Julio Soler, la joya de Lanús que nació en Paraguay, vive con sus padres y hermanas y jugará en la selección argentina
Julio Soler nació en Paraguay, pero es una de las grandes promesas del fútbol argentino. A los 11 años pisó por primera vez el predio de la AFA; a los 15 fue citado a la Sub 17 de Pablo Aimar; a los 17, a la Sub 20 de Javier Mascherano, de la que además fue capitán; a los 19 fue titular en los Juegos Olímpicos y este lunes por la mañana recibió la convocatoria de Lionel Scaloni la mayor para los partidos ante Venezuela y Bolivia, por las eliminatorias rumbo al Mundial 2026. Tras confirmarse la baja de Marcos Acuña, quien no participará de esta fecha FIFA por una molestia muscular, el lateral izquierdo de Lanús viajará en estas horas a Estados Unidos para cumplir el sueño de entrenarse con la mayor.
“El 3 la rompe toda”
Hijo de Jorgelina y José Soler, exenganche de Sol de América, Julio inició su camino en la inagotable cantera de Argentinos Juniors, a los 12 años. Fue siempre lateral, aunque también jugó de 10 y de carrilero por izquierda. Su llegada a Lanús se dio en 2017 y por gestión de otro joven futbolista de la selección: Valentín Carboni. El 17 de septiembre de ese año, la categoría 2005 del Granate venció 1-0 al Bicho en el predio de Cabrero y Guidi y Soler, capitán del conjunto de La Paternal, fue una de las grandes figuras de la cancha. El DT de Lanús era Rodrigo Acosta, hermano de Lautaro y actual entrenador de la Reserva. “Beto, el 3 la rompe toda”, le susurró al oído Gastón Martínez, su histórico ayudante de campo. Ezequiel Carboni, que observa a su hijo desde la tribuna, fue un poco más allá: “Hay que ir a buscarlo ya”. Luego del partido, Acosta, Ezequiel y el hoy volante del Olympique fueron al encuentro de Soler. “Valentín quiere que vengas a jugar con nosotros”, lo pincharon. Dos días después, Soler arregló su salida de Argentinos, que aún mantiene el 40% de su ficha, e inició su etapa en el equipo del sur bonaerense, donde sería campeón con Novena a mediados de 2019, con Sebastián Salomón como entrenador y su amigo Valentín Carboni como estrella deslumbrante.
Criado en un barrio humilde de Villa Lugano, a Soler se le dificultaba mucho acudir a los entrenamientos y en Lanús encontraron la manera de retener a su joya. Primero emplearon a su papá como utilero de las infantiles y luego, con el aval de la familia, hospedaron a Julio en la pensión junto a más de 50 chicos de diferentes puntos del país. Soler no hizo octava división por la pandemia y en 2021 saltó de séptima a reserva, también dirigido por Acosta. Debutó en primera en 2022, con Jorge Almirón, en un 1-0 de local vs. Independiente, y aunque sumó minutos con Frank Kudelka, se afianzó definitivamente de la mano de Ricardo Zielinski.
Rápido, sólido en la marca y de buen juego aéreo a pesar de su estatura (1,75), con el Ruso mejoró su faceta ofensiva y se convirtió en una pieza fundamental del Lanús semifinalista de la Sudamericana, pasando frecuentemente al ataque y llegando incluso a posición de gol. Fanático de la Premier League (este año empezó a tomar clases de inglés dos veces por semana), su referente en el puesto es el lateral del Arsenal Oleksandr Zinchenko. Esta semana, el Granate anunció la renovación de su contrato hasta diciembre de 2028 y Walter Bou dijo que vale “35 palos”. Su vida, sin embargo, no cambió: vive a pocas cuadras del estadio de Lanús junto a sus padres y sus tres hermanas.
Seguido de cerca por el Liverpool, el defensor también interesó en River durante su participación en los Juegos Olímpicos, aunque finalmente continuó en el Granate. En París 2024, Soler compartió plantel con otros tres futbolistas de la mayor con los que volverá a encontrarse en Miami: Nicolás Otamendi, Julián Álvarez y Gerónimo Rulli. Sin embargo, Julio Soler tiene un vasto recorrido con la celeste y blanca: integró la Sub 17, Sub 20 y Sub 23. En la anterior convocatoria de Scaloni, estuvo cerca de integrar la lista por la lesión de Nicolás Tagliafico, pero el lugar fue ocupado por Valentín Barco. Días atrás, Soler había sido negado a la Sub 20, ya que Lanús debía afrontar los cuartos de final de la Copa Sudamericana.
Aunque Tagliafico será el lateral titular en Maturín y Lisandro Martínez ya actuó en ese puesto frente a Chile, Soler tendrá la oportunidad de mostrarse en los entrenamientos de cara a futuras convocatorias. Pese a haber nacido en Asunción, el marcador de punta que acumula 47 partidos en la Primera de Lanús soñó siempre con defender la celeste y blanca y solo recibió un llamado del combinado guaraní luego de su participación en los Juegos Olímpicos, donde fue titular en los cuatro partidos de Argentina. Soler no iba a integrar la lista de Javier Mascherano y se ganó un lugar en la nómina semanas antes de subirse al avión, tras una gran actuación en un amistoso ante Paraguay jugado justamente en la Fortaleza.
Soler fue de los mejores en los Juegos y, a base de grandes rendimientos en su club, se abrió camino en la mayor. Una oportunidad de oro para un pibe que pide pista.