Alerta en Santa Cruz: crece la preocupación por una mancha de hidrocarburos de 19 km de largo cerca del Perito Moreno

La mancha se ve a simple vista en el lago Argentino
La mancha se ve a simple vista en el lago Argentino - Créditos: @Gentileza

SAN CARLOS DE BARILOCHE.- Diversos ambientalistas y guías de montaña que viven en El Calafate y El Chaltén comenzaron a alertar en las últimas semanas sobre un posible derrame de hidrocarburos en el Brazo Rico del lago Argentino, en cercanías del glaciar Perito Moreno. Según las imágenes satelitales, la mancha tiene unos 19 kilómetros de largo y se observa al menos desde el 11 de abril pasado.

La estela negra en el lago fue primero detectada por guardaparques del Parque Nacional Los Glaciares y la noticia llegó luego a guías y vecinos de la zona. La preocupación fue en ascenso, especialmente por el hermetismo con el que las instituciones locales manejaron el tema.

“Considero que en Parques Nacionales se preocupan más por los incendios forestales, que son más visibles, que por la contaminación de los espejos de agua, aunque tienen la misma importancia que los bosques”, dijo a LA NACIÓN Steffen Welsch, guía de montaña, que trabaja en Los Glaciares desde 2015.

Al enterarse de la mancha en el lago, él ingresó a la página web Copernicus para ver las imágenes del satélite Sentinel 2: así corroboró la presencia de la estela sobre la superficie del agua. “Todo indica que responde a la contaminación de los barcos. Lo más llamativo es que no informaron con transparencia a la comunidad sobre lo que está pasando y que se demoraron muchos días en comenzar una investigación”, suma Welsch.

Una de las imágenes satelitales en las que se puede ver la mancha
Una de las imágenes satelitales en las que se puede ver la mancha - Créditos: @Gentileza

Según sus estimaciones, la mancha negra tiene 19 km desde el puerto Bajo de las Sombras hasta el río Mitre, y otros 3 km hasta donde los turistas desembarcan para hacer el minitrekking sobre el glaciar Perito Moreno, todo en el Brazo Rico del lago Argentino.

A partir de las imágenes y videos que circulan, la responsabilidad de la mancha recaería en las embarcaciones operadas por la empresa Hielo & Aventura, con sede en El Calafate. Específicamente, se apuntó contra el barco denominado Alacalufe. La empresa es concesionaria del parque y posee una flota de seis barcos en el lago Argentino. Además del Minitrekking 2 y Big Ice –excursiones que se realizan hasta fines de abril–, el safari náutico que ofrece Hielo & Aventura a los turistas está disponible todo el año.

Fuentes de la empresa afirmaron a LA NACIÓN que están “siendo acusados de cosas falsas”, que cumplen con las normas medioambientales y que no han producido ningún derrame. De todos modos, aseguran que no tienen nada para desmentir ya que consideran que son las autoridades competentes –Prefectura y Parques Nacionales– las que deben informar de manera oficial sobre el asunto e indicar si hubo o no un vertido de contaminantes en las aguas del lago.

A fines del mes pasado, según trascendió, desde la intendencia del parque Los Glaciares y Prefectura definieron que dejara de operar en el lago la embarcación Alacalufe. Sin embargo, desde Hielo & Aventura indicaron que estaba previsto para esa fecha que el monocasco (con capacidad para 65 pasajeros y 2 tripulantes) entrara en mantenimiento de motores.

En tanto, desde Parques Nacionales indicaron a este medio que tomaron cartas en el asunto el 12 de abril. “El 19 de abril se hicieron visitas y el 22 de ese mes se labró un acta de constatación que obligó a la empresa a mantener amarrada la embarcación Alacalufe y desde entonces no ha vuelto a operar. En paralelo, se labró la correspondiente acta de infracción y se realizó la denuncia penal para que intervenga la Justicia, el viernes 3 de mayo”, indicaron desde esa institución.

Agregaron que “todo se hizo según los protocolos correspondientes y en conjunto con Prefectura Naval que es la autoridad de aplicación”. Además, señalaron que el 4 de mayo pasado se hicieron dos navegaciones, por la mañana y por la tarde, para evaluar el lago con diferentes posiciones del sol y “no se encontraron restos ni en el agua ni en la costa”.

Monitoreo

“En un contexto en el cual no existe un programa de seguimiento de las aguas en la mayoría de los cuerpos de agua de la cuenca, la prevención de contaminaciones es particularmente importante en la zona. Además, la difusión transparente de información ambiental sobre el alcance de la contaminación es fundamental para que la comunidad pueda saber en qué estado de conservación se encuentran los ecosistemas de la zona”, advirtieron desde Boana, una asociación con base en El Chaltén que actúa en favor de la biodiversidad y el patrimonio biocultural.

La mancha se encuentra cerca del glaciar Perito Moreno
La mancha se encuentra cerca del glaciar Perito Moreno - Créditos: @Shutterstock

Entre otras temáticas, en Boana trabajan la gestión participativa del agua, el monitoreo comunitario de los ecosistemas, la agroecología y la adaptación al cambio climático en zonas montañosas.

“Venimos trabajando sobre gestión del agua, transparencia de las instituciones y remediación de contaminaciones en El Chaltén. Ahora estuvimos difundiendo acerca de la situación del derrame ya que no se había comunicado nada desde las instituciones o la empresa”, indicó a LA NACION Marie Anière Martínez, cofundadora de Boana.

Desde la organización ambientalista subrayaron que resulta fundamental caracterizar la situación, para determinar el tipo y la cantidad de líquidos vertidos. Al parecer, algunos expertos llegarían por estos días a El Calafate para evaluar la situación.

Además de recordar que la gravedad del impacto de los vertidos de hidrocarburos depende de diversos factores, como el viento, la temperatura del agua y el clima, desde Boana sumaron: “El estancamiento de hidrocarburos en la superficie interrumpe los intercambios de oxígeno entre el aire y el agua y reduce la penetración de la luz, lo que altera la fotosíntesis. Pueden cubrir a los organismos vivos con una capa aceitosa que los asfixia y pueden provocar trastornos genéticos. Asimismo, son cancerígenos para los seres humanos, los moluscos y los peces”.