destrabó el resultado: la generó Federico Redondo, que ubicó a la Pulga en la “zona Messi”, es decir, en tres cuartos de cancha, con compañeros picando por las bandas y la cancha de frente. El capitán de Inter encontró a otro histórico, Jordi Alba, y el español sacó el centro hacia el corazón del área. Más que una asistencia, una estocada: Leonardo Campana, el goleador histórico de Inter, convirtió el primer tanto del partido.

El gol encendió a los locales, que fueron con todo a buscar el tanto del empate. Tuvieron varias oportunidades, pero no acertaron al arco. Sin embargo, una pelota parada les dio la alegría: un centro del argentino Julián Fernández fue dirigido a la cabeza de James Sands. El 6 del equipo local sacó un frentazo inatajable tras ganarle en las alturas a otro argentino, Tomás Avilés. Fue su primer tanto como profesional

El empate 1-1 no cambió nada: Inter Miami siguió siendo el mejor de todos y se encaminó a terminar como líder la temporada regular. El “Tata” Martino abandonó el Yankee Stadium -una catedral del béisbol- con una sonrisa. Algunos de sus jugadores, como el arquero Drake Callender, se fueron cabizbajos, con la certeza de que perdieron dos puntos. No era para menos: le faltó cuidar el resultado por un minuto. De todas maneras, el 1-1 hizo justicia con el trámite del partido. Fue, también, el segundo empate consecutivo de Inter Miami como visitante: había igualado en la semana 2-2 con Atlanta United.