Se acelera la crisis política en Alemania y acuerdan adelantar las elecciones
BERLÍN.- Alemania se dispone a celebrar elecciones anticipadas el 23 de febrero, casi tres meses después de la ruptura de la coalición del gobierno del canciller Olaf Scholz y después de que fuentes dijeran el martes que los socialdemócratas, verdes y conservadores habían llegado a un acuerdo sobre el calendario.
Los partidos de la oposición querían que la votación se celebrara en enero, ya que advierten que Alemania corre el riesgo de quedarse sin timón en un momento de crisis económica y cuando la victoria electoral de Donald Trump en Estados Unidos plantea nuevos retos diplomáticos.
Sin embargo, Scholz opinó que la votación de enero sobrecargaría a las autoridades electorales durante la temporada del invierno boreal, con vacaciones ”y virus”, y correría el riesgo de dejar a los partidos sin preparación.
Para propiciar unas nuevas elecciones, Scholz debe convocar y perder una moción de confianza en el Parlamento. Según indicaron distintas fuentes, ese pedido tendrá lugar el 16 de diciembre, informó la prensa alemana el martes.
Scholz, que por ahora dirige un gobierno en minoría con el respaldo de Los Verdes, espera asegurarse el suficiente apoyo de la oposición para aprobar leyes que protejan al Tribunal Constitucional de la extrema derecha y financien a Ucrania antes de dejar el cargo.
Su gobierno se derrumbó tras meses de disputas entre los dos partidos restantes y su antiguo socio de coalición, los neoliberales Demócratas Libres, que exigían recortes de gastos a una escala que sus socios de izquierdas no estaban dispuestos a aceptar.
La esperada votación en el Bundestag (Parlamento) se produciría mucho antes de previsto originalmente y supondría un paso para alcanzar un compromiso entre la formación de Scholz, los socialdemócratas, y el principal partido de la oposición, los conservadores cristianos de centroderecha.
La propuesta se plantea tras el colapso de la coalición tripartita de Scholz la semana pasada. El miércoles, la principal economía europea quedó sumida en una crisis política tras la ruptura del gobierno de coalición formado por los socialdemócratas de Scholz, los Verdes y los liberales del FDP, que dirigía el país desde finales de 2021.
El sacudón llega en el peor momento para Alemania, inmersa en una grave crisis industrial y preocupada por las repercusiones que el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca tendrán en su comercio y su seguridad.
Scholz había anunciado originalmente que solicitaría un voto de confianza el 15 de enero, que podría derivar en elecciones generales en marzo. Los comicios estaban previstos para septiembre.
Scholz dijo el martes en declaraciones a la cadena pública ARD que para él no suponía un problema convocar el voto de confianza antes de Navidad, y que respetaría cualquier acuerdo de sus compañeros socialistas y democristianos.
La decisión final sobre la fecha exacta de los comicios -posiblemente el 16 o el 23 de febrero- recaerá en el presidente, Franz-Walter Steinmeier.
Scholz anunció que lideraría Alemania con un gobierno en minoría después de su decisión de la semana pasada de despedir al ministro de Finanzas, Christian Lindner, del Partido Democrático Libre, poniendo fin a su papel en la coalición.
Solo con los Verdes en la coalición, Scholz expresó su esperanza de lograr el apoyo de los demócratas cristianos, liderados por Friedrich Merz, para aprobar legislación importante y cubrir el agujero de miles de millones de euros en el presupuesto de 2025.
Merz rechazó con rotundidad el plan inicial de Scholz de esperar hasta enero para celebrar el voto de confianza. Si el gobierno no gana esa votación, lo que parece cada vez más probable, Steinmeier puede disolver el Bundestag en un plazo de 21 días y convocar una nueva elección.
Conservadores favoritos
Dado que ya no dispone de mayoría parlamentaria, hay muchas posibilidades de que Scholz pierda la votación en el Bundestag.
La implosión del gobierno tripartito se dio después de que Scholz echara a su ministro de Finanzas debido a profundos desacuerdos sobre la política económica, lo que causó la retirada de la mayoría de ministros del FDP.
Esta crisis es el desenlace de meses de disputas entre los tres partidos del gobierno sobre la política económica a seguir, acentuadas durante la preparación del presupuesto de 2025 que debe cerrarse en noviembre.
Los sondeos apuntan que la oposición conservadora ganaría con más del 30% de votos y que su líder, el demócrata cristiano Merz, sería el favorito para asumir el gobierno.
Pero tendría dificultades para formar una mayoría en el Bundestag donde, también según los sondeos, la extrema derecha de Alternativa para Alemania ocuparía la segunda bancada.
Pese a su impopularidad, Scholz pretende liderar la campaña del SPD.
Las rupturas de las coaliciones de gobierno no son habituales en Alemania. De hecho, Scholz quería mantener la suya hasta las próximas legislativas programadas para el 28 de septiembre de 2025.
Pero las disputas políticas sobre la economía y la inmigración y los enfrentamientos personales han minado desde hace meses su equipo de gobierno.
Agencias AP, AFP, DPA y Reuters