MIAMI, (enviado especial).- El bochornoso cierre de la semifinal entre Colombia y Uruguay, que terminó con jugadores e hinchas tomándose a golpes en las tribunas del estadio de Charlotte, encendió las alarmas de organizadores y también del público argentino que asistirá este domingo al Hard Rock Stadium para ver la final de la Copa América.

José Astigarraga, secretario general de la Conmebol, le envió una carta al cónsul colombiano en Miami, Édgar Monroy, para advertir a los hinchas de la selección cafetera que las autoridades podrán ejercer acciones contra quienes realicen actos de violencia dentro, fuera y en los alrededores del estadio.

“Las autoridades de Estados Unidos podrán ejercer acciones legales en materia civil y penal o de otra índole, por actos de violencia dentro y fuera, al igual que en los alrededores donde se desarrollen los encuentros”, dice el comunicado.

Y agrega: “Asimismo, señalamos que la Confederación Sudamericana de Fútbol podrá ejercer también acciones administrativas y judiciales en cualquier fuero, y por los hechos y daños ocurridos que perturben el buen orden y desarrollo de los encuentros”.

En esta Copa América de los Estados Unidos, la mayoría de los partidos han transcurrido sin grandes hechos de violencia. Pero el último antecedente de la semifinal entre uruguayos y colombianos, sumado a la masiva convocatoria que se espera adentro del estadio y en la previa de Argentina-Colombia, aumentó los controles preventivos.

Este es un torneo libre de barras. A diferencia de los Mundiales, e incluso de la Eurocopa, donde los enfrentamientos entre hinchas de diferentes países son moneda corriente, aquí no se permitió su ingreso al país.

En cuanto a la seguridad que rodea a los partidos, no se destaca por una fuerte presencia de policías. Más bien, hay muchos efectivos que trabajan “infiltrados” en las tribunas y ante el más mínimo episodio intervienen. Se los suele ver vestidos como seguridad privada e incluso, como pasó en varios partidos de la selección, con camisetas albicelestes para confundirse entre el público.

En el último partido de Argentina en el MetlLife, la Policía de Nueva Jersey se llevó detenido a un hincha que se había quedado festejando en una de las cabeceras durante varios minutos después de terminado el encuentro.

Con respecto a la final, que el domingo enfrentará a Argentina con Colombia, desde Conmebol le dijeron a LA NACION que no habrá ninguna modificación especial en cuanto al esquema de prevención que se viene realizando en todos los encuentros desde que comenzó la Copa América. Es decir que el público estará mezclado, como es habitual en el torneo, y tampoco confirmaron si habrá refuerzo de seguridad en las plateas.

Por su lado, Marcelo Gilardoni, cónsul argentino en Miami, señaló a LA NACION que están en contacto permanente con la Policía local y las autoridades de Conmebol para evitar cualquier hecho de violencia.

El diplomático, que tiene a su cargo el área donde más argentinos viven en este país (se calcula que en Florida hay cerca de 150.000 argentinos), dijo que la final contra Colombia cambia los escenarios precedentes. Según el último censo realizado en los Estados Unidos en 2020, en este estado vive la comunidad más grande colombianos: más de 400.000

Por eso, por primera vez en todo el torneo, la selección de Messi no será claro local en el partido del domingo en el Hard Rock Stadium.

Banderazos y entradas agotadas

Este domingo habrá un choque entre dos de las selecciones más convocantes de este torneo. Las entradas están agotadas y la reventa, que es legal en este país, está cada vez más caliente según se acerca la hora del partido. Los precios arrancan en los 2000 dólares y pueden llegar a pedir hasta 5000 por las mejores ubicaciones.

Este sábado en la previa habrá banderazos que cambiarán la fisonomía habitual de esta ciudad. Por un lado, los argentinos se congregarán en la esquina del restaurant Manolo, lugar de encuentro de la primera concentración en esta ciudad y cita obligada para cada festejo de la selección. Está convocado para las 6 de la tarde en Collins y la 73, Miami Beach.

Al igual que para la semifinal ante Uruguay, se espera un banderazo de los colombianos en apoyo a su Selección en el hotel de concentración en Miami. La ilusión de los colombianos es tan grande que el presidente Gustavo Petro decretó feriado para este lunes 15 de julio tras la final que se disputará por la Copa América.