ILLINOIS. - La policía estatal de Illinois publicó un impactante video de la cámara corporal de un agente que muestra el tiroteo mortal de Sonya Massey, una mujer afroamericana de 36 años, a manos del exoficial del sheriff del condado de Sangamon, Sean Grayson, quien fue acusado de asesinato en primer grado, en un caso que vuelve a poner el foco sobre la brutalidad policial en Estados Unidos.

Grayson fue acusado de asesinato en primer grado, agresión agravada con un arma de fuego y mala conducta oficial tras una investigación de varias semanas por parte de la policía Estatal de Illinois y la oficina del Fiscal del Condado de Sangamon. A instancias de los fiscales, el juez de circuito, Ryan Cadagin, le negó a Grayson el pago de una fianza y ordenó que fuera encarcelado. Según los registros, está detenido en la Instalación de Detención del Condado de Menard.

Grayson, quien fue despedido tras su acusación, enfrentaría cadena perpetua si es declarado culpable del cargo de asesinato. Su abogado, Dan Fultz, declinó hacer comentarios sobre el caso, según The Washington Post.

El incidente ocurrió a principios de este mes cuando Massey llamó al 911 para denunciar a un presunto merodeador. La fiscal del caso, Mary Rodgers, escribió en una declaración jurada que los agentes de policía respondieron a la llamada y pasaron varios minutos buscando en los alrededores de la casa de Massey en Springfield.

Las imágenes de la cámara corporal revelan a los agentes inspeccionando los patios cercanos antes de tocar la puerta de Massey. En el video, se escucha a la mujer abrir la puerta y exclamar asustada: “Por favor Dios, por favor Dios, por favor”.

Cuando Massey permitió a los agentes entrar a su casa, les explicó que había escuchado a alguien afuera. Los oficiales, tras asegurarse de que no había nadie alrededor, comenzaron a interrogarla. En ese momento, los agentes le pidieron su identificación, y cuando Massey dijo que no la encontraba, la tensión empezó a escalar.

Con los hombres adentro de su casa y durante la interacción, Massey se dirigió hacia la cocina para apagar una olla con agua hirviendo, llevó la olla a la bacha y abrió la canilla, según muestra el video, mientras los hombres seguían inspeccionando la casa.

“¿A dónde vas?”, le preguntó la mujer al otro oficial mientras él se alejaba más hacia otro cuarto.

“Lejos de tu agua caliente y humeante”, dijo uno de ellos, según el video.

Entonces, Massey dijo: “Los castigo en el nombre de Jesús”.

“¿Qué?”, respondió Grayson.

“Los castigo en el nombre de Jesús”, repitió ella.

Grayson le advirtió que no lo hiciera. “Juro por Dios que te dispararé en la p*** cara”, dijo.

Fue entonces cuando sacó su arma y le apuntó, a pesar de que, como notarían más tarde los investigadores, tenía cobertura y estaba a cierta distancia de ella.

“Está bien, perdón”, dijo Massey mientras levantaba la olla frente a ella y se agachaba detrás de los gabinetes que los separaban. Fue en ese momento que Grayson se acercó a Massey y le disparó tres veces, una directamente en la cara.

Solo entonces Grayson activó su cámara corporal, aseguró la fiscal, en contraste con las acciones del otro oficial, que prendió su cámara al llegar a la casa de Massey.

El segundo oficial intentó brindar ayuda médica a Massey, pero Grayson lo desanimó diciendo: “No con un disparo en la cabeza… Ya murió”. Finalmente, el otro oficial intentó detener la hemorragia mientras Massey aún respiraba débilmente.

Massey pesaba 50 kilos y, según los fiscales, no representaba una amenaza física para Grayson, quien mide 1,90 metros y pesa 103 kilos.

Reacciones

El caso conmocionó a Estados Unidos y generó indignación y debates sobre la brutalidad policial y el racismo sistémico. Además, intensificó la presión sobre el Congreso para que apruebe la Ley George Floyd de Justicia Policial, que busca implementar medidas para prevenir abusos de poder por parte de la policía.

El presidente Joe Biden, quien anteayer anunció que se retira de la candidatura presidencial, también se pronunció e insistió que el Congreso debe aprobar la ley. Afirmó que la muerte de Massey “nos recuerda que, con demasiada frecuencia, los afroamericanos enfrentan temores por su seguridad de maneras que muchos de nosotros no”.

El fiscal general de Illinois, Kwame Raoul, calificó las imágenes de la cámara corporal como “horribles” y expresó sus condolencias a la familia de Massey. “Insto a la calma mientras este asunto se abre paso en el sistema de justicia penal”, dijo Raoul.

En una conferencia de prensa, el abogado de derechos civiles Ben Crump, quien representa a la familia de Massey, declaró: “Hasta que no consigamos justicia para Sonya Massey, reprenderemos a este discriminatorio sistema de justicia penal en el nombre de Jesús”. Crump resaltó la necesidad de que se tomen medidas para evitar que casos como el de Massey se repitan.

James Wilburn, padre de Massey, expresó su dolor y frustración al recibir información contradictoria de las autoridades inicialmente. “Nos hicieron creer que el intruso -o alguien del vecindario- podría haberla matado. Nos quedamos absolutamente conmocionados al descubrir que fue un ayudante del sheriff quien le disparó”.

En una conferencia de prensa ayer, Wilburn insistió al presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, a llevar la legislación al pleno y hacer que los representantes voten sobre ella. “Todos los miembros del Congreso necesitan votar hoy”, dijo, “para que nadie más en estos Estados Unidos de América tenga que pasar por lo que estamos pasando”.

Agencias AP, AFP y diario The Washington Post