La arriesgada incursión de Ucrania marca un giro inesperado en la guerra con Rusia
KIEV.- Después de meses de perder terreno frente a Rusia en brutales y desgastantes batallas en Ucrania, Kiev cambió de táctica con un ataque sorpresa en territorio ruso esta semana, lo que tomó a Moscú desprevenido y abrió un nuevo frente en la guerra de 30 meses.
Ante este revés inesperado, Rusia envió este jueves refuerzos para combatir la importante incursión de tropas ucranianas en la región fronteriza de Kursk, cuyo ejército había tenido ventaja desde el inicio de la ofensiva. Las tropas ucranianas penetraron en el suroeste de Rusia, con unos 1000 soldados y una veintena de vehículos blindados y tanques, informó el ejército ruso. Esta operación parece ser la más importante incursión fronteriza por parte de Ucrania desde que Rusia lanzó su ofensiva militar en febrero de 2022.
El Ministerio de Defensa ruso aseguró el jueves que “continúa la operación de destrucción de las unidades del ejército ucraniano” con bombardeos, cohetes y fuego de artillería contra las tropas que traspasaron la frontera y que había enviado refuerzos para “frustrar los intentos de adentrarse” más en el país. Aunque los rusos afirman tener la situación “bajo control”, el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) afirmó que “las fuerzas ucranianas registraron avances confirmados de hasta 10 kilómetros en la región rusa de Kursk”.
Varios analistas afirman que los soldados ucranianos llegaron hasta Sudzha, donde se encuentra una estación que suministra gas a países de la Unión Europea, pasando por Ucrania. Este nodo distribuye gas a Eslovaquia y Hungría, cuyo primer ministro, Viktor Orban, tiene buenas relaciones con Putin.
Las fuerzas ucranianas rompieron las defensas fronterizas rusas y capturaron varios asentamientos durante los combates. Este ataque provocó la declaración de un estado de emergencia en una región del oeste de Rusia.
Mykhailo Podolyak, un alto asesor de Volodimir Zelensky, dijo que “la causa principal de cualquier escalada”, incluida la incursión en Kursk, fue “la agresión inequívoca” por parte de Rusia al creer que podía invadir Ucrania con impunidad. La declaración es el primer reconocimiento por parte de un alto funcionario ucraniano sobre la ofensiva en curso, en medio del silencio del ejército del país sobre los acontecimientos. “La guerra es guerra, con sus propias reglas, donde el agresor inevitablemente cosecha los resultados correspondientes”, agregó Podolyak.
The root cause of any escalation, shelling, military actions, forced evacuations, and destruction of normal life forms, including within Rf’s own territories like #Kursk and Belgorod regions, is solely Russia’s unequivocal aggression. This includes attempts to seize foreign…
— Михайло Подоляк (@Podolyak_M) August 8, 2024
Sin embargo, el ataque dejó a algunos analistas militares preguntándose por qué Ucrania arriesgaría recursos escasos en un asalto peligroso en una nueva área, en un momento en que está luchando duramente para mantener sus posiciones en su propio territorio.
Todavía no se sabe si Ucrania intentará mantener el control de la zona. Cualquiera que sea el próximo movimiento de las fuerzas ucranianas, el ataque parece haber puesto al límite el uso de equipos suministrados por Estados Unidos para llevar a cabo incursiones dentro de Rusia, lo que causó confusión entre los rusos. Además, se grabaron vehículos blindados de fabricación estadounidense siendo destruidos en un contraataque ruso.
El objetivo era trasladar la lucha —y a los soldados y armamento rusos— al territorio ruso y aliviar la presión de la ofensiva de Moscú en el este de Ucrania.
Actuando sigilosamente para evitar ser detectada por el reconocimiento y los espías rusos, Ucrania reunió una fuerza que, según el jefe del Estado Mayor ruso, consta de 1000 soldados para realizar un asalto mecanizado en la frontera rusa. Este es un movimiento audaz tras una serie de reveses en el último año y medio.
Andriy Zagorodnyuk, exministro de defensa ucraniano que aún asesora al gobierno, dijo que el objetivo no era mantener el territorio a largo plazo, sino desafiar a los rusos, “desviar sus fuerzas, atención y recursos”. Y “demostrar que no tienen reservas ni capacidad de resistencia”.
Konrad Muzyka, un analista militar de Rochan Consulting en Polonia, escribió en Ukraine Conflict Monitor que Ucrania podría beneficiarse si el ataque reduce los ataques rusos en la región de Donetsk en Ucrania y le permite mantener una presencia en el área de Kursk, mejorando así su posición negociadora. Pero Ucrania sería la perdedora si sus tropas fueran rechazadas con grandes pérdidas, dijo.
“No hay punto medio aquí”, escribió Muzyka. “La operación es audaz. Veamos qué traen los próximos días”.
Los analistas militares dicen que son escépticos de que Rusia, que tiene un ejército y un arsenal de armas mucho más grande que Ucrania, se vea obligada a desviar fuerzas de la lucha dentro de Ucrania para defender su frontera. Rusia tiene reservas de soldados reclutados que sus políticas le prohíben desplegar en Ucrania, pero podrían hacerlo en suelo ruso.
Ucrania permaneció en gran medida en silencio sobre el ataque, que comenzó el martes. Zelensky pareció insinuar un objetivo de aumentar el costo de la guerra para los rusos sin reconocer directamente la incursión ucraniana en un discurso el miércoles. “Cuanta más presión se ejerza sobre Rusia, el agresor que trajo la guerra a Ucrania, más cerca estará la paz”, dijo.
El avance ucraniano involucra a unidades del ejército regular, en un cambio respecto a incursiones anteriores, que fueron llevadas a cabo por grupos armados de exiliados rusos respaldados por el ejército de Ucrania. Esa táctica ofrecía a Ucrania una apariencia de no participación.
Las autoridades regionales rusas adoptaron un tono tranquilizador, afirmando que la situación es “estable y está bajo control”. Sin embargo, blogueros militares rusos, cercanos al ejército, reportaron avances significativos de las tropas ucranianas.”La situación es compleja y sigue empeorando” y Sudzha está “llena de soldados ucranianos”, indicó en Telegram el bloguero Yuri Podoliaka.
Agencia AFP y diario The New York Times