Ucrania cerró finalmente el grifo al gas ruso y Europa se inquieta en pleno invierno
PARÍS.– El flujo se detuvo definitivamente. Las entregas de gas ruso a Europa a través de Ucrania cesaron este miércoles tras la expiración de un contrato quinquenal firmado entre Kiev y Moscú a fines de 2019 y respetado a pesar de la invasión rusa de febrero de 2022. Consecuencia inmediata: Eslovaquia, Moldavia y Hungría se inquietan, mientras Polonia aplaude.
“Detuvimos el tránsito de gas ruso. Es un acontecimiento histórico. Rusia pierde así partes de mercado y sufrirá pérdidas financieras”, se felicitó el ministro de Energía ucraniano, Guerman Galuchtchenko, citado por sus servicios en un comunicado.
“Desde la 8 de la mañana el gas ruso no fue entregado para transitar a través de Ucrania”, indicó por su lado Gazprom, el gigante ruso de la energía.
— Gazprom (@GazpromEN) January 1, 2025
“Debido a la repetida negativa de la parte ucraniana de prolongar el acuerdo, Gazprom se ha visto privado de la posibilidad técnica y jurídica de entregar gas a través de Ucrania a partir del 1° de enero”, deploró la empresa estatal rusa.
“Cuando Vladimir Putin asumió el poder en Rusia hace más de 25 años, el volumen anual de gas enviado a Europa a través de Ucrania se elevaba a más de 130.000 millones de m3. Hoy, el tránsito ruso es cero, lo que constituye una de las mayores derrotas para Moscú”, informó a su vez el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, en las redes sociales.
When Putin was presented with the Russian presidency more than 25 years ago, the annual gas transit through Ukraine to Europe totaled more than 130 billion cubic meters. Today, it equals 0. This is one of Moscow's biggest defeats.
As a result of Russia weaponizing energy and…— Volodymyr Zelenskyy / Володимир Зеленський (@ZelenskyyUa) January 1, 2025
Con el final de ese tránsito y más de dos años después del sabotaje de los ductos NordStream en el mar Báltico, Europa solo será abastecida del gas ruso por el TurkStream y su prolongación, Balkan Stream. El bloque también importa una importante cantidad de gas natural líquido (GNL) ruso por buques metaneros.
No obstante, para numerosos países europeos el golpe será duro. En la Unión Europea (UE), las importaciones de gas ruso cayeron a menos del 10% en 2023, contra más del 40% en 2021, cuando Moscú invadió Ucrania. No obstante, esta situación debería representar una pérdida de centenares de millones de dólares para Kiev y de varias decenas de miles de millones para Moscú. Y si bien esa ruta gasífera no representa hoy más que un 5% de las importaciones de gas de la UE, sigue siendo estratégica para tres países miembros: Austria, Hungría y Eslovaquia, cuya demanda de gas era satisfecha en un 65% por ese gasoducto.
Y la reacción de este último país no se hizo esperar. El primer ministro eslovaco, Robert Fico, muy cercano a Vladimir Putin, con quien se reunió diez días atrás, advirtió este miércoles sobre las graves consecuencias que tendrá el cese del tránsito de gas ruso por Ucrania.
“Detener (ese tránsito) tendrá un drástico impacto en todos los miembros de la UE, no solo en la Federación de Rusia”, advirtió en su perfil de Facebook.
El dirigente nacionalista había viajado la semana pasada a Moscú para buscar una solución de urgencia, provocando así la cólera del presidente Zelensky, que lo acusó de querer “ayudar a Putin”.
“La diversificación tiene un precio. Y toda alternativa al gas ruso será significativamente más cara”, había advertido el vocero de la compañía eslovaca de gas SPP, Ondre Sebesta.
Hungría, por su parte, recibe lo esencial de sus importaciones de gas a través de TurkStream, ducto que pasa por debajo del mar Negro, de modo que el cese del tránsito por Ucrania la afectará en forma marginal. No obstante, el primer ministro nacionalista, Viktor Orban, también cercano a Putin, afirma “no querer abandonar” esa ruta.
Hay quienes han demostrado, por el contrario, su beneplácito. Así lo hizo el ministro de Relaciones Exteriores polaco, que saludó la decisión calificándola de “nueva victoria” frente a Moscú. Cortar la capacidad de Rusia de exportar gas directamente hacia la UE es “una nueva victoria después de la ampliación de la OTAN a Finlandia y Suecia”, declaró Radoslaw Sikorski en X.
En parte, Fico tiene razón. El cese anticipado de esos abastecimientos provocó un alza de los precios en el mercado holandés. El precio del contrato a término TTF del MWh de gas en Holanda, la referencia en Europa, subió a más de 50 euros, la cotización más alta desde octubre de 2023. Es mucho menos que el pico de 350 euros alcanzado en el verano boreal de 2022, pero sigue siendo dos veces superior al precio que tuvo en la década que precedió la guerra en Ucrania.
“El precio del gas se aprecia sobre todo porque el fin del flujo por Ucrania obligará a los operadores a utilizar sus reservas. El problema es que éstas se elevan a un promedio de 73% en los países de la UE”, según la plataforma europea Agregated Gas Storage Inventory. Una tasa muy inferior al 86% constatada en el mismo período en 2023.
Por otra parte, debido a las bajas temperaturas de enero, la reducción de reservas debería acelerarse.
Y si bien Europa asegura haberse preparado con anticipación, el caso de Moldavia, que decretó el estado de emergencia, es más crítico. Gazprom también debía cesar de entregarle gas a partir de este miércoles, en el contexto de un diferendo financiero con esa exrepública soviética que acaba de elegir nuevamente una presidenta proeuropea. Según el gobierno moldavo, es sobre todo la región separatista moldava de Transnistria la que se encuentra en extrema dificultad debido al fin del aprovisionamiento de gas ruso.
Gas, heating, and hot water supplies in Transnistria have been cut off due to the halt of Russian gas deliveries, reports Tiraspoltransgaz-Pridnestrovie. Moldova’s government also announced that by January 2025, most of its electricity will come from Romania, with the rest from… pic.twitter.com/9SyOjrx2PW
— NOELREPORTS 🇪🇺 🇺🇦 (@NOELreports) January 1, 2025
“La región atraviesa una situación difícil” después que el proveedor local Tiraspoltransgaz “interrumpió el abastecimiento de gas natural y la calefacción, afectando las localidades e instituciones públicas”, declaró el vocero, Daniel Voda, en Telegram, llamando a Rusia a “poner fin a su chantaje”.
Los habitantes fueron invitados a “abrigarse”, a “reunirse en una sola pieza” y a no utilizar medios de calefacción artesanales para prevenir riesgos de incendio, según un comunicado de la sociedad de energía. Unas 131 escuelas y 147 jardines de infantes cerraron por falta de energía. El jefe de los separatistas rusos, Vadim Krasnosselskii, reconoció el “problema” y convocó a una reunión de emergencia.
El resto de Moldavia no padece aún las consecuencias gracias a la ayuda de la vecina Rumania. El pequeño país vecino de Ucrania no recibe gas ruso desde el comienzo de la guerra, pero depende para gran parte de sus necesidades de la electricidad de la central térmica de Transnistria.