Día Mundial del Reciclaje: ¿Cuánto sabes sobre esta práctica para cuidar el medio ambiente?

Reciclar es una práctica que, según el último informe “Perspectiva Mundial de la Gestión de Residuos” de Naciones Unidas, se realiza desde la Edad de Piedra, a causa de los desperdicios de la agricultura y también por la refundición de los metales y vidrios hace unos 2000 años. En la actualidad, solo un 19% de todos los residuos sólidos urbanos son reciclados.

Si bien es un concepto que se conoce y se repite desde hace muchos años, incluso antes de que la Unesco establezca la efeméride el día 17 de mayo, muchas veces su definición queda difusa. El reciclaje es un proceso de transformación que busca obtener materiales nuevos a partir de materiales desechados. En su tratamiento, utiliza técnicas físicas, químicas y mecánicas que permiten reintroducir los productos en el circuito productivo.

El informe de Naciones Unidas señala que reciclar reduce la demanda de productos con un alto consumo de energía y extracción de materias primas perjudiciales para el medioambiente. Además, indica que esta práctica valora los residuos como recurso y previene la contaminación. Si bien el reciclaje es una actividad que libera energía, requiere menos aporte de tal en comparación a producir materiales devenidos directamente de los recursos naturales.

Para que los materiales puedan ser reciclados deben estar limpios y secos, de manera que no afecten, contaminen o se mezclen con el resto de los elementos desechados. Por ejemplo, el plástico, papel y cartón, vidrio, metal y prendas de ropa o de tela pueden disponerse en contenedores verdes o especiales para reciclar. En cambio, los materiales orgánicos, que son los restos de alimentos, residuos de jardín u otros objetos sucios, húmedos o arruinados, no pueden reciclarse y reinsertarse en el circuito de producción por dichas condiciones.

¿Cuánta basura generamos y reciclamos en la Argentina?

Un relevamiento hecho por Opinaia y Ecoplas en 2021 muestra que el 64% de los argentinos separa los residuos reciclables en el hogar y que un tercio de ellos, es decir un 21%, comenzó a hacerlo durante la pandemia.

El problema de los residuos es una preocupación a nivel nacional y uno de los principales problemas ambientales del país. Según el Informe del estado del ambiente de 2022, se generan 1,15 kilos de residuos por habitante de manera diaria, lo que representa en una población de 47 millones de habitantes un total de 54.000 toneladas diarias y 19 millones de toneladas anuales de residuos sólidos urbanos.

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El mismo informe muestra que el total de residuos sólidos urbanos ingresados en la Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado (CEAMSE) en 2022 fue de 5.753.253 toneladas. Del 55,5% de residuos secos incorporados, predominaron los plásticos con más del 18%. A su vez, un 91% de los consultados consideraba a los plásticos uno de los tres materiales con mayores chances de reciclarse, luego del cartón y el papel. Esto evidencia algunos productos hechos con plástico reciclado con mayor potencial de compra, como anteojos, macetas, bancos y sillas, entre otros.

El índice de reciclado de plásticos en la Argentina de 2022 que realizaron Ecoplas y Cairplas, reveló que ese año se reciclaron 343.000 toneladas de plástico, lo que representó el 27% de envases post consumo doméstico.

El último Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero publicado en 2023, en base a los datos de 2020, señala que los residuos representan el 5% de las emisiones totales. Dichas emisiones son generadas debido a la disposición, tratamiento y gestión de los residuos sólidos y aguas residuales, además de la descomposición de los residuos y la quema en basurales a cielo abierto.

“El reciclado es una solución y también una herramienta fundamental para la lucha contra el cambio climático. Generar políticas de desarrollo sostenible disminuye considerablemente los gases de efecto invernadero, aportan al desarrollo económico mediante la creación de empleos verdes, con inclusión social y cuidando el ambiente”, explican desde la Subsecretaría de Ambiente de la ciudad de Buenos Aires.

Consejos para empezar desde casa

Es importante aclarar que no es lo mismo reciclar que separar la basura, es decir, para asegurar un correcto destino y aprovechamiento de los residuos desechados en el hogar, oficina, empresa o cualquier otro lugar, deben separarse adecuadamente en su origen para facilitar su tratamiento y proceso de reciclado.

Además de reciclar, son esenciales los conceptos de las otras dos R: reducir y reutilizar o reusar. La primera consiste en disminuir la generación de residuos, mientras que la segunda significa volver a usar un producto reiteradas veces antes de que sea desechado.

La Defensoría del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires diferencia los grupos de residuos en tres: reciclables, especiales y orgánicos.

  • Residuos reciclables: son plásticos, papel y cartón, metales, vidrio y textiles. Deben estar limpios y secos. Se pueden acercar a un contenedor verde o el Punto Verde más cercano.

  • Residuos especiales: incluyen aparatos eléctricos y electrónicos, aceite vegetal usado, pilas y cartuchos de tinta y tóner. Se deben acercar obligatoriamente a los puntos verdes para su tratamiento diferenciado, ya que pueden ser peligrosos o tóxicos.

  • Residuos orgánicos: pueden ser cáscara de frutas, verduras, panificados, conservas, yerba, borra de café, saquitos de té e infusiones, restos de plantas, flores, pasto, hojas secas y cáscaras de huevo. Corresponden a un contenedor diferente a los reciclables, ya que pueden mojarlos, generar olor o arruinar su proceso de reciclado y recuperación.

En esta fecha, es fundamental aprender, conocer y entender qué sucede con la basura que generamos, para poder accionar y tomar conductas más responsables con el planeta.